Cambio Climático
La termosolar más grande del mundo marca el inicio de la nueva era solar de África
Noor 1 empezó a funcionar la semana pasada en el desierto del Sáhara, una región que se está convirtiendo en un campo de pruebas para este sector, también a pequeña escala
Foto: Los espejos solares de la planta Noor 1, cerca del pueblo de Marruecos Ouarzazate.
Tras una serie de retrasos, Marruecos inauguró su proyecto solar Noor 1 el 4 de febrero. Esta iniciativa supone el principio de lo que muchos observadores califican como una nueva era para la energía solar en el norte de África (ver Arranca la termosolar más grande del mundo mientras la industria cuestiona la tecnología).
Ubicada al borde del desierto del Sáhara a unos 75 kilómetros de Marrakech, Noor 1 es una planta de 160 megavatios de energía solar de concentración. Emplea medio millón de espejos parabólicos para dirigir los rayos de Sol hacia un líquido que se calienta hasta crear el vapor que alimenta las turbinas.
El proyecto, que costó casi 2.000 millones de dólares (unos 1.800 millones de euros), originalmente fue concebido como parte del plan Desertec para construir plantas similares por todo el Sáhara y exportar la electricidad a Europa. Pero se derrumbó en 2013, cuando los principales inversores europeos se echaron atrás. Noor 1 es la primera de tres fases de un plan para crear un complejo solar masivo, de 580 megavatios de capacidad, que podría ser el más grande del mundo. Forma parte de la ambición de Marruecos para generar el 42% de su energía a partir de fuentes eólicas y solares para 2020.
Aunque 600 millones de personas en África carecen de un acceso fiable a la electricidad, el continente se está convirtiendo en "campo de pruebas para la energía solar de vanguardia", según Quartz. Sobre todo a través de pequeños sistemas distribuidos que proporcionan iluminación y algo de electricidad a las viviendas. Un informe del Overseas Development Institute, de Reino Unido, concluye que la energía solar a pequeña escala podría proporcionar una fuente de alimentación asequible para la mayoría de los africanos para 2030, lo que al mismo tiempo reduciría el uso que se hace por todo el continente de sucios generadores de gasóleo.