El DOE rinde cuentas en relación a su gasto de los fondos de estímulo.
Más de un año después de que la Ley de Recuperación de 2009 fuera firmada y hecha ley, el Departamento de Energía de los EE.UU. afirma que ya se ha "acordado" la entrega de 32,5 mil millones de dólares de los 36,7 mil millones que fueron autorizados, y cerca de 5.000 proyectos han sido financiados. El departamento ha seleccionado a todas menos a un 1 por ciento de las propuestas que recibirán subvenciones y contratos. Hasta ahora, sin embargo, sólo 3,5 mil millones de dólares se han gastado realmente, y el dinero sólo ha creado 22.841 puestos de trabajo directo.
Esta semana, el asesor principal del DOE para la implementación de la Ley de Recuperación, Matt Rogers, proporcionó una actualización sobre los avances del departamento a la hora de identificar los proyectos que recibirán financiación. Aunque gran parte de la Ley de Recuperación se centró en la financiación de proyectos a corto plazo para el alivio de la recesión, incluido el alivio de impuestos para individuos y el apoyo a gobiernos locales y estatales, los fondos asignados al DOE fueron principalmente para proyectos con ganancias a plazo más largo, incluyendo la construcción de infraestructuras de granjas de energía eólica y fábricas de baterías, así como la realización de investigaciones.
Rogers destacó la industria de las baterías como un área necesitada de inversión, señalando que aunque gran parte de la tecnología fue desarrollada por primera vez en los Estados Unidos, "hemos permitido que el 99 por ciento de la fabricación de baterías se traslade a Asia". En la actualidad sólo hay tres fábricas de baterías operando en los EE.UU., asegura. A través de la Ley de Recuperación y los programas de incentivos relacionados, se están construyendo 30 fábricas de baterías y de componentes para baterías en la actualidad. Esto dará como resultado la capacidad de construir la suficiente cantidad de baterías para 500.000 vehículos eléctricos al año, "mientras que hoy apenas se puede tocar el tema", advierte Rogers.
Mientras tanto, el Departamento de Energía está financiando proyectos de investigación que podrían aumentar el rendimiento de las baterías entre tres y seis veces, al tiempo que se reducen los costes en un 90 por ciento o más. Rogers señaló que las baterías de hoy en día pueden almacenar alrededor de 100 vatios-hora por kilogramo; los proyectos de investigación tienen como objetivo aumentar esa cantidad hasta 600 vatios-hora. También afirmó que las baterías costarán al menos 1.000 dólares por kilovatio-hora (aunque algunos fabricantes de automóviles como GM afirman que las baterías cuestan menos que eso en la actualidad); las fábricas actualmente en construcción se supone que reducirán esa cifra a la mitad para 2012. Los proyectos de investigación a largo plazo tienen como objetivo reducir el precio a algo tan bajo como 50 dólares por kilovatio-hora en 2020, gracias a una serie de novedosos diseños y materiales de batería. Los vehículos eléctricos de mercado masivo con un rango de alrededor de 80 millas (129 kilómetros, aproximadamente) pronto estarán en el mercado (aunque algunos coches eléctricos más caros ya poseen una capacidad de desplazamiento mucho mayor); el objetivo es fabricar vehículos eléctricos asequibles y prácticos, con una autonomía de 400 millas (unos 644 kilómetros).
El enfoque general del Departamento de Energía--la financiación de plantas de demostración o fábricas a corto plazo, al mismo tiempo que proyectos de investigación a largo plazo--se está siguiendo en otras áreas de inversión en energía. Rogers menciona 19 plantas piloto de biocombustibles, así como esfuerzos de investigación a largo plazo para fabricar combustibles a partir del dióxido de carbono utilizando la energía procedente del sol. El DOE también está financiando instalaciones de demostración a gran escala para la captura y almacenaje de dióxido de carbono en cinco plantas de eléctricas y más de una docena de instalaciones industriales, y está invirtiendo en el desarrollo de nuevas tecnologías de captura de dióxido de carbono, tales como análogos sintéticos de las enzimas biológicas. El DOE ha optado por un enfoque similar con la inversión en un tipo de iluminación y unas tecnologías de energía solar más eficientes.
El DOE también ha ayudado al Departamento del Tesoro de los EE.UU. a clasificar solicitudes de subvenciones y créditos fiscales para la construcción de fábricas o la instalación de paneles solares y granjas eólicas. Rogers señala que estos programas se han situado "entre los programas más exitosos bajo la Ley de Recuperación". Hasta el momento, 2,3 mil millones de dólares en créditos fiscales se han dirigido a ayudar con la financiación de 183 fábricas; se ha contribuido con 3,3 mil millones de dólares en subvenciones para alrededor de 700 proyectos de energía renovable.
Dos de cada tres solicitantes de créditos fiscales de producción tuvieron que ser rechazados, no obstante, debido a la falta de fondos. El presidente Obama quiere que el Congreso agregue 5 mil millones de dólares para este programa como parte de un proyecto de ley de puestos de trabajo este verano.
Del mismo modo, muchos proyectos de energía renovable no se han financiado debido a demoras en la aprobación de las construcciones por parte de las agencias estatales y federales. Sin embargo, la administración no tiene la intención de ampliar dichos plazos. En su lugar, afirma Rogers, está a la búsqueda de una ley completa sobre clima y energía que apoye este tipo de proyectos en el futuro. Un proyecto de ley como este incluiría algún tipo de señal a largo plazo para los inversores, como por ejemplo un límite en las emisiones de carbono que atrajese capital hacia esa clase de instalaciones. Un proyecto de ley de energía y clima fue aprobado por la Cámara el año pasado, aunque los recientes intentos de introducir dicho proyecto de ley en el Senado se han estancado.