Cambio Climático
Europa refuerza su cruzada contra el diésel con multas por acceder a las ciudades
Peajes, impuestos y multas masivas conforman la hoja de ruta europea para luchar contra este contaminante medio de transporte que no para de empeorar la calidad del aire de sus ciudades
El esfuerzo europeo para sacar los coches diésel de sus carreteras sigue avanzando con el objetivo de tener un aire más limpio en sus ciudades.
Estos vehículos, poco comunes en EEUU, están muy valorados al otro lado del charco, donde los precios de la gasolina son mucho más altos. Pero aunque consumen menos combustible, también producen cantidades mucho más grandes de hollín y óxidos de nitrato frente a los hidrocarburos. De hecho, los coches diésel están contribuyendo a una calidad cada vez peor del aire en la Tierra, cuya contaminación acaba con la vida de más de tres millones de personas cada año.
Europa es consciente de ello. Desde 2015, cuando se descubrió que los vehículos de "diésel limpio" de Volkswagen no lo eran en absoluto, las autoridades europeas han adoptado una postura firme contra de los coches alimentados por este combustible. La última medida se ha producido este mes, con una votación del Parlamento Europeo para introducir nuevas regulaciones que permitan aplicar multas de más de 30.000 euros por vehículo a los fabricantes si se descubre que han hecho trampas en sus pruebas de emisiones.
El alcalde de Londres (Reino Unido), Sadiq Khan, también anunció que la ciudad empezará a imponer elevados impuestos a los vehículos diésel más contaminantes. Ars Technica describe las nuevas reglas en detalle y la conclusión es que algunos coches tendrán que pagar 30 euros para entrar en la ciudad en días laborables a partir de abril de 2019 y ningún taxi nuevo de diésel obtendrá licencia para operar en el centro de Londres, aunque se espera que el plan se extienda al resto de la ciudad.
Mientras tanto, es cuestión de tiempo que el Gobierno británico anuncie nuevos planes para frenar el uso del diésel en otros 35 pueblos y ciudades del país. Las medidas podrían limitar totalmente el acceso en algunas ubicaciones y cobrar a los conductores por utilizar sus vehículos en otros centros urbanos.
Las iniciativas de Reino Unido siguen las restricciones anunciadas a finales del año pasado por los alcaldes de París (Francia), Madrid (España), Atenas (Grecia) y la Ciudad de México (México) de prohibir la circulación de coches y furgonetas de diésel en el centro de sus ciudades para 2025. Esa decisión se basa en la calidad del aire, pero las autoridades también señalaron entonces que tendría impactos positivos para el clima.
Este tipo de medidas políticas tan agresivas también ayudarán a acelerar la adopción de vehículos híbridos y eléctricos, porque no hay nada como enfrentarse a grandes impuestos para impulsar el cambio. De hecho, se espera que los enfoques impulsados por regulaciones para fomentar el uso de vehículos eléctricos aceleren aún más la adopción que simplemente dejarlo a elección de los consumidores.
Tras la votación europea, la comisaria de Industria de la UE, Elżbieta Bieńkowska, afirmó que espera que los coches de diésel "desaparezcan más rápido de lo que imaginamos". Parece que tal vez que tenga razón.
(Para saber más: The Guardian, Ars Technica, Auto Express, Los centros de Madrid, París, Ciudad de México y Atenas prohibirán el coche diésel, La revolución del coche eléctrico no es solo tecnológica, es política, La polución atmosférica empeora y limpiarla fomenta el calentamiento global)