Los fondos del Departamento de Energía ayudarán a financiar la construcción de una planta geotérmica que utilizará tecnología avanzada.
El Departamento de Energía de EE.UU. ha ofrecido una garantía de préstamo de 102,2 millones de dólares, la primera para energía geotérmica, a U.S. Geothermal, con sede en Boise, Idaho. La garantía está diseñada para apoyar la construcción de una planta de 22 megavatios en Neal Hot Springs, cerca de Vale, Oregón.
U.S. Geothermal utilizará una tecnología denominada de ciclo binario supercrítico para convertir el calor geotérmico en energía eléctrica. La tecnología ha existido desde la década de 1980 pero nunca ha sido comercializada. La garantía de préstamo del Departamento de Energía (DOE, por sus siglas en inglés) sirve como una promesa de un préstamo en caso que la empresa no pudiera cumplir sus pagos, lo que podría dar a los inversores de capital riesgo y a los inversores privados la confianza necesaria para invertir en la tecnología geotérmica.
Daniel Kunz, director general de U.S. Geothermal, afirma que la planta binaria supercrítica podría ser entre un 10 y un 20 por ciento más eficiente que las plantas geotérmicas que operan actualmente. Esta planta, que consta de tres módulos, será construida por la empresa TAS Energy, con sede en Houston, y transportada al emplazamiento geotérmico en camiones y bien atada, señala Kunz. "Esta modularidad nos permitirá comprimir el calendario y coste de implementación. Los riesgos relacionados con la construcción deberían ser menores."
Se espera que la fábrica energética esté activa en 2012. Toda su producción de energía se venderá a Idaho Power Company, la mayor empresa de servicios en Idaho, como parte de un acuerdo de 25 años.
Las plantas binarias convencionales de energía geotérmica representan una tecnología bien establecida para producir electricidad a partir de recursos de moderada temperatura entre 93ºC y 149ºC. El agua caliente obtenida de los depósitos subterráneos se hace pasar a través de un intercambiador de calor, donde calienta un fluido de trabajo que se mantiene físicamente separado. El fluido de trabajo, por lo general un producto químico orgánico como el isopentano, hierve a una temperatura más baja que el agua. A medida que se evapora, la fuerza del vapor en expansión hace girar una turbina que genera electricidad.
Las plantas binarias supercríticas utilizan una configuración similar. La única diferencia es que el fluido de trabajo es bombeado a una presión por encima de la "presión crítica” del fluido antes de desembocar en el intercambiador de calor. A esta presión supercrítica, el líquido no vaporiza a una temperatura específica. En cambio, éste transicional gradualmente de líquido a vapor de alta densidad, el cual se vuelve más y más ligero a medida que se calienta. Esto permite que el fluido de trabajo extraiga más calor del agua caliente, aumentando la eficiencia de la central eléctrica.
Los costes de construcción de una central supercrítica pueden ser más altos que los de las plantas binarias tradicionales, ya que las tuberías y los intercambiadores de calor tienen que ser más resistentes para soportar la presión más alta. Sin embargo. la garantía de préstamo federal ayudará a U.S. Geothermal a acceder al capital necesario.
Se han construido y puesto en marcha sin ninguna dificultad algunas plantas de prueba pequeñas (de menos de 100 kilovatios) que utilizan esta tecnología geotérmica binaria supercrítica, afirma Gregorio Minas, investigador especializado en la energía geotérmica del Laboratorio Nacional de Idaho. En la década de 1980, el DOE y el Instituto de Investigación de la Energía Eléctrica construyeron en Heber, California, una planta binaria supercrítica de 50 megavatios que duró unos tres años. La planta de U.S. Geothermal "espero que ofrezca una garantía a las personas de finanzas que no se trata de una tecnología disparatada-, está comprobada y es viable", afirma Minas.