A pesar de que hay cantidades masivas en todo el mundo, casi no se produce a escala comercial. México se posiciona en cuarto lugar
Estados Unidos no es el único país que dispone de recursos masivos de gas de esquisto: las formaciones de esquisto ricos en gas se pueden encontrar en todo el mundo. Pero hasta ahora ningún otro país se ha acercado ni siquiera a replicar el auge estadounidense que ha dado paso a gas natural relativamente barato y ha ayudado a frenar las emisiones anuales de dióxido de carbono.
Según los últimos cálculos de la Administración de Información Energética Estadounidense (EIA, por sus siglas en inglés), sólo dos países más – Canadá y China – están produciendo un volumen comercial de gas procedente de formaciones de esquisto, un proceso que recientemente se ha hecho viable gracias al desarrollo de tecnologías de fractura hidráulica y de perforación horizontal.
Sin embargo, la producción de estos países dista mucho de la de Estados Unidos. Aunque China, el mayor emisor anual de dióxido de carbono, casi dispone de tanto esquisto técnicamente recuperable como Estados Unidos según unas estimaciones recientes de la EIA, una geología difícil ha supuesto un obstáculo importante, y el país ha tenido que reducir sus metas a corto plazo de forma espectacular (ver China reduce a la mitad sus objetivos de gas de esquisto).
Este gráfico desglosa las mayores reservas globales de esquisto técnicamente recuperables por países.
Según la EIA, los desarrollos recientes indican que China cumplirá con el calendario establecido de producir unos 17 millones de metros cúbicos al día para finales de este año. En comparación, la producción estadounidense actual equivale aproximadamente 1.300 millones de metros cúbicos al día. Canadá, el segundo productor de gas de esquisto, produjo unos 113 millones de metros cúbicos al día durante el pasado año.
Méjico ha empezado a producir una pequeña cantidad de este gas, y Polonia, Argelia, Australia, Colombia y Rusia están explorando el potencial del desarrollo de recursos de petróleo y gas de sus propias formaciones de esquisto. Pero según la EIA, la "logística y las infraestructuras" necesarias para producir al nivel de Estados Unidos aún no existen en otros países, salvo en Canadá y China.