El organismo protege las redes municipales independientes de los grandes proveedores, una decisión más potente que cualquier regla de "internet abierto"
Al reciente fallo de la Comisión Federal de Comunicaciones de EEUU (FCC, por sus siglas en inglés) se le describe como un hito histórico y crucial, pero una decisión independiente del cuerpo regulador resulta más significativa porque hace frente al problema generalizado de insuficiente competencia en los mercados de banda ancha.
Si existiese un mayor nivel de competencia entre proveedores de banda ancha, parece improbable que necesitáramos de reglas que garanticen específicamente un "internet abierto", o en otras palabras la neutralidad de red. Incluso ahora no existen pruebas de que los grandes proveedores de servicios de internet como Comcast abusen de su poder priorizando su tráfico por encima de, por ejemplo, el tráfico de Netflix. Pero el mejor argumento a favor de la neutralidad de red es que, puesto que existen tan pocos proveedores de banda ancha dentro de cualquier mercado dado, los proveedores podrían abusar de su posición y los consumidores se verían en serios apuros para protestar mediante el cambio de proveedor.
Una demostración de las tendencias anticonsumidor que muestran los grandes proveedores de servicios de internet es la fuerte oposición que ejercen en ciudades y pueblos que pretendan construir sus propias redes de banda ancha como herramienta de desarrollo económico. Las empresas se quejan de que los servicios de internet provistos por los entes municipales, que no tienen la obligación de generar beneficios, representan una práctica de competencia desleal. Es un argumento débil dados todos los colegios, aseguradoras, empresas de transporte y otras entidades privadas que se las apañan para competir con servicios gubernamentales. Aun así, las empresas de telecomunicaciones han convencido a 19 cuerpos legislativos estatales para que bloqueen o restrinjan la creación de redes municipales.
Recientemente, sin embargo, tres de los cinco comisionados de la FCC dijeron que Tennessee y Carolina del Norte habían prohibido indebidamente la expansión de redes de banda ancha operadas por las comunidades locales. La decisión, suponiendo que pueda hacer frente a una apelación judicial, sólo se aplicaría a esos dos estados, lo que significaría que su impacto inicial no será de amplia aplicación. Pero es un paso hacía el desarrollo de mayor competencia de banda ancha.
Las reglas de neutralidad de red aprobadas por la FCC podrían terminar funcionando bien, evitando que los proveedores de servicios de internet abusen del poder que poseen dentro del mercado. O podrían acabar consiguiendo muy poco, en parte por contener grandes lagunas o porque resulten difíciles de hacer cumplir. Incluso puede que tengan malas consecuencias no deseadas.
En contraste, cualquier decisión que aumente la competitividad, aunque sea un poco, supondrá rotundamente un avance positivo.