Hace más de 30 años que no se extrae cobalto en Estados Unidos, pero su destacado rol en las tecnologías energéticas y de comunicación está cambiando este panorama.
En un informe diplomático publicado por Wikileaks el año pasado se mencionaba una mina de cobalto en la República Democrática del Congo. El documento revelaba que el Departamento Seguridad Nacional de Estados Unidos consideraba esta mina tan vital que su “inhabilitación o destrucción (...) tendría un impacto debilitador” sobre la seguridad del país o la economía nacional. Y eso es porque Estados Unidos es el mayor consumidor mundial de cobalto, pero no extrae ni un gramo de este material.
Ahora eso va a cambiar. La primera mina dedicada a la producción de cobalto abrirá en Idaho el año que viene, reflejando la creciente importancia del metal en las tecnologías de transporte, comunicación y energía. El cobalto se usa en las baterías recargables de aparatos sin cables y vehículos híbridos y en catalizadores para refinar el petróleo. La mitad de los 440 millones de dólares gastados en cobalto el año pasado en los Estados Unidos se dedicó a la fabricación de “superaleaciones” de metales resistentes al calor y a las altas presiones para fabricar compresores de motores de avión, cámaras de combustión y turbinas.
Hasta ahora, Estados Unidos ha dependido principalmente de las importaciones de cobalto refinado de China (el mayor productor mundial) y de Noruega, Rusia y Canadá. Además, una quinta parte de las 10.000 toneladas de cobalto que se consumieron en Estados Unidos en 2010 provinieron del reciclado de chatarra y catalizadores gastados. China, además de sus existencias locales, extrae cobalto de minas en la República Democrática del Congo, país que produjo la mitad de las 88.000 toneladas métricas de cobalto que se extrajeron en el mundo el año pasado. Zambia produjo un 13 por ciento adicional con Rusia y China produciendo un 7 por ciento cada una.
Sin embargo, esta diversidad geográfica oculta el hecho de que gran parte de las provisiones mundiales -posiblemente un tercio- está controlada por una única empresa y sus subsidiarias, Glencore, con sede en Suiza. “Quizá estemos traspasando nuestra dependencia del petróleo extranjero a una dependencia de materias primas clave extranjeras”, comenta Matthew Stepp, un analista de energías limpias en la Fundación para la Tecnología de la Información y la Innovación con sede en Washington D.C. (Estados Unidos).
Hace más de tres décadas que las minas de Estados Unidos no producen cobalto. Incluso entonces, se extraía como derivado de la extracción de mineral de cobre y de níquel, que sigue siendo como se produce la mayor parte del cobalto en el mundo hoy en día. Pero el cobalto será la principal materia prima extraída en el Proyecto Cobalto de Idaho, instalado cerca de Salmon, en Idaho. Se espera que la mina, que está siendo construida por la empresa de minerales canadiense Formation Metals, produzca 1.500 toneladas de cobalto de grado de superaleación cada año durante por lo menos los próximos 10 años. Eso representa aproximadamente el 3 por ciento de las extracciones anuales globales.
No muy lejos del Proyecto Cobalto de Idaho está la mina abandonada Blackbird, que cuenta otra historia sobre el cobalto: el récord de malas prácticas mineras en el oeste norteamericano. Los terrenos que ocupa la mina Blackbird almacenan 3,8 millones de rocas de desechos, una cantera de extracción al aire libre de 10,5 acres y dos millones de toneladas de relaves o escorias que liberaron tierra y sedimentos contaminados en los arroyos cercanos antes de que cerraran la mina a principios de los años 80.
Formation Metals afirma que está tomando medidas para proteger el medioambiente que rodea su mina. Sus aguas residuales serán tratadas y los relaves de la mina serán enterrados para impedir que el agua de lluvia arrastre metales pesados a la tierra y los arroyos. La empresa dice que medirá los niveles de cobalto en las aguas superficiales y tratará cualquier contaminación que surja. Y cuando se cierre la mina la mitad de los relaves volverán a la cantera y serán neutralizados, asegura Formation Metals. La empresa se ganó el apoyo de la Liga Conservacionista de Idaho por el diseño de la mina, sus medidas de seguridad y sus donaciones -más de 150.000 dólares en 2010- a proyectos dedicados a mejorar la cuenca del río Salmon.
Existen otros proyectos de minas de cobalto en estudio desde Michigan hasta Minnesota, hasta Baja California. La empresa minera Baja Mining Coprporation, por ejemplo, consiguió financiación en noviembre de 2010 para su proyecto Boleo en Baja (Estados Unidos), donde espera producir unas 1.700 toneladas de cobalto al año. Un treinta por ciento de esa mina es propiedad de un consorcio coreano; Corea del Sur es uno de los principales exportadores de baterías recargables a Estados Unidos.
Ya están en marcha nuevos proyectos de minería en Canadá y Australia Occidental y hay solicitudes para extraer materiales del fondo del océano, donde podrían existir otro millón de toneladas de cobalto. Con unos 15 millones de toneladas de cobalto identificados en el mundo, el suministro del mineral no preocupa a nadie y se espera que los precios se mantenga relativamente bajos por ahora. “Se prevé que en los próximos años el aumento del suministro global por parte de los productores ya existentes y de los nuevos proyectos supere el crecimiento del consumo”, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Pero estas previsiones podrían cambiar según aumenta la demanda de cobalto, sobre todo para las baterías de iones de litio, que requieren hasta diez veces más cobalto que las de litio. Y dichas previsiones no son aplicables en todos los casos porque los distintos grados de cobalto refinado varían en su disponibilidad. El cobalto de gran pureza que se usa en las superaleaciones y las prótesis, por ejemplo, es más difícil de obtener, según Robert Baylis, gerente de minerales industriales en la consultora Roskill. Muchas veces el cobalto refinado de China no cumple con los estándares de calidad necesarios para estos usos, una de las razones por las que Formation Metals tiene el incentivo económico de producir cobalto de gran pureza para usos domésticos.