Cambio Climático
Optimismo con cautela sobre la transición energética en la conferencia de Bill Gates
Durante la conferencia sobre energía organizada la semana pasada en Seattle, Bill Gates, John Kerry y Jennifer Granholm valoraron de la fuerte inversión en proyectos de energía limpia, pero advirtieron que la coyuntura internacional, así como la falta de agilidad en la aprobación de iniciativas sostenibles, son un freno
Bill Gates, John Kerry y la secretaria de energía de EE UU, Jennifer Granholm, se mostraron positivos en la conferencia sobre energía organizada la semana pasada en Seattle (EE UU) por Breakthrough Energy, el fondo de riesgo centrado en el cambio climático del magnate empresarial. Sin embargo, lo hicieron con algunas advertencias.
La política del Gobierno de EE UU está acelerando los proyectos de energía limpia. El coste de las energías renovables sigue cayendo, mientras ingentes sumas de dinero de capital público y privado se están invirtiendo en las tecnologías climáticas.
Aun así, estos avances no se han traducido en grandes reducciones en la contaminación por los gases de efecto invernadero. Además, los conflictos geopolíticos y los obstáculos económicos a nivel mundial complican los esfuerzos para mantener el aumento de las temperaturas globales bajo control.
Gates se centró en gran medida en las inversiones prometedoras y las tendencias de la industria que ha notado. Admitió que él y otros inversores en su fondo inicial de 1.000 millones de dólares, que incluye a personas como Jeff Bezos y al presidente de Kleiner Perkins, John Doerr, estaban preocupados cuando empezaron en 2015 pensando que no encontrarían suficientes start-ups prometedoras para invertir en ellas. No obstante, la compañía ya ha respaldado a más de 100 empresas que se dedican al almacenamiento de energía de larga duración, a las alternativas a la carne, edificios eficientes, acero limpio y otros medios para reducir las emisiones.
Gates asegura estar "asombrado" por el progreso que ha visto en algunos de los desafíos técnicos más difíciles del cambio climático en los últimos siete años. Breakthrough Energy cerró su segundo fondo de mil millones de dólares en 2021, y Gates afirma que la empresa planea "hacer varios más". También ha ampliado su misión más allá de las inversiones impulsando políticas, creando becas y apoyando otros esfuerzos climáticos.
El magnate ha señalado que las inversiones de capital de riesgo en energía limpia, que se encontraban en su punto más bajo allá por 2015, han vuelto con fuerza y que el coste de la energía eólica y solar y de las baterías de iones de litio ha seguido cayendo en picado.
En la charla posterior, la secretaria de energía de EE UU, Jennifer Granholm, habló de las tres nuevas leyes estadounidenses: la Ley de Reducción de la Inflación, la Ley de Ciencia y CHIPS y la Ley de Inversión en Infraestructura y Empleo.
Granholm los describió como "algo revolucionario" que acelerará el cambio de la nación hacia la energía limpia e impulsaría la economía de EE UU, y agregó que ya habían comenzado a destinar miles de millones de dólares en las inversiones de capital privado en las instalaciones de fabricación de EE UU.
La secretaria de energía de EE UU ha asegurado, además, que el Departamento de Energía de EE UU está trabajando para poner en marcha la construcción de centros de hidrógeno con bajas emisiones de carbono, proyectos de almacenamiento de energía en la red y plantas para absorber el dióxido de carbono del aire, creando un "puente hacia la rentabilidad" para estas industrias emergentes.
Sin embargo, a pesar de todo el progreso que se ha producido, todavía existen obstáculos importantes para reducir las emisiones de manera rápida para evitar los peores peligros del cambio climático.
Gates indicó que una mirada detenida al progreso de las naciones hacia los objetivos de las emisiones a corto plazo bajo el Acuerdo del Clima de París (Francia) dejaría a la gente "muy deprimida". De hecho, las emisiones globales marcaron un nuevo récord el año pasado y han seguido aumentando durante gran parte de 2022.
El cofundador de Microsoft también calificó de "irrisorio" pensar que EE UU construiría una red eléctrica limpia para 2035, a pesar de las decenas de miles de millones de dólares destinados a los proyectos eólicos y solares, de que se trata de un objetivo declarado por la administración de Joe Biden.
Principalmente, culpó a los desafíos significativos para permitir y aprobar las líneas de transmisión de largo alcance, que según los estudios resultan cruciales para una red nacional moderna y fiable alimentada principalmente por las energías renovables. Puede llevar fácilmente más de una década aprobar dichos proyectos, ya que cruzan las jurisdicciones de varias ciudades, condados y estados. Muchos acaban rechazados por completo, a pesar de que prometen reducir las emisiones o proporcionar electricidad más asequible a los hogares.
Un reciente proyecto de ley federal que incluía disposiciones para agilizar tales aprobaciones no logró su aprobación en el Congreso de EE UU.
El responsable presidencial de EE UU para el clima, John Kerry, se hizo eco de estas preocupaciones en la rueda de prensa al final del día del pasado martes, y enfatizó la necesidad de aprobar la reforma de permisos cuando el Congreso vuelva a su actividad.
"No hay forma de cumplir con nuestras metas si la aprobación de este tipo de proyectos se demora 10 años", advirtió.
Cuando se le preguntó cómo el aumento de la inflación, el deterioro de la economía global y la crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania complicaban los esfuerzos de las naciones para cumplir y aumentar los objetivos de las emisiones antes de la conferencia climática de la ONU del próximo mes en Egipto, Kerry respondió: "La invasión de Putin de otro país ha tenido un impacto en la situación económica general, a nivel mundial". Ha disparado los precios de la energía y empeorado la creciente inflación, poniendo a los estados en una "situación difícil", reconoció Kerry.
Mientras las naciones se esfuerzan por satisfacer sus necesidades energéticas inmediatas, el conflicto ha restringido el suministro de gas natural y ha hecho que la demanda de carbón vuelva a alcanzar un máximo histórico establecido hace una década. Existe una creciente preocupación sobre cómo les irá a los europeos en los próximos meses de invierno a medida que bajan las temperaturas, y los expertos temen que el aumento de los costes y la escasez de suministros retrasen el progreso hacia los ambiciosos objetivos climáticos de la Unión Europea.
Pero Kerry cree que la crisis pasará y está alentado por la aprobación de las recientes políticas, así como por la gran cantidad de capital de riesgo que se mueve hacia la energía limpia. El responsable presidencial de EE UU también expresó optimismo en general, aunque muy matizado.
"Estoy seguro de que llegaremos a una economía baja en carbono/sin carbono, a la economía de energía limpia", aseguró Kerry, quien también reconoció que "no estoy convencido de que lleguemos a tiempo para evitar las peores consecuencias de lo que podría ocurrir en nuestro planeta como resultado de la crisis climática".
Gates terminó con un espíritu bastante más positivo. Mantiene la esperanza de que el mundo comience a acelerar significativamente las reducciones de emisiones en los próximos años, a medida que el sector privado y el Gobierno continúen reduciendo el coste de las tecnologías limpias. Y agregó que, para mantener a los activistas, empresarios, investigadores y otros involucrados en la solución de grandes problemas, resulta crucial señalar el progreso que estamos consiguiendo en áreas que darán frutos reales para el clima.
"No se puede permitir que la gente se dé por vencida", concluyó.