El desastre expone una dependencia excesiva de los preventores de reventones que durante mucho tiempo lleva siendo desacreditada por los expertos de la industria.
El flujo incesante de petróleo crudo de un pozo frente a la costa de Luisiana habla de "la tiranía de la distancia y la tiranía de la profundidad", según el almirante de la Guardia Costera Thad Allen, nombrado por el presidente Obama la semana pasada para ser comandante de incidencia nacional y tomar el control de los esfuerzos de respuesta de BP.
Allen ha ampliado los ya extensos esfuerzos para dispersar, espumar, y bloquear el petróleo que sube a la superficie desde el destruido pozo de la torre de perforación Deepwater Horizon el mes pasado. No obstante, señaló ante la prensa este fin de semana que su trabajo más importante es detener el flujo de nuevo petróleo al mar--un proceso complejo y arriesgado en las profundas aguas de una milla donde excavaba la Deepwater Horizon.
La fuga de petróleo también revela una dependencia excesiva de una pieza de equipamiento de la que los expertos del sector y los académicos llevan advirtiendo desde hace casi una década: El preventor de explosiones, o BOP, que constituye la línea principal de defensa de la industria contra los derrames de petróleo en aguas profundas.
Los expertos del sector señalan que los BOPs serán la parte protagonista dentro de una revisión de la tecnología de perforación mar adentro solicitada por Obama la semana pasada, que se completará este mes, antes de autorizar cualquier perforación adicional. "Probablemente asistamos a un examen minucioso y a un cambio tecnológico", afirma Paul Bommer, catedrático de ingeniería petrolera en la Universidad de Texas, en Austin.
El BOP de la Deepwater Horizon es una serie de cilindros hidráulicos de 450 toneladas que se extiende por la cabeza del pozo, justo por encima del fondo del mar. Cuando el pozo estalló el mes pasado, enviando petróleo y gas natural por el pozo, la señalización por parte de los operadores del equipo de perforación o la pérdida de comunicación con la superficie debería haber liberado automáticamente la presión neumática almacenada en los tanques del BOP, haciendo que se cortase la tubería del pozo automáticamente y cerrando el pozo.
BP ha estado utilizando vehículos manejados por control remoto en un vano intento por activar las válvulas del sistema de control del BOP de la Deepwater Horizon. Algunos expertos afirman que la carencia de un dispositivo de activación acústico del BOP de la Deepwater Horizon, que permite el control remoto de los BOPs de algunas plataformas, probablemente no tuvo ningún impacto en este caso. Bommer señala que un activador acústico simplemente habría enviado la misma señal que los vehículos accionados a distancia han empezado a enviar, aunque varios días antes.
Un segundo equipo se ha posicionado en el lugar de escape para iniciar la única medida de reserva que ha demostrado su validez dentro de la industria tras una explosión de un pozo submarino: saltarse el BOP con la perforación de un nuevo pozo o pozos que se crucen entre sí y bloqueen la fuga. Por desgracia la perforación de un pozo de alivio toma de dos a tres meses.
El retraso no se debe a la necesidad de una alta precisión. La intersección de una tubería de siete pulgadas de ancho desde varios kilómetros de distancia se encuentra dentro de las capacidades de telemetría de los equipos de perforación en alta mar. Por el contrario, el pozo tardará meses debido a su profundidad: BP tiene previsto perforar 18.000 pies de roca para llegar hasta cerca del fondo del pozo de la fuga.
Andy Radford, ingeniero de petróleo y principal asesor político de cuestiones en alta mar en el Instituto Americano del Petróleo, un grupo comercial de Washington, afirma que BP necesita realizar perforaciones profundas para crear un pozo de alivio con masa suficiente para contrarrestar la fuerza del flujo de petróleo. "La presión sube por el pozo al producirse la formación. Hablamos de miles de libras por pulgada cuadrada subiendo por el agujero. Necesita ser capaces de superar esa presión con los fluidos bloqueantes. Cuanto más profunda sea la intersección, menos presión de bomba necesitamos para superar la presión que sale por el pozo", asegura Radford.
En el peor de los casos, la fuerza de un pozo de alivio será insuficiente, lo que requerirá la perforación de un segundo pozo, retrasándolo todo aún más.
Mientras tanto, BP y sus socios de la industria están considerando una serie de esfuerzos alternativos que nunca se han probado en condiciones de aguas ultra profundas (1.500 metros o más de profundidad del agua). Estas incluyen la colocación de una estructura en forma de embudo sobre las filtraciones y la succión a un barco en la superficie, el bombeo de dispersantes químicos en la fuga para disolver el petróleo y evitar que llegue a la superficie, y un cierre en el tubo vertical quebrado que sube de la boca de pozo.
Allen asegura que todas estas ideas son prometedoras, aunque la última es la más arriesgada, ya que podría interferir con los cierres existentes en la tubería y de hecho aumentar el flujo de petróleo varias veces. El flujo se estima en aproximadamente 5.000 barriles por día actualmente.
¿Por qué no fueron validados estos métodos alternativos antes de este accidente? "Es algo que estoy seguro nos detendremos a analizar", afirma Radford.
Si bien la profundidad de las fugas del Deepwater Horizon no tienen precedentes, no han sido algo inesperado. Un informe de la consultora de ingeniería URS Corp. en 2002 concluyó que "Las tecnologías utilizadas en aguas poco profundas ya no son adecuadas para profundidades de agua de más de 1.000 metros. Como resultado, las consecuencias medioambientales de algunas de las tecnologías más recientes en aguas profundas no se conocen bien".
En 2005, varios investigadores en ingeniería del petróleo de la Universidad Texas A&M sugirieron que la perforación en el "peligroso y desconocido" medio ambiente ultra profundo requiere nuevas medidas de control contra estallidos: "A pesar de que la perforación en su conjunto puede que esté avanzando para adaptarse a estos ambientes, algunas partes se han quedado atrás. Un área que ha sufrido este estancamiento y, por consiguiente, no ha experimentado cambios ha sido el control de reventones".
Un análisis de los incidentes en el Golfo de México por investigadores de la Universidad Texas A&M mostró que las explosiones en alta mar han seguido a "un ritmo bastante estable" desde 1960 a pesar del uso de BOPs. Los reguladores requieren la inspección del BOP cada 14 días. BP afirma que revisó el BOP del Deepwater Horizon 10 días antes del estallido del mes pasado.
Bommer señala que el cambio de tecnología más probable generado por la revisión obligatoria de Obama será la adición de un segundo BOP, independiente y en el fondo marino.
Es poco probable que satisfaga a ciertos críticos, que están presionando al gobierno de Obama para retirar los planes de ampliación de la perforación de petróleo y gas más allá de la costa del Golfo. "Lo más importante en nuestra opinión es que no hay manera segura de perforar que esté garantizada, y que la seguridad y la tecnología de limpieza no ha seguido el ritmo de la tecnología de perforación. Es por eso que estamos pidiendo una moratoria sobre todas las nuevas perforaciones, incluyendo la exploración ", afirma Jacqueline Savitz, científica senior de Oceana, un grupo de defensa de la protección internacional del océano.