El primer análisis de redes de las leyes de la Unión Europea revela su fortaleza, aunque también muestra nodos muy importantes cuya retirada podría producir problemas graves
Uno de los campos científicos más fascinantes que ha surgido en los últimos años ha sido el estudio de las redes y su aplicación a la vida cotidiana. Resulta que muchas de las características más importantes de nuestro mundo están gobernadas por redes con propiedades muy concretas.
Estas redes no son casuales sino que están conectadas siguiendo el ya famoso patrón de mundo pequeño en el que se puede llegar a cualquier parte de la red en un número de pasos relativamente pequeño. Este tipo de redes son las que están detrás de muchos fenómenos naturales como los terremotos, las epidemias y los incendios forestales, y los ejemplos son igual de abundantes entre los fenómenos sociales como la difusión de modas, idiomas e, incluso, guerras.
Así que no debería sorprendernos que este mismo tipo de red exista en el mundo legal. Ahora, Marios Koniaris y sus compañeros de la Universidad Politécnica Nacional de Atenas (Grecia), demuestran que la red de enlaces entre las leyes sigue exactamente este mismo patrón. Afirman que su método de redes ofrece una imagen única sobre la naturaleza de la ley, cómo ha surgido y cómo pueden influirle cambios futuros.
El trabajo de Koniaris y su equipo se centra en las leyes asociadas con la Unión Europea. Empiezan señalando que esta red legal es distinta a muchos otros tipos de redes por dos cuestiones importantes.
Para empezar está formada por nodos de diferentes tipos con importancias distintas. La ley europea tiene tres fuentes. La primera y más importante son los tratados entre los países que crearon la UE. A eso le siguen los reglamentos y directivas que se basan en esos tratados. Por último, está la jurisprudencia surgida del Tribunal de Justicia, de la ley internacional y de los principios generales de la ley. Cada una de esas fuentes forma una subred en la que los nodos se enlazan entre ellos y también con otras subredes.
La otra forma importante en que esta red difiere de muchas otras es que la naturaleza de los enlaces entre nodos también puede variar. Por ejemplo, los nodos pueden estar enlazados por motivos legales, pero también por citas en otros documentos. Estas diferencias también hay que tenerlas en cuenta.
Para estudiar la naturaleza de la red resultante, Koniaris y compañía han extraído todos los documentos de la base de datos legal de la Unión Europea retrotrayéndose hasta 1951. Esto supone 250.000 documentos incorporados a una red que tiene más de un millón de bordes.
El equipo estudió cada subsección de la red y halló que todas eran redes de mundo pequeño en sí mismas. En la práctica esto indica que la forma más habitual de que los nodos se conecten con sus vecinos es mediante clusters o agrupaciones, pero también que están enlazados a una escala mucho mayor. Así se puede ir de una parte de la red a otra con una pequeña cantidad de pasos. Esto también conduce a una estructura de leyes poderosas en la que algunas leyes son muy influyentes.
Los teóricos de las redes saben que este tipo de redes tienen propiedades específicas. Una de ellas es que son robustas y tienden a seguir funcionando cuando se eliminan nodos y bordes. Algo importante en una red legal porque a veces las leyes se abolen o cambian y una pregunta interesante es si la red legal seguirá funcionando en consecuencia.
Koniaris y compañía ponen esta teoría a prueba eliminando nodos y bordes de la red al azar para ver cómo de bien conectada sigue estando. En general, afirman que las redes son muy resistentes.
Aunque también hay un pero. En las redes de mundo pequeño, un pequeño número de nodos están muy conectados y por lo tanto son tremendamente importantes. Si se retiran estos se pueden producir problemas graves. Cuando se eliminan nodos al azar, es poco probable que cualquiera de estos se vean afectados, pero cuando lo están pueden aparecer problemas. Por lo tanto saber qué leyes están muy conectadas es importante.
Koniaris y compañía también han estudiado la evolución de la red a lo largo del tiempo. Y lo han hecho observando cómo ha cambiado la red al añadir nuevas leyes. Afirman que el principal efecto de estos cambios es que el número de enlaces ha aumentado más rápido que el número de nodos. El resultado es un pronunciado aumento de la densidad de enlaces en la red a lo largo del tiempo.
La red también se puede usar para visualizar la naturaleza del mundo legal. Revela clusters y conexiones relacionadas y puede ayudar a los legisladores a decidir el efecto de los cambios propuestos. Esto también podría ayudar a mejorar la eficacia de la recuperación de información legal. "Nuestra hipótesis es que la Red legislativa se puede aprovechar para recuperar texto en la misma forma que los hipervínculos en la web", afirman Koniaris y compañía.
Es un trabajo interesante que va más allá de estudios anteriores sobre redes legales que se han limitado a observar el patrón de citas entre documentos. Tener en cuenta la naturaleza distinta de los nodos y los enlaces entre ellos proporciona un mayor conocimiento del que ha sido posible hasta ahora.
También demuestra que la ciencia de las redes se está extendiendo a todos los rincones de la investigación científica y social.
Ref: http://arxiv.org/abs/1501.05237 : Análisis de Redes en el Campo Legal: Un Modelo Complejo para Fuentes Legales de la Unión Europea