Cambio Climático
La crisis de la mayor solar de concentración del mundo pone en duda la tecnología
El bajo precio del gas natural y de la energía fotovoltaica en EEUU está impidiendo la expansión de la de concentración, y los responsables ven su salvavidas en los países extranjeros
Cuando se inauguró a finales de 2013, la masiva planta de energía solar concentrada Ivanpah en el desierto de California (EEUU) parecía representar el futuro de las energías renovables. Ahora, sus problemas subrayan los retos a los que se enfrenta la energía solar de concentración, que emplea espejos para concentrar y dirigir los rayos de Sol para generar vapor y electricidad.
La Comisión de Servicios Públicos de California acaba de dar al asediado proyecto Ivanpah, la instalación de energía solar concentrada más grande del mundo, un año para aumentar su producción energética para cumplir con sus compromisos de suministro con dos de las energéticas más importantes del estado (ver Una de las termosolares más prometedoras está al borde del cierre en solo dos años). La planta de 2.200 millones de dólares (unos 1.940 millones de euros) está diseñada para disponer de 377 megavatios de capacidad. Pero ha sido asediada por acusaciones de numerosas muertes de aves (supuestamente los pájaros reciben descargas de los feroces haces proyectados entre los espejos y la torre de colección; estas acusaciones han sido en gran parte desmontadas por los estudios de impacto medioambiental) y acusaciones de déficit de producción.
Afirmando que durante los últimos 12 meses la planta ha alcanzado el 97,5% de la producción anual contratada, los dirigentes de BrightSource consideraron los problemas de suministro como un elemento normal de la fase de arranque de la planta. Pero los problemas de Ivanpah se han unido al aplazamiento o cancelación de varios proyectos de gran impacto mediático como prueba de que la energía solar concentrada podría ser una tecnología en declive.
El año pasado, BrightSource canceló un proyecto de energía solar de concentración de 500 megavatios para el Condado de Inyo en California. Esa decisión siguió a la de 2014 del gigante nuclear francés Areva, que adquirió una start-up australiana de energía solar de concentración llamada Ausra en 2010, de salirse del mercado solar después de perder "decenas de millones" de dólares. Y la empresa española Abengoa, que ha desarrollado varios grandes proyectos de energía solar de concentración y recibió 2.700 millones de dólares (unos 2.400 millones de euros) en garantías de préstamo del Departamento de Energía de Estados Unidos, se encuentra en negociaciones para reestructurar sus deudas y está en peligro de convertirse en el mayor caso de quiebra en la historia de España.
La mayoría de estos proyectos cancelados han sido condenados por un factor común: el coste. Debido al bajo precio del gas natural y la continua bajada de los precios de la energía solar fotovoltaica, la energía solar de concentración se ha ido alejando del mercado debido a su precio. Estas plantas emplean miles de espejos para dirigir los rayos hasta una torre, donde calientan un líquido para generar vapor. Los espejos, conocidos como helióstatos, están motorizados para rastrear la trayectoria del Sol durante el transcurso del día. El proceso dispone de ciertas ventajas frente a la tecnología fotovoltaica, incluida una mayor eficiencia en cuanto a la cantidad de energía solar convertida en electricidad, pero en el entorno actual de bajo coste, simplemente resulta demasiado caro.
O al menos en Estados Unidos. Los ejecutivos de BrightSource y su rival SolarReserve señalan que numerosos proyectos están avanzando en otros países que carecen de un suministro de gas natural de bajo coste, sobre todo en Oriente Medio y África. China, que está invirtiendo miles de millones de yuanes (un yuan equivale a una décima parte de un euro) en planes de energía limpia para reducir su dependencia del carbón, tiene planes de construir al menos un gigavatio de capacidad solar de concentración durante los próximos años, y esa cifra podría crecer hasta alcanzar los 10 gigavatios. En el futuro, ambas empresas también tienen planes de añadir capacidad de almacenaje energético, en forma de sales fundidas, que puedan habilitar nuevas plantas para seguir generando electricidad hasta 10 horas mientras no brille el Sol.
Por ahora, según el CEO de SolarReserve, Kevin Smith, las condiciones del mercado en Estados Unidos les "han obligado a salir al extranjero". SolarReserve está desarrollando una planta de 100 megavatios en Sudáfrica, conocida como Redstone. Y BrightSource está construyendo una instalación de 121 megavatios, que incluirá la torre de recolección solar más grande del mundo, en Ashalim (Israel). "Hay que profundizar y mirar más allá de Estados Unidos", afirma Joe Desmond, el vicepresidente ejecutivo de Marketing de BrightSource.