El director de AWS para el sur de Europa, Miguel Álava, considera que la tecnología 'cloud' democratiza servicios como la IA, que antes solo estaban al alcance de las empresas más grandes. Además, cree que la nube ayuda a las empresas a innovar de forma constante
Aunque los clientes no se percaten, en las bambalinas digitales de buena parte de las grandes compañías españolas (como BBVA, Telefónica y Mapfre) se encuentra Amazon Web Services (AWS), la plataforma de servicios en la nube del gigante tecnológico. Recientemente, más de 300 ejecutivos y líderes de grandes empresas del país se reunieron para compartir sus experiencias en el AWS Transformation Day, un evento en el que las compañías de mayor tamaño explicaron cómo fue su viaje a la nube para ayudar a otras a emprenderlo.
Pero la nube no solo acoge a los gigantes de la industria. "La utilización y la demanda de los servicios de Amazon Web Services (AWS) es progresiva en cuanto a segmentos y sectores", asegura el director general de AWS para el sur de Europa, Miguel Álava. Parece que la nube está llegando a todos los rincones.
Este es el primer AWS Transformation Day que se celebra en España, ¿por qué habéis decidido expandirlo a este país?
Hemos decidido celebrarlo en Madrid porque, a pesar de que las grandes empresas empezaron a subirse la nube hace años (de hecho más de dos tercios de las empresas del Ibex 35 son clientes de AWS), hemos observado una demanda exponencial. El evento tiene una vocación educacional, lo que queremos es crear un ecosistema de los servicios de la nube en España. Es decir, que los clientes compartan los unos con los otros qué es lo que ha funcionado para ellos, las barreras y los beneficios que han encontrado.
¿Cómo se están adaptando las empresas a la nube?
La transformación que está viviendo el mercado no se limita a subirse a la nube desde un punto de vista tecnológico. Para trabajar con ella hace falta una transformación mucho más profunda que llega a la forma de operar y pensar de la gente.
Uno de nuestros objetivos consiste en democratizar el uso de la tecnología. Las barreras para poner en marcha un negocio o una idea no son tan altas como antes. Hoy en día cualquiera que tenga una idea puede ponerla en funcionamiento, como lo hizo Wallapop en su día [uno de los clientes de Amazon Web Services] con un uso financiero muy modesto, puesto que paga solo lo que se consume.
Tanto grandes empresas como start-ups se han subido a vuestra nube. ¿Creéis que la mayoría de compañías españolas son conscientes de las ventajas de recurrir a esos servicios?
La demanda de servicios que hemos visto es tremendamente grande y creo que vamos a sorprendernos del crecimiento que vamos a ver en el futuro. La demanda a nivel de formación también es muy importante. El año pasado formamos a más de 7.000 personas de manera gratuita a través de webinars o a través de los AWS Some Days. El mercado está ávido de ese tipo de conocimientos.
Nos enfocamos mucho en empresas de nueva creación tecnológica y las apoyamos con un programa que se llama AWS Activate que les proporciona créditos para que no tengan que pagar por la utilización de servicios en la plataforma. Además, les damos sesiones de acompañamiento tanto a nivel de negocio como tecnológico para ayudarles en su desarrollo, en su expansión internacional, en su diversificación de productos, etcétera. Y también vemos la adopción por parte de la pequeña y mediana empresa.
¿Cree que la flexibilidad de los servicios en la nube el factor principal por el que las empresas de diferente tamaño y de diferentes sectores recurren a Amazon Web Services?
Cualquier empresa y cualquier individuo debe ser ágil y adaptativo. La oferta de valor del cloud es que no te atas a ningún tipo de inversión. Utilizas lo que quieras cuando quieras. Al mismo tiempo es elástica cuando tienes una demanda puntual. Por ejemplo, en función del evento, Entradas.com necesita una infraestructura de un determinado tamaño. Si es un evento importante, necesitará muchas cosas, desde frontales web a bases de datos o plataformas de pago.
Pero diría que la razón última de las empresas para subirse a la nube es que les permite innovar de manera continua. En el contexto actual, la innovación permanente es lo único que va a evitar que tanto empresas como sociedades e individuos dejen de ser relevantes.
Desde su creación en 2006, Amazon Web Services no ha dejado de crecer. Los ingresos en el tercer trimestre de esta filial de Amazon fueron de casi 6.000 millones de euros al cambio actual, lo que supone un crecimiento del 46 % respecto al mismo periodo del año pasado. ¿Cómo abordáis ese crecimiento internamente?
Eventos como el que hemos celebrado en Madrid son una prueba de cómo se puede divulgar información de una manera amplia. Escalamos también a través de nuestros socios tanto de consultoría como tecnológicos. Y tenemos socios de formación que nos ayudan a divulgar el mensaje, a formar y a evangelizar para que al final el cliente sea autónomo para consumir los servicios.
Además, en Amazon Web Services y Amazon mantenemos la cultura de escuchar al cliente. La innovación para el cliente nos la aplicamos también nosotros. El año pasado sacamos al mercado más de 1.400 nuevos servicios y funcionalidades que vienen de las demandas del cliente.
Los usuarios apenas somos conscientes de que detrás de muchas de los servicios online y webs a los que accedemos cada día se encuentra Amazon Web Services. Damos por hecho que todos van a funcionar bien y solo nos damos cuenta de la infraestructura que hay detrás cuando se producen fallos. ¿Es garantizar la fiabilidad de vuestros sistemas uno de los factores que más os preocupan?
La infraestructura de Amazon Web Services está pensada desde ese punto de vista. Ahora mismo hay en el mundo 57 zonas de disponibilidad en 19 regiones geográficas y se han anunciado planes de construir 15 zonas de disponibilidad más y cinco regiones en Baréin, Región Administrativa Especial de Hong Kong (China), Italia, Sudáfrica y Suecia que entrarán en funcionamiento entre finales de 2018 y la primera mitad de 2020. Cada una de estas regiones está formada de varias zonas de disponibilidad, conjuntos de uno o más centros de datos que tiene un perfil de riesgo independiente. La idea es que si se cae un centro de datos al cliente no le afecte. Y si se caen dos, que note una pequeña degradación en la experiencia pero que no afecte a todas las operaciones.
Esa concepción de las distintas regiones en las que el usuario decide cómo quiere poner los datos y la redundancia a nivel de zonas de disponibilidad y múltiples centros de datos en cada zona de disponibilidad hacen que la infraestructura sea robusta y pueda hacer frente a los potenciales desafíos. Nuestro director de Tecnología, Werner Vogels, tiene una frase que es bastante significativa: "Todo falla todo el tiempo. Lo que hay que hacer es estar preparado para lo que va a ocurrir".
Las compañías almacenan datos sensibles sobre su negocio en vuestra nube, por lo que guardarlos a buen recaudo es una de sus mayores preocupaciones. ¿Cómo garantizáis su seguridad?
Dedicamos muchísimos recursos a la seguridad, es imprescindible. Y para cada empresa de manera independiente es muy complicado gastarse no solo dinero sino también recursos en ello. Para nosotros es mucho más fácil porque virtualizamos todo ese gasto en una infraestructura que es relativamente más grande.
Por ejemplo, ofrecemos servicios como Amazon GuardDuty, que analiza amenazas de manera periódica y crea un informe para el cliente. También tenemos Amazon Macie que identifica si hay algún dato personal y sugiere al cliente que lo encripte.
También ofrecéis otros servicios que permiten a cualquier empresa disponer de herramientas de aprendizaje automático. La inteligencia artificial en la nube es precisamente una de las tecnologías que más impacto está provocando en todos los ámbitos, ya que hasta ahora hace poco solo un reducido número de compañías podían acceder a esta tecnología. ¿Por qué consideráis relevante proporcionar a las empresas ese acceso a la inteligencia artificial?
La democratización de la tecnología se aprecia mucho más en la inteligencia artificial. Nuestro servicio Amazon SageMaker hace exactamente eso, bajar la barrera de adopción tanto desde un punto de vista financiero como de conocimiento tecnológico para democratizar el uso de la inteligencia artificial. Los clientes lo están utilizando, por ejemplo, para predecir riesgo en la asignación de créditos: si sabes el perfil de quién pide un crédito, se puede anticipar su nivel de riesgo con algoritmos de aprendizaje automático.
Otra funcionalidad de la plataforma es el AWS Marketplace, donde nuestros partners ofrecen sus soluciones, como sus algoritmos de inteligencia artificial, a los millones de clientes que utilizan la plataforma. Así se crea un ecosistema, un mundo, una dinámica donde la gente comparte algoritmos, los afina y se beneficia de ellos.