Nuevos datos muestran que la fabricación de sus productos cuesta más de 30 dólares (23 euros) por galón.
Amyris, una empresa que utiliza biología sintética para crear alternativas a los productos petrolíferos convencionales, decidió recientemente liquidar su negocio de biocombustibles y centrarse en la venta de productos de mayor valor, como por ejemplo cosméticos. Ahora está claro por qué lo hizo.
El informe de ganancias que la compañía emitió el pasado martes muestra lo lejos que está la empresa de hacer que los biocombustibles sean rentables, e ilustra su salida (por ahora) de ese negocio.
Poco después de su fundación, Amyris se propuso crear biocombustibles a partir de organismos modificados genéticamente y procesos químicos sencillos para convertir el azúcar en un tipo de aceite similar al diesel. Tuvo cierto éxito con la producción de biodiesel para autobuses en Brasil. Sin embargo, las sustancias químicas producidas por los microorganismos de la empresa se pueden utilizar para otras cosas, como por ejemplo cremas hidratantes y fragancias, que se venden a precios más altos.
El pasado martes, la compañía aseguró que el precio medio de venta de todos sus productos es de 7,7 dólares por litro (6 euros), o 29 (22) por galón, muy por encima del precio del diesel basado en petróleo. (En Brasil, el diesel cuesta alrededor de 1 dólar, o 0,77 euros, por litro).
El precio medio, apuntalado por el precio que pueden cobrar por las cremas hidratantes, es más elevado que el precio al que Amyris vende biodiesel. (No ha dado a conocer el precio exacto del combustible). Pero incluso 7,7 dólares por litro no es suficiente para que la empresa cubra gastos.
Según el informe de ganancias, Amyris perdió cerca de 95 millones de dólares (73 millones de euros) en el primer trimestre de 2012, en comparación con una pérdida de 33 millones (25 millones) durante el mismo período el año pasado. El director general de la compañía, John Melo, señaló que la empresa espera reducir los costes hasta llegar al punto de equilibrio a finales de año. Cree que esto se puede lograr haciendo hincapié en la mejora del proceso de producción de la compañía, por ejemplo cambiando las condiciones de fermentación, en lugar de mediante la mejora de los propios microorganismos.
Melo señaló que la necesidad de centrarse en las operaciones y poner fin a un "sesgo hacia la I+D", fue la razón por la cual reorganizó la compañía la semana pasada, prescindiendo de empleados tales como Neil Renninger, uno de los cofundadores de la compañía y su director de tecnología. (Renninger sigue siendo miembro de la junta).
Amyris sigue produciendo biodiesel, pero dejará de hacerlo a mediados de año, según afirmó la compañía el martes. También sigue trabajando en establecer asociaciones empresariales que permitirían la construcción de grandes plantas para la fabricación de combustibles en algún momento en el futuro, pero antes de nada, tratará de hacer que sus negocios de crema hidratante y fragancias sean rentables. Mientras tanto busca recaudar nuevos fondos este año para mantenerse a flote, principalmente a través de alianzas y acuerdos de colaboración.