Cambio Climático
La inversión extranjera en renovables mexicanas alcanza los 9.000 millones de euros en una década
México ha multiplicado su potencia instalada en eólica y solar, y se posiciona como líder exportador en productos del sector
Foto: El sector de energías renovables en México se ha consolidado como exportador internacional. Crédito: ProMéxico.
El sol y el viento que llegan a México no sólo sirven para atraer turistas, también están permitiendo consolidar el sector de las energías renovables del país. Esta industria, además de asegurar un futuro más verde, está atrayendo a cada vez más inversores internacionales. Entre 2003 y 2013, México ha recibido casi 9.000 millones de euros de fuentes extranjeras, según concluye el informe fDi de 2014, que han procedido principalmente de España, Estados Unidos y Alemania.
Este aumento de inversión extranjera que han recibido las renovables mexicanas en sólo media década está motivado por paulatinas mejoras del sector. Dichas mejoras han sido posibles, en parte, gracias a la privilegiada situación del país norteamericano. México se sitúa en pleno Cinturón Solar, un área que da la vuelta al mundo comprendida entre las latitudes ± 35° respecto al ecuador asociada a un alto índice de radiación solar. Esta geografía aporta al país el potencial de producir 6.500.000 gigavatios/hora (GWh) solo con energía solar. Esta cifra representa 27,7 veces toda la energía que consumió en 2013, según ProMéxico. Aunque actualmente sólo cuenta con 76 megavatios (MW) de potencia instalada de energía solar fotovoltaica, están ya construyendo plantas que sumarán 962 MW.
Pero el mayor activo renovable actual del país no reside en el astro rey sino en el viento. Esta tecnología se encuentra en un nivel más avanzado de desarrollo, como demuestran las cifras mundiales que fijan en los 318 GW instalados de energía eólica en todo el mundo frente a los 139 GW de solar. México también ha seguido esta tendencia y ha pasado de los 3 MW de potencia eólica en 2005 a los 1.917 MW actuales repartidos en 26 parques eólicos. Esta cifra supone un aumento de casi el 64.000% en una década y las previsiones indican que se instalarán 15.000 MW más entre 2020 y 2022.
La política de fomento de las renovables se enmarca en un proceso de atracción de capital exterior en proyectos verdes lanzado por ProMéxico que ha recibido 15.400 millones de dólares desde 2008 de inversores extranjeros. Este organismo del Gobierno Federal mexicano trabaja para impulsar el papel del país en la economía internacional y prevé que esta industria siga creciendo en los próximos años debido a la Ley de Cambio Climático de México. Esta norma adoptada para cumplir con el Protocolo de Kyoto marca como objetivo que al menos el 35% de la energía que se consuma en 2024 en el país provenga de energías renovables, una cifra superior al 14,9% actual.
La inversión global en proyectos de energías renovables en México ha pasado de casi 73 millones de euros a los más de 2.300 millones de euros entre 2007 y 2012. De forma paralela, el número de proyectos también ha aumentado en este periodo y ha crecido de uno a 14.
Para lograr sus objetivos renovables, México no sólo requiere inversiones extranjeras, también necesita consolidar su cadena de producción de piezas para sistemas energéticos. ProMéxico también apoya esta meta a través de proyectos como el Programa de Desarrollo Tecnológico en Manufactura que, junto con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), impulsa este sector para que se posicione en el mercado exterior.
ProMéxico desarrolla, junto a las principales empresas transnacionales de energía eólica y solar, el modelo Alianza con Transnacionales para aprovechar el objetivo de estas compañías por hacer crecer sus negocios en el país. Las principales metas de este programa son: propiciar un mayor encadenamiento de proveedores nacionales con compañías internacionales establecidas en el país, impulsar las exportaciones para vincular a proveedores con las operaciones de la cadena de suministro mundial de las firmas transnacionales, retener e impulsar la reinversión de compañías transnacionales en México y fortalecer las cadenas productivas atrayendo inversión extranjera directa de proveedores del exterior. El modelo también promueve los encuentros de negocios para vincular proveedores mexicanos a sus cadenas de abastecimiento.
El impulso generado por todas estas acciones ya ha convertido a México en el principal productor de paneles solares de América Latina con una capacidad para construir placas con una potencia instalada de 737 MW al año. Además su situación de nexo entre Estados Unidos y América Latina lo convierte en un país estratégico.
Una de las empresas que se está beneficiando de esta expansión exterior es Solartec, una empresa líder en la producción de placas fotovoltaicas que en 2013 cruzó la frontera con Estados Unidos para abrir una fábrica en el Estado de Texas. Tres de sus proyectos más punteros son: la fabricación de medidores de electricidad solar, la creación de sistemas mixtos fotovoltaicos-termosolares que producen electricidad y calor en un mismo equipo, y un simulador solar que permite detectar cualquier defecto de fabricación de los paneles.
El sol, el viento y la innovación son los tres elementos que están ayudando a México a colocarse en la vanguardia de la fabricación de sistemas de energía renovables. Además, ProMéxico colabora para que la industria encuentre en el mercado exterior la oportunidad de exportar su conocimiento y atraer inversiones para que el país siga desarrollando proyectos de energías no contaminantes. Gracias a este esfuerzo, conseguirá un futuro más próspero y limpio para el país y para todas aquellas regiones que apuesten por tecnologías renovables mexicanas.
Con la colaboración de ProMéxico