Si Estados Unidos sigue cerrando reactores nucleares necesitará recurrir a combustibles fósiles para sustituirlos
Las emisiones de gases de efecto invernadero en Estados Unidos muestran una tendencia a la baja en los últimos años, principalmente porque cada vez hay menos centrales térmicas alimentadas por carbón (ver "Las energías eólica y solar han aumentado más del 950% en EEUU desde 2005"). Muy probablemente, en Estados Unidos el uso de carbón seguirá decayendo dada la abundancia de gas natural y los numerosos cierres de centrales de carbón previstos para los próximos años.
Pero un nuevo informe del Centro para Soluciones Energéticas y el Clima (antiguo Centro Pew para el Cambio Climático Global) sirve para recordarnos que la producción eléctrica mediante carbón no es la única que podría caer en los próximos años. Parece que la parte correspondiente a la energía nuclear también disminye y el consiguiente aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero podría poner en peligro las posibilidades del país de cumplir su compromiso de reducir, para 2020, las emisiones en un 17% respecto a los niveles de 2005. Una flota de reactores envejecidos, gas natural barato, incentivos a las energías renovables y otros factores económicos podrían dar lugar a una "ola de cierres de reactores en Estados Unidos en los próximos años", escribe el profesor sénior del Centro para Soluciones Energéticas y el Clima, Doug Vine.
El informe señala que en 2013 se cerraron cuatro reactores y está previsto que otro más lo haga este otoño, lo que representa un poco más del 4% de la capacidad nuclear total de EEUU. Dependiendo de cómo se sustituya esa capacidad para generar electricidad, sólo estos cierres podrían dar lugar a la emisión de unos 12 a unos 18,25 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono anuales, es decir la misma cantidad que emiten anualmente de 2 a 3,6 millones de vehículos de pasajeros, según el informe.
Ahora mismo existen cinco nuevos reactores en fase de construcción, pero el primero de ellos no estará listo hasta diciembre de 2015 como muy pronto, y los demás no entrarán en funcionamiento hasta 2017 o más tarde. Mientras tanto, es muy probable que la reducción en capacidad nuclear la suplan centrales de combustibles fósiles.
La energía nuclear suministró el 19% de la electricidad total en Estados Unidos en 2012 y representa el 60% de la electricidad generada en centrales que no emiten dióxido de carbono. Mientras que las emisiones totales asociadas con la energía nuclear son parecidas a las de la energía eólica o solar, al contrario que estas dos, las centrales nucleares pueden funcionar 24 horas al día, siete días a la semana, con lo que sirven para generar la electricidad base.
Para poder ver las cosas en perspectiva, piensa que el Centro para Soluciones Energéticas y el Clima calcula que en el caso de que la energía nuclear se sustituyera completamente por combustibles fósiles después de 2012, las emisiones añadidas desde entonces hasta 2025 serían de cuatro a seis mil millones de toneladas métricas. Es la misma cantidad que la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos quiere evitar en el mismo marco temporal gracias a estándares de eficiencia para los vehículos.