La elección de Trump significa que los próximos cuatro años serán muy diferentes
Los votantes han elegido a Donald Trump para un segundo mandato en la Casa Blanca.
En los días previos a las elecciones, no dejé de pensar en lo que cuatro años significan para el cambio climático en estos momentos. Nos encontramos en un momento crítico que requiere medidas decisivas para reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero de las centrales eléctricas, el transporte, la industria y el resto de la economía si queremos alcanzar nuestros objetivos climáticos.
En los últimos cuatro años, Estados Unidos se ha tomado en serio la lucha contra el cambio climático, colaborando con la comunidad internacional e invirtiendo dinero en soluciones. Ahora, nos enfrentamos a un periodo en el que las cosas van a ser muy diferentes. Una presidencia de Trump tendrá repercusiones mucho más allá del clima, pero en aras de este boletín, nos centraremos en lo que significan cuatro años en la lucha por el clima mientras empezamos a dar sentido a este próximo capítulo.
Joe Biden ha hecho posiblemente más por combatir el cambio climático que ningún otro presidente estadounidense. Una de sus primeras medidas en el cargo fue reincorporarse al Acuerdo de París sobre el cambio climático, que Trump abandonó durante su primer mandato. Biden se apresuró a fijar un nuevo objetivo nacional para reducir las emisiones de carbono de EE UU a la mitad, en relación con su pico, para 2030.
La Agencia de Protección del Medio Ambiente puso en marcha una serie de normas para que las centrales eléctricas reduzcan drásticamente la contaminación que perjudica tanto a la salud humana como al clima. La agencia también anunció nuevas normas sobre las emisiones de los vehículos para empujar al país hacia los vehículos eléctricos.
Y la piedra angular de los años de Biden ha sido una inversión sin precedentes en el clima. Un trío de leyes -la Ley Bipartidista de Infraestructuras, la Ley CHIPS y de Ciencia, y la Ley de Reducción de la Inflación de 2022 (IRA, por sus siglas en inglés)- inyectaron cientos de miles de millones de dólares en infraestructuras e investigación, gran parte de ellos sobre el clima.
Ahora bien, este barco está a punto de dar un giro rápido. Donald Trump ha descartado regularmente la amenaza del cambio climático y prometió durante toda la campaña contrarrestar algunas de las medidas clave de Biden.
Podemos esperar ver un cambio drástico en la forma en que Estados Unidos habla del clima en la escena internacional. Trump ha prometido retirarse una vez más del Acuerdo de París. Las cosas se van a poner tensas en las conversaciones anuales sobre el clima mundial que comienzan la próxima semana.
También podemos esperar ver esfuerzos para deshacer algunas de las acciones climáticas clave de Biden, sobre todo la Ley de Reducción de la Inflación, como mi colega James Temple cubrió a principios de este año.
Lo que Trump pueda hacer exactamente dependerá de si los republicanos se hacen con el control de ambas cámaras del Congreso. Contar con el rodillo parlamentario en ambas cámaras abriría más vías para enfocarse en derogar la legislación aprobada bajo Biden. (En el momento de publicar este boletín, los republicanos se han asegurado suficientes escaños para controlar el Senado, pero la Cámara de Representantes es incierta y podría serlo durante días o incluso semanas).
No creo que se desmonte totalmente la IRA, ya que partes de la inversión de la ley están empezando a dar sus frutos, y la mayoría del dinero ha ido a distritos republicanos. Pero no cabe duda de que habrá desafíos en algunas partes, especialmente en los créditos fiscales a vehículos eléctricos, a los que Trump ha dirigido su artillería durante la campaña.
Todo esto se suma a una evolución muy diferente en lo tocante al clima respecto de lo que muchos esperaban que pudiéramos haber visto durante el resto de esta década.
La presidencia de Trump podría añadir 4.000 millones de toneladas métricas de emisiones de CO2 a la atmósfera para 2030 por encima de lo que se esperaba de un segundo mandato de Biden, según un análisis publicado en abril por el sitio web Carbon Brief (esto fue antes de que Biden abandonara la carrera). Según esa proyección, con Trump las emisiones descenderán un 28% por debajo del nivel máximo al final de la década, muy lejos del objetivo del 50% fijado por Biden al principio de su mandato.
EE UU, que es actualmente el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo y ha añadido más contaminación climática a la atmósfera que cualquier otra nación, tiene ahora muy pocas probabilidades de alcanzar el objetivo de Biden para 2030. Se trata del último clavo en el ataúd de los esfuerzos por limitar el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales.
En los próximos días, semanas y años nos ocuparemos de lo que este cambio significará para la lucha contra el cambio climático y para proteger a los más vulnerables del peligroso mundo hacia el que nos dirigimos, o en el que ya vivimos. Permanezca atento a nuestras noticias.