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Cambio Climático

EE UU se vuelca con la tecnología de eliminación de CO2 con una inversión de más de 1.000 millones

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La medida representa un gran paso en el esfuerzo por absorber CO2 de la atmósfera y frenar el cambio climático

  • por James Temple | traducido por
  • 21 Agosto, 2023

El Departamento de Energía de EE UU anunció el 11 de agosto que invertirá 1.200 millones de dólares (1.105 millones de euros) en el desarrollo de centros regionales capaces de extraer y almacenar, al menos, un millón de toneladas métricas de CO2 al año. Este sería uno de los medios para combatir el cambio climático.

La medida es un gran paso adelante en el esfuerzo por establecer un mercado para eliminar el gas de efecto invernadero de la atmósfera mediante la utilización de máquinas de captura directa en el aire (DAC, por sus siglas en inglés).

Entre los primeros beneficiarios figura el Centro DAC del Sur de Texas, un proyecto de eliminación de CO2 ubicado en el condado de Kleberg y propuesto por Occidental Petroleum. También se beneficiará una unión de empresas entre Battelle, Climeworks y Heirloom para desarrollar instalaciones en el suroeste de Luisiana, llamada Centro DAC del Proyecto Cypress. Ambos proyectos se repartirán 1.100 millones de dólares (unos 1.007 millones de euros), y los 100 millones de dólares (92 millones de euros) restantes se destinarán a 19 estudios de ingeniería front-end o de planificación previa para proyectos en fases tempranas por todo EE UU.

Este anuncio representa el primer tramo de los 3.500 millones de dólares (3.206 millones de euros) de financiación asignados en virtud de la Ley Bipartidista de Infraestructuras para crear, al menos, cuatro centros regionales de DAC. En total, esos proyectos podrían multiplicar por 400 la capacidad mundial de eliminación de CO2, según una estimación de Carbon180, una organización sin ánimo de lucro que aboga por la eliminación y reutilización del CO2.

"Si la implantamos a gran escala, esta tecnología puede ayudarnos a avanzar hacia nuestros objetivos de cero emisiones netas, mientras nos centramos en desplegar, desplegar y desplegar más energía limpia a su vez", afirma Jennifer Granholm, secretaria de Energía de EE UU, que reveló los detalles del programa durante una llamada con periodistas.

Sin embargo, la inclusión de Occidental Petroleum, un gigante de los combustibles fósiles, puede resultar controvertida. En marzo, Vicki Hollub, la CEO de la empresa, declaró en una conferencia sobre petróleo y gas que las plantas de captura directa del aire (DAC) contribuirán a "preservar nuestra industria a lo largo del tiempo". Esto refuerza los temores de los grupos ecologistas de que la eliminación del CO2 pueda ampliar la licencia social para que las petroleras sigan operando durante décadas.

Un equilibrio radical

Las DAC suelen utilizar grandes ventiladores para aspirar el aire ambiental y atrapar las moléculas de CO2 mediante disolventes líquidos o absorbentes sólidos. Aunque a menudo se confunden, esta difiere de la tecnología de captura de CO2 que impide que las emisiones salgan de una central eléctrica o una instalación industrial.

Dada la cantidad de CO2 que el mundo ya ha bombeado a la atmósfera, cada vez son más los estudios que indican que los países podrían retirar miles de millones de toneladas de CO2 al año para mantener a raya el cambio climático. Y todo ello si se reducen de manera radical las emisiones de gases de efecto invernadero.

La cantidad que deberá eliminarse a escala mundial dependerá de cuánto añadamos y cómo responda el clima. Según algunas estimaciones, los países tendrán que retirar unos 10.000 millones de toneladas al año a mediados del siglo XXI para tener una oportunidad de evitar que el planeta se caliente más de 2 °C.

Es una cifra desalentadora. Harían falta 10.000 centros DAC con la capacidad de los financiados el 11 de agosto para alcanzar dicha cifra. Los investigadores y las startups exploran una amplia variedad de posibles formas de aumentar la eliminación de CO2. Esto incluye a las plantas de ingeniería que absorben más CO2, la dispersión de minerales que atrapan el gas de tierras y mares, así como el enterramiento o hundimiento de la biomasa. Aunque los enfoques varían mucho en cuanto a fiabilidad, durabilidad, escalabilidad, peligros medioambientales, riesgos técnicos y costes.

La ventaja de las fábricas DAC que apoya el Departamento de Energía es que la eliminación de CO2 es fiable y cuantificable. A su vez, el gas de efecto invernadero capturado puede almacenarse de forma permanente y segura para inyectarse en profundos pozos geológicos. Siempre que se haga de manera correcta.

El gran problema, sin embargo, es su precio. En la actualidad, retirar y almacenar una tonelada de CO2 cuesta, como mínimo, cientos de dólares. Incluso si los costes de eliminación bajaran a 100 dólares (92 euros) por tonelada, como se espera, absorber 10.000 millones de toneladas supondría una inversión anual de 1 billón de dólares.

"Es una cifra que solo pueden pagar los gobiernos federales", afirma Jack Andreasen, responsable de Política de Gestión del Carbono de Breakthrough Energy.

El Departamento de Energía calcula que solo EE UU necesitará eliminar del aire, o capturar de las plantas, entre 400 y 1.800 millones de toneladas métricas de CO2 al año para alcanzar su objetivo de cero emisiones netas en 2050.

Teniendo en cuenta estos costes y escalas, el sector de la eliminación del CO2 nunca podrá mantenerse por sí mismo. Ya que tiene poco valor comercial, sobre todo, cuando el uso final del carbono es enterrarlo bajo tierra.

Una parte del CO2 eliminado podría reutilizarse en productos como combustibles, productos químicos y cemento, pero no una cantidad de 10.000 millones de toneladas al año. Por tanto, la eliminación de CO2 tendrá que apoyarse como un bien público, en gran parte financiado, incentivado u ordenado por el gobierno para mitigar los peligros del cambio climático.

Por eso, a principios de agosto, el Departamento de Energía confirmó por separado que está tomando medidas para destinar 35 millones de dólares (32 millones de euros) a la compra de productos para la eliminación del CO2. Esta cantidad podría proceder de los centros DAC que ayuda a crear y otras fuentes "coherentes con los objetivos" de sus programas. Aunque en la actualidad el esfuerzo federal en materia de adquisiciones es pequeño, varias fuentes del sector esperan que este pueda ser el punto de partida de un programa mayor.

“Establece un futuro donde el gobierno de EE UU podría ser uno de los mayores compradores de CO2 del mundo", afirma Andreasen.

En la misma declaración de intenciones también se revelaron las próximas oportunidades de financiación para otros enfoques de eliminación del carbono, como los que se basan en la biomasa, los minerales y los océanos para capturar el gas de efecto invernadero.

“El gobierno federal apoya el desarrollo de la industria DAC y actúa como cliente de esta, dos factores que serán cruciales para el desarrollo del sector", afirma Sasha Stashwick, directora de Política de Carbon180.

"Es una gran oportunidad para definir cómo son los proyectos de eliminación de CO2 que tienen éxito, y generar el impulso que necesitamos", afirma Stashwick.

Los centros DAC

Otros proyectos en fase inicial también han recibido hasta 3 millones de dólares (2,7 millones de euros) en el marco del programa de los centros de captura directa de aire del Departamento de Energía. Por ejemplo, un proyecto de investigación de General Electric para evaluar la viabilidad de un proyecto en el área metropolitana de Houston (Texas), una iniciativa de la Universidad Northwestern (Illinois) para utilizar la energía nuclear como apoyo para eliminar CO2en el Medio Oeste; así como una propuesta de Fervo Energy para establecer instalaciones DAC alimentadas por energía geotérmica en el suroeste de Utah.

Battelle, una empresa I+D sin ánimo de lucro y con sede en Ohio, supervisará el desarrollo del centro DAC en Luisiana. Climeworks (Suiza) y Heirloom (California) han adoptado distintos enfoques técnicos para la eliminación del CO2, por tanto, actuarán como proveedores de tecnología para el proyecto.

Occidental Petroleum trabajará con Carbon Engineering de Squamish (Columbia), una de las primeras empresas de CO2, para desarrollar el centro DAC en Texas. Las empresas ya han empezado a desarrollar otro proyecto de eliminación de dióxido de carbono en la cuenca del Pérmico, rica en petróleo. En ese caso, parte del gas de efecto invernadero capturado se utilizará para ayudar a liberar más combustibles fósiles de los pozos ya existentes. Una práctica controvertida, denominada recuperación mejorada de petróleo (EOR, por sus siglas en inglés).

La empresa también podrá utilizarlo para producir "petróleo neto cero" o proporcionar créditos de eliminación de CO2 por las toneladas que se secuestren bajo tierra, en función de las preferencias del cliente, según aseguró un portavoz. Pero todo el CO2 capturado en el centro DAC del sur de Texas, respaldado por el Departamento de Energía, se secuestrará bajo tierra.

Los grupos ecologistas han criticado esta técnica de recuperación mejorada de petróleo, pues señalan que extraer CO2 solo para liberar más combustible fósil ralentiza los avances en la lucha contra el cambio climático. Esto mantiene a las empresas petroleras y gasísticas. También temen que los centros DAC puedan perjudicar a las comunidades y al medio ambiente, si los pozos tienen fugas o la infraestructura asociada sirve también de apoyo a proyectos de captura de carbono que prolongan la vida de las centrales eléctricas de combustibles fósiles. Esas instalaciones, que emiten otros contaminantes, suelen situarse cerca de comunidades pobres o marginadas.

Tras anunciarse en 2022 el plan para crear centros DAC, la Alianza por la Justicia Climática calificó el programa de "apuesta peligrosa que pone en mayor riesgo a las comunidades de primera línea".

"Para tener un efecto significativo sobre las concentraciones mundiales de CO2, [la captura directa en el aire] tendría que llevarse a cabo a gran escala, con la necesidad de grandes cantidades de agua y energía, que suscitan preocupaciones de justicia medioambiental sobre los impactos tóxicos de los absorbentes químicos utilizados en el proceso", aseguró el grupo en una declaración anterior. "Una vez que se han gastado enormes cantidades de energía para eliminar el CO2, existe el problema de qué hacer con él, lo que devuelve las cuestiones inherentes del almacenamiento o la reutilización".

Estos temores se vieron reforzados por declaraciones recientes de ejecutivos de la industria del petróleo y el gas. Hollub, de Occidental Petroleum, afirmó en la conferencia del pasado marzo que la tecnología DAC "da a nuestra industria una licencia para continuar operando durante los [próximos] 60, 70 u 80 años que será muy necesaria".

Asimismo, Darren Woods, CEO de ExxonMobil, calificó esta tecnología de "santo grial" en una entrevista con la CNBC.

Sin embargo, los responsables del Departamento de Energía subrayaron que el CO2 extraído en los dos nuevos centros se almacenará bajo tierra. También afirmaron que el objetivo general del gobierno de Biden es abandonar los combustibles fósiles y reducir las emisiones climáticas del país.

El Departamento también ha insistido desde el principio en que los promotores de los proyectos financiados deberán colaborar con las comunidades, identificar y abordar los posibles daños medioambientales, y desarrollar la mano de obra local. Se espera que ambos proyectos creen unos 4.800 puestos de trabajo.

"Estos centros [DAC] nos ayudarán a demostrar el potencial de esta tecnología revolucionaria para que otros puedan seguir sus pasos", afirma Granholm. "Para nosotros, es 'Bideneconomía' en acción: inversiones inteligentes en nuestras industrias, nuestros trabajadores y nuestras comunidades para construir la economía de energía limpia de EE UU desde el centro hacia fuera y desde abajo hacia arriba".

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