El banco global presenta una oferta de servicios y soluciones destinada a apoyar a las compañías de alto crecimiento innovadoras y disruptivas. La propuesta se adapta a las necesidades de la empresa tanto en su fase inicial, así como en el camino a convertirse en una gran corporación
La innovación y la transformación tecnológica no pierden la capacidad para seguir atrayendo inversión y talento. En España, por ejemplo, la edad media de las compañías emergentes aumentó de 2,5 años en 2020, a 2,7 años en 2021. Mientras tanto, en Latinoamérica, el ecosistema emprendedor e innovador sigue creciendo y, en 2022, ya se contabilizan más de 25 unicornios, compañías con una valoración superior a 1.000 millones de dólares antes de su salida a bolsa.
Estos datos son el caldo de cultivo idóneo para que fondos de capital privado sigan apostando por empresas disruptivas, así como una llamada a la acción para que entidades como BBVA orienten sus esfuerzos a ofrecer una gama de servicios adecuada a las necesidades de compañías emergentes para apoyarlas en su camino innovador.
Bajo esta última idea acaba de nacer BBVA Spark, una unidad de negocio liderada por Roberto Albaladejo que pretende reforzar el posicionamiento de la entidad como el "banco para las empresas del futuro", es decir, compañías como start-ups o scale-ups, que pueden encontrarse en etapas diferentes, pero que tienen como denominador común "la apuesta por la innovación y la tecnología como una parte clave de su modelo de negocio", tal y como explicó Albaladejo, durante la presentación de esta nueva área.
Esta apuesta se sustenta sobre la base del crecimiento de un sector en auge. El ecosistema de innovación crecerá hasta los 200 billones de dólares (unos 198 billones de euros al cambio), según ARK Investment Management LLC, empresa estadounidense de gestión de activos. Con estas predicciones en el horizonte, BBVA ha decidido abrir esta línea de negocio para emprendedores y start-ups en dos países que cuentan con ecosistemas de emprendimiento e inversión maduros y donde la entidad tiene una presencia relevante: España y México.
El primero, ha multiplicado por 20 el valor del ecosistema emprendedor, pasando de los 4.300 millones de euros en 2012 a los 83.000 millones de euros en 2022, mientras que la inversión de venture capital en empresas con componentes tecnológicos ya supera los 4.000 millones de euros, según datos del Observatorio de Start-ups. En México, segundo ecosistema emprendedor de Latinoamérica según StartupBlink, la inversión de capital privado superó en 2021 los 3.500 millones de euros.
En ambos enclaves, Spark nace con 500 clientes y con el respaldo de un equipo multidisciplinar que abarca desde especialistas en banca de inversión hasta expertos en trabajos junto a start-ups.
Foto: Roberto Albaladejo y David Puente, presentan BBVA Spark. Crédito: BBVA.
La oferta 360º de BBVA para el emprendimiento innovador
BBVA es uno de los principales bancos que ha colocado la innovación y la transformación tecnológica como motor de cambio. A modo de ejemplo, según datos de la entidad, la captación digital de nuevos clientes creció en un 47% más en 2021, respecto a 2020.
Esta evolución permite la puesta en marcha de proyectos como Spark, que ofrece una propuesta integral y da respuesta a uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan a diario start-ups o scale-ups, la financiación. De hecho, en Estados unidos, este desafío ha llevado a una ola de compras en Estados Unidos.
"Estamos viendo una aceleración vertiginosa de la innovación gracias a empresas de nueva creación que van a cambiar el modo en el que se opera en muchos sectores", ha indicado, por su parte, David Puente, responsable global de Client Solutions de BBVA durante la presentación de Spark, que ha puntualizado: "Sin embargo, estas empresas están condicionadas por la capacidad de levantar capital privado".
BBVA Spark no se alza como un fondo de inversión, pero pone a disposición de compañías de alto crecimiento modelos como venture debt, una fórmula que ofrece a los fundadores de las empresas mantener su participación accionarial en rondas de financiación privada. Por otro lado, también integra productos como growth loans, para impulsar el crecimiento de las empresas en fases más avanzadas y permitir, por ejemplo, su expansión a nuevos mercados.
En este proceso, BBVA integra en Spark el área que decide la estrategia de inversión en fondos de capital riesgo y "aporta una posición de ventaja y de acceso a numerosas gestoras", tal y como explicaba Albaladejo. De este modo, la entidad se convierte en un puente que conecta a emprendedores con futuros socios que pueden ayudar a desarrollar su empresa.
Dejando a un lado la financiación e inversión, la nueva unidad de negocio de BBVA se apoya en productos para empresas como nóminas, tarjetas o seguros, así como el acceso al ecosistema de innovación abierta de la compañía, un espacio donde el banco permite conectar a diferentes actores del ecosistema emprendedor y que da pie a futuras alianzas y colaboraciones.
En definitiva, la apuesta de BBVA con Spark es la muestra más reciente del cambio de perspectiva de las entidades bancarias respecto al ecosistema innovador. La combinación de la oferta de los bancos, unido al gen transformador de las start-ups es un binomio que dibuja el futuro del emprendimiento y que posibilita, en palabras de Albaladejo, "generar relaciones a largo plazo".