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Cambio Climático

Menos velocidad: la ONU marca un objetivo de cero emisiones para los grandes buques

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Barcos más lentos y nuevos combustibles podrían ser parte de la solución

  • por Casey Crownhart | traducido por
  • 21 Julio, 2023

Los buques de carga que surcan los océanos del mundo son vitales para la economía global. Desde los plátanos que están en su encimera hasta el coche que tiene en su entrada pueden haber viajado en uno de estos transportes de mercancías en algún momento.

Sin embargo, todos esos viajes provocan mucha contaminación. El sector mundial del transporte marítimo es responsable de más de 1.000 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero al año, cerca del 3% de la cantidad total mundial.

La Organización Marítima Internacional (OMI) de la ONU acordó el pasado 7 de julio fijar el objetivo de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para el transporte marítimo mundial "en torno a 2050". El concepto cero emisiones netas significa suprimir todas las fuentes de emisiones contaminantes, o encontrar formas de equilibrarlas, como la eliminación del carbono. Fijar una fecha como objetivo para que las emisiones se equilibren hasta llegar a cero es un gran paso para una industria a la que a menudo se tilda como difícil de descarbonizar. Pero los expertos afirman que el sector dispone de herramientas más que suficientes para alcanzar, e incluso superar, los nuevos objetivos fijados por la OMI.

El nuevo acuerdo establece puntos de control en el camino hasta 2050. Las emisiones deben ser al menos un 20% inferiores a los niveles de 2008 para el año 2030, y al menos un 70% inferiores para 2040. El acuerdo también establece que las fuentes de energía de bajas emisiones deben representar al menos el 5% de la energía utilizada en el transporte marítimo para 2030.

Aunque 2030 se acerca rápidamente, puede que el sector reduzca sus emisiones a tiempo, según afirma Bryan Comer, responsable del programa marítimo del Consejo Internacional de Transporte Limpio. "No es técnicamente difícil limpiar o descarbonizar el sector, la dificultad se encuentra desde el punto de vista político".

De hecho, la industria podría cumplir el nuevo punto de control de 2030, sobre todo, al reducir la velocidad de los buques, asegura Comer. Ya que un barco que viaja más despacio necesita menos combustible y esto reduce las emisiones. Lo mismo sucede con los coches, por tanto, si quieres ahorrar dinero en gasolina, plantéate reducir la velocidad.

Hay otras opciones sobre la mesa para reducir aún más las emisiones, afirma Faïg  Abbasov, director de Transporte Marítimo de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E, por sus siglas en inglés).

Una posible vía es utilizar el viento para impulsar los barcos. Tanto las startups como las grandes compañías están trabajando para añadir velas, cometas y rotores especiales que ayuden a impulsar los barcos. Aprovechar la ayuda del viento solo es posible para aquellos buques que disponen de espacio en cubierta para añadir equipos, pero esta técnica puede reducir la demanda de combustible, al disminuir también los gases de efecto invernadero emitidos en un viaje.

Los nuevos combustibles también podrían desempeñar un papel importante. Aunque la mayoría liberan gases de efecto invernadero al ser quemados, la producción de biocombustibles y combustibles sintéticos puede extraer carbono de la atmósfera. En el caso de los biocombustibles, las plantas absorben CO2 a medida que crecen. Mientras los combustibles sintéticos pueden fabricarse utilizando  CO2 extraído de la atmósfera mediante captura directa del aire. El resultado en ambos casos es reducir, o incluso eliminar, la cantidad total de emisiones que llegan a la atmósfera. Y muchos de estos combustibles podrían funcionar con los motores ya existentes.

Al combinar velocidades más lentas, asistencia eólica y combustibles de bajas emisiones, el sector del transporte marítimo podría reducir sus emisiones casi un 50% para 2030, según un estudio publicado en junio por CE Delft, la consultora medioambiental. El estudio fue encargado por varios grupos ecologistas, entre ellos, la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente.

Los cambios aumentarían los costes de transporte entre un 6% y un 14% respecto a los niveles actuales. Pero esos costes palidecen en comparación con los daños previstos del cambio climático, recuerda Abbasov.

Los dos siguientes hitos, en 2040 y 2050, podrían ser más difíciles de alcanzar. Las mejoras de la eficiencia y las medidas operativas no bastarán para que el transporte marítimo mundial alcance las emisiones netas cero en 2050. La descarbonización del transporte marítimo es una tarea multimillonaria que requerirá avances tecnológicos, como el uso generalizado de combustibles de emisiones bajas o nulas, como el hidrógeno verde, el metanol y el amoníaco. En gran medida, aún no se ha demostrado su eficacia ni se ha adoptado en operaciones comerciales.

Según Madeline Rose, directora de Clima de Pacific Environment, un grupo ecologista que ha estado presente en las negociaciones, lo que está en juego es la descarbonización de la economía mundial. Y esta incluye al transporte marítimo: "Tuvimos el 4 de julio más caluroso jamás registrado. Hemos tenido inundaciones y olas de calor en China, olas de calor e inundaciones en España. Estamos viendo en directo la ciencia climática de la que se nos ha advertido".

Rose y otros expertos criticaron a la OMI por no ir lo suficientemente lejos en su fijación de objetivos. El Acuerdo de París, un pacto de la ONU aprobado en 2015, fijó el objetivo de limitar el calentamiento global total muy por debajo de 2 °C sobre los niveles preindustriales, e idealmente por debajo de 1,5 °C. Los objetivos son arbitrarios, en cierto modo, ya que cualquier calentamiento adicional tendrá consecuencias para el planeta. Pero, desde que se establecieron, también han sido fundamentales para la política climática.

Alcanzar cualquiera de los objetivos contra el calentamiento global exige reducir las emisiones en todos los sectores, desde el transporte a la generación energética y la industria pesada. Según un análisis del Consejo Internacional de Transporte Limpio, el objetivo de cero emisiones netas fijado por la OMI para 2050, junto con los puntos de control a corto plazo, deberían bastar para que el sector contribuya a mantener el calentamiento por debajo de 2 °C. Sin embargo, según otro análisis del ICCT, la fecha para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas tendría que retrasarse hasta 2040 para que el sector pudiera seguir el ritmo de un plan que limite el calentamiento por debajo de 1,5 C.

"Estamos descorazonados y decepcionados debido a que los países no hayan podido acordar unos objetivos firmes de 1,5 °C", reconoce Rose.

A continuación, la OMI pretende imponer nuevas medidas que ayuden al sector a alcanzar sus objetivos autoimpuestos, entre ellas, una reducción gradual de las emisiones permitidas de los combustibles. Además de algún tipo de medidas económicas que pondrían precio a las emisiones de gases de efecto invernadero.

Esas negociaciones tampoco serán sencillas. Algunos países, entre ellos China, Argentina y Brasil, se opusieron a un objetivo de emisiones netas cero para 2040 en las negociaciones de la OMI. Y China se ha opuesto firmemente a las medidas económicas que se están estudiando, incluido un gravamen sobre las emisiones.

El primer objetivo amplio de cero emisiones netas del sector naval no es el fin de las conversaciones, afirma Comer, pero "establece el objetivo final de forma realmente clara".

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