En 2035, el mundo tendrá 14 megaciudades más, según la ONU, la mayoría en África y Asia. Su concentración de riqueza y tecnología las sitúa en una posición privilegiada en la que al reducir sus emisiones podría tener un impacto enorme en la lucha contra la emergencia climática
En 2050, las ciudades del mundo serán el hogar de 2.500 millones de personas más que en la actualidad. A medida que la urbanización crece, muchas urbes se vuelven más pobladas al tiempo que intentan reducir sus emisiones de carbono y mitigar los impactos del cambio climático.
En las próximas décadas, las ciudades serán motores del crecimiento económico. Pero también deben tener un papel clave en la lucha contra el cambio climático; las 100 ciudades más pobladas del mundo son responsables de aproximadamente una quinta parte de las emisiones globales de carbono.
Algunas de las ciudades más grandes del mundo, llamadas megaciudades, están a la altura del desafío. Sin embargo, estas áreas urbanas varían mucho en cuanto a su eficiencia y su ritmo de crecimiento. Ver cómo crecen puede ayudarnos a identificar dónde están nuestras mayores oportunidades para reducir las emisiones urbanas.
Con más gente en movimiento y un espacio limitado para crecer, las ciudades del mundo se están convirtiendo en megaciudades. En 2020, nuestro planeta albergaba 34 megaciudades. La mayoría estaban en el hemisferio norte: en Asia, Europa y América del Norte. Las megaciudades tienen como mínimo 10 millones de habitantes, representados en este mapa como el primer bloque. Para mostrar cuántas personas más viven en cada ciudad por encima de los primeros 10 millones, hemos añadido un segundo bloque.
Algunas megaciudades crecen rápido y se espera que su número de habitantes aumente mucho más. Aquí, hemos agregado un bloque adicional para representar cuántos millones de personas más vivirán en cada ciudad en 2035. El crecimiento será más rápido en Asia y en el Sur Global.
Sin embargo, al observar las emisiones de carbono anuales de las ciudades, representadas como círculos grises, las megaciudades de rápido crecimiento en el Sur Global contribuyen con muchas menos emisiones per cápita que otras ciudades del mismo tamaño. Las ciudades con habitantes ricos que llevan estilos de vida de alto consumo generan más contaminación atmosférica global.
Estas megaciudades ricas también cuentan con más fondos para medidas de adaptación y estarán mejor preparadas para el cambio climático. Es el caso de Shenzhen (China) y una de las áreas metropolitanas más pobladas de Estados Unidos: Nueva York.
Las huellas de carbono per cápita de esas dos megaciudades ricas son entre cuatro y ocho veces mayores que las de otras ciudades con poblaciones equivalentes. Estas metrópolis, como muchas otras ciudades de los países en desarrollo, sufrirán más adversidades climáticas a pesar de tener una menor huella de carbono.
La población de Kinshasa (República Democrática del Congo), por ejemplo, es similar a la actual de Shenzhen. No obstante, la diferencia en sus emisiones de carbono per cápita muestra el impacto climático desproporcionadamente alto de los habitantes de Shenzhen.
También se espera que Kinshasa crezca mucho más hasta 2035 que Shenzhen. A pesar de su baja huella de carbono, la falta de infraestructura en Kinshasa y la insuficiente financiación para las medidas de adaptación hacen que su población en rápido crecimiento corra un mayor riesgo.
Con menos oportunidades para desarrollar resiliencia, los ciudadanos se enfrentarán a muchos peligros del cambio climático, incluida la inseguridad alimentaria, la sequía, los desastres naturales y las temperaturas extremas.
Mientras tanto, Shenzhen está tomando medidas para reducir su huella. La ciudad ha introducido miles de autobuses y taxis de bajas emisiones a su flota de transporte, promueve estándares de construcción ecológica y añadió un límite a la intensidad de carbono de las industrias. Shenzhen espera alcanzar el pico de emisiones de carbono en 2022, ocho años antes que China.
Reducir las emisiones en solo unas pocas megaciudades más ricas del mundo podría contribuir en gran medida a mitigar los impactos del cambio climático en todo el mundo, tanto para los habitantes de estas megaciudades como para los que viven en los entornos más vulnerables.
En 2035, el mundo tendrá 14 megaciudades más, según Naciones Unidas. La mayoría se desarrollarán en África y Asia. La concentración de riqueza y tecnología dentro de las áreas metropolitanas significa que las ciudades de todo el mundo podrían liderar el camino para abordar el cambio climático.
La metodología
Los datos de población para 2020 y 2035 se obtuvieron de las Naciones Unidas, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, División de Población (2019). Perspectivas de la urbanización mundial: la revisión de 2018.
Los datos de la huella de carbono per cápita se sacaron de Moran, D., Kanemoto K; Jiborn, M., Wood, R., Többen, J. y Seto, KC (2018) Huellas de carbono de 13.000 ciudades. Registros de la investigación ambiental DOI: 10.1088 / 1748-9326 / aac72a.
Hemos calculado la huella de carbono global de cada ciudad al multiplicar los datos de la huella de carbono per cápita de Moran y sus colegas por los datos de población proporcionados por las Naciones Unidas.
Al interpretar los resultados, hay que tener en cuenta las limitaciones de estos estudios y métodos; los números no son perfectamente precisos, pero nos permiten identificar y analizar las tendencias.