El aumento de la mortalidad por calor extremo se convertirá en uno de los mayores costes asociados al calentamiento global si los países no empiezan a reducir sus emisiones drásticamente. Sólo en EE. UU. este fenómeno podría rondar los 615.000 millones de euros para 2090
Uno de los mayores costes económicos del cambio climático sin control en Estados Unidos se producirá a raíz de las muertes prematuras. Así lo afirma la última Evaluación Nacional del Clima, un importante informe de los riesgos climáticos y las reacciones publicado a finales de 2018 por un consorcio de agencias del país. Un gráfico muestra que los daños económicos anuales causados por el cambio climático podrían llegar a rondar los 615.000 millones de euros hasta 2090, si los países no realizan cambios importantes para abordar estos riesgos.
El intenso calor podría provocar una serie de muertes prematuras cuyo coste podría rozar los 125.000 millones de euros anuales bajo el escenario de emisiones más elevadas. Aunque los peligros a menudo no se aprecian tanto, las olas de calor matan a más estadounidenses que los huracanes, tornados y terremotos juntos. Las altas temperaturas pueden provocar el agotamiento por calor y el golpe de calor, que podría resultar fatal, especialmente para los niños, las personas mayores y las embarazadas (ver Medidas sencillas y baratas para evitar muertes por olas de calor ).
Los aumentos en las temperaturas extremas podrían provocar más de 9.000 muertes prematuras anuales adicionales en sólo 49 grandes ciudades del país para 2100, según este informe.
El cálculo económico del gasto por ese aumento de la mortalidad se basa en lo que se conoce como el "valor monetario de una vida estadística", un método estándar utilizado por organismos oficiales. Así lo confirma el director de investigación del Centro Pardee de Futuros Internacionales de la Universidad de Denver (EE. UU.) y uno de los coautores, Brian O'Neill. En un correo electrónico, el responsable lo describió como una medida de cuánto estamos dispuestos a gastar para reducir el riesgo de una muerte.
Sin embargo, esos gastos y muertes podrían minimizarse drásticamente si el mundo avanza rápidamente hacia la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y las sustituye por fuentes de energía limpia. Un escenario de emisiones medias podría reducir estos costes en un 58 % y ahorrar "desde miles a decenas de miles de muertes al año por temperaturas extremas", concluye el informe.