Amenazas personales, desafíos legales y la oposición de la NASA son algunos retos a los que se ha enfrentado Travis Metcalfe para promover la financiación en astronomía
Este gráfico relaciona el número de estrelas apadrinadas y las visitas que la página recibe.
Si quieres bautizar una estrella, comprar un cráter de la Luna o poseer una hectárea de Marte, hay numerosos sitios web que te pueden ayudar. El estatus legal de este tipo de "propiedad" no está nada claro, pero los servicios permiten un poco de diversión extraterrestre.
Sin embargo, hay una organización sin ánimo de lucro que usa este tipo de financiación colectiva para recaudar fondos para la investigación en astronomía.
Y en vez de vender estrellas o cráteres que no son suyos, la White Dwarf Research Corporation permite a cualquiera adoptar una estrella dejando claro que no la poseen. Se parece a los planes de adopta una autopista que hay en algunos países que sirven para financiar la limpieza de las carreteras.
Ahora el astrónomo del Instituto de Ciencias Espaciales de Boulder, Colorado (EEUU), Travis Metcalfe, nos cuenta las numerosas aventuras que ha vivido con el montaje y gestión de la White Dwarf Research Corporation. Sus vivencias resultan una lectura muy interesante.
La historia empieza con el interés de Metcalfe por caracterizar las estrellas halladas por el observatorio espacial Kepler, que está diseñado para buscar planetas parecidos a la Tierra que orbiten alrededor de otros soles. Sin embargo, la labor de caracterizar las estrellas, no los planetas, la están llevando a cabo investigadores europeos y no hay financiación disponible para los investigadores estadounidenses.
Así que Metcalfe puso en marcha la White Dwarf Research Corporation en 2008 con el objetivo de recaudar rápidamente 1,5 millones de dólares (unos 1,3 millones de euros) para crear un fondo para financiar esta investigación. Pero lo que pasó en realidad fue bastante distinto.
En total, la corporación ha recaudado unos 150.000 dólares (unos 130.00 euros), que no es poco, pero no es lo que Metcalfe esperaba. "Hemos recaudado lo suficiente a lo largo de los años para ayudar a los estudiantes e investigadores que acaban de empezar a que presenten sus investigaciones en talleres anuales y para ayudar a algunos de nuestros colegas en países en desarrollo para que paguen los gastos de publicación de sus artículos de investigación", explica.
Y han sucedido numerosas aventuras por el camino. Las donaciones para la web han tenido picos en varios momentos, a menudo coincidiendo con publicidad de algún tipo. Por ejemplo, a mediados de 2008 el sitio tuvo un pico importante de donativos después de un artículo aparecido en el sitio web de noticias de tecnología Slashdot.
Esto fue una buena noticia, pero unos días después Metcalfe y su equipo recibieron un correo del investigador principal de la NASA para la misión Kepler, William Borucki, pidiéndoles que dejaran claro que el proyecto no estaba ni autorizado ni respaldado por la NASA.
Otro desafío vino de la mano de la Fundación Carl Sagan, que se oponía al uso del término "proyecto Punto Azul Pálido", afirmando que constituía un uso no autorizado de material sujeto a derechos de autor (en 1994, Carl Sagan publicó un libro titulado Un punto azul pálido: una visión del futuro humano en el espacio). Y tuvieron que dedicar bastante tiempo a resolverlo.
El mayor pico en donativos se dio en 2014, después de que un grupo de astrónomos ucranios dedicaran una estrella al presidente ruso Vladimir Putin usando un mote poco halagüeño. En julio de ese año esta noticia se hizo viral y una mañana Metcalfe recibió una llamada de un reportero del Moscow Times pidiéndole que hiciera alguna declaración. "Le dije: La libertad de expresión está ahora escrita en las estrellas. No tenemos planes para censurar ninguna de estas adopciones de estrellas. Agradecemos el apoyo a la ciencia", recuerda.
Esa cita tuvo consecuencias significativas. "Varios rusos patrióticos se sintieron decepcionados por nuestra decisión y lanzaron amenazas personales contra mí", revela.
La historia de Metcalfe es una fascinante visión del papel que puede tener la financiación colectiva en la astronomía. Su ensayo está salpicado de consejos útiles e información para cualquiera que pretenda seguir un camino parecido.
Si te apetece adoptar una estrella al mismo tiempo que apoyas la investigación en astronomía, en el sitio web de White Dwarf Corporation hay varios paquetes a la venta.
Pruébalo en: http://adoptastar.whitedwarf.org/
Ref: arxiv.org/abs/1502.07393 : Financiación Colectiva de la Astronomía con Google Sky