Los dispositivos electrónicos portátiles podrían funcionar un 40 por ciento más de tiempo usando un nuevo tipo de ánodo.
Los científicos tienen por objetivo supervisar las comunidades frente a infecciones mediante el uso de tecnologías de secuenciación de alta velocidad.
Una empresa de Nueva Zelanda utiliza microorganismos para convertir monóxido de carbono en etanol y precursores de plásticos.
Anteriormente considerado como demasiado contaminante, el motor de dos tiempos retorna frente las estrictas normas de eficiencia de combustible.
El servicio, una maravilla de la ingeniería, podría impulsar los resultados finales de Google.
La ingeniería de tejidos permite la creación de complejas construcciones celulares en tres dimensiones.
La seguridad biométrica es molesta—a menos que esté conectada todo el tiempo, analizando nuestra forma de andar.
Una tarjeta de crédito más inteligente podría proporcionar nuevas características de seguridad y otras funcionalidades.
La oferta de nuevas naves espaciales, lanzadoras y puertos podría pronto superar la demanda.
El tratamiento indica que el método podría utilizarse para tratar trastornos más comunes.
Unos nanocables basados en virus son la clave para crear productos químicos valiosos a partir del metano, afirma Siluria.
Una inteligencia artificial mejora el sistema de una silla de ruedas que podría ofrecer una mayor movilidad a la gente paralizada.
Una sustancia química que altera la señalización química parece aliviar la ansiedad y otros síntomas.
Los expertos advierten que el software podría identificar a aquellos a los que pretende proteger.
La plataforma basada en “widgets” de la compañía está en marcado contraste con la idea de Google de crear cajas decodificadoras.
Una levadura modificada podría facilitar la producción de etanol a partir de materiales difíciles de digerir.
La tableta, de fabricación china, se queda corta y pone de relieve problemas con el ecosistema Android.
Un detector de partículas físicas único será conectado a la estación espacial para estudiar el universo y su origen.
Unos sensores flexibles podrían proporcionar a las prótesis y a los robots un sentido del tacto más sensible.
Una reducción de costes en la tecnología de secuenciación ayuda a los médicos a elegir medicamentos para los pacientes con cáncer.