Una tarjeta de crédito más inteligente podría proporcionar nuevas características de seguridad y otras funcionalidades.
Un número de tarjeta de crédito programable puede mostrar información útil, ofrecer funciones adicionales de seguridad, e incluso actuar como varias tarjetas diferentes reescribiendo su propia banda magnética.
Dos tipos de tarjetas de crédito programables fueron dadas a conocer esta semana en la conferencia DEMO, en Santa Clara, California, por Dynamics, una startup con sede en Pittsburgh que ha estado desarrollando la tecnología de forma silenciosa durante tres años. La compañía recaudó 5,7 millones de dólares en fondos el año pasado.
Las nuevas tarjetas no son más grandes que las que llevamos en la billetera, y son en realidad un poco más flexibles. Pueden mostrar información con pulsar un botón, y pueden convertirse en varias tarjetas diferentes reescribiendo su propia banda magnética.
La tarjeta "multicuenta" tiene dos botones en su cara, cada uno con un indicador luminoso que se puede presionar para grabar datos en su banda magnética. "Con uno podemos cambiar la tarjeta a nuestra tarjeta de débito, y con el otro a nuestra tarjeta de crédito", afirma el director general de Dynamics, Jeff Mullen. "Estas tarjetas son exactamente del mismo tamaño y grosor que una tarjeta convencional, y la batería de polímero de litio en su interior puede durar cuatro años bajo uso intensivo. También son totalmente resistentes al agua, por lo que pueden pasar por la lavadora".
La tarjeta "oculta" cuenta con un teclado numérico y una pantalla en blanco y negro para seis de los dígitos en el número único de la tarjeta. Una vez que el PIN correcto se introduce en los cuatro botones de la tarjeta, los dígitos que faltan son rellenados y banda magnética de la tarjeta se rellena con datos. Tanto los dígitos como la banda vuelven a ponerse en blanco después de un corto tiempo. "Si la tarjeta se pierde, será plástico muerto para cualquier persona que la encuentre", afirma Mullen, que además piensa que podría ayudar a los bancos a atraer a los consumidores preocupados por la seguridad.
Eso podría ser cierto, afirma Avivah Litan, analista de Gartner, dedicada a la investigación de la seguridad y la tecnología en el sector financiero, aunque "la mayoría de los datos de las tarjetas se roban por vía electrónica, en grandes cantidades", señala. Como resultado, los bancos "podrían impedir un pequeño porcentaje del fraude, aunque parece poco probable que la inversión merezca la pena para ellos".
La tarjeta multicuenta podría ser más atractiva para el sector financiero que la tarjeta "oculta". "Podría ayudar a los emisores de tarjetas de gran tamaño, como por ejemplo Chase, que poseen una enorme solapamiento entre sus cuentas de crédito y de débito", afirma Litan. Sin embargo, convencer a los bancos de que inviertan en una tecnología no probada exigirá un efecto potencialmente alto sobre sus resultados finales, afirma.
Mullen asegura que las tarjetas de Dynamics son mucho más caras de producir que las tarjetas de crédito estándar, aunque argumenta que el coste adicional se compensa con los beneficios para el banco. "Estas tarjetas son generadoras de ingresos significativos para ellos, y no centros de costes", afirma.
Los bancos ya dirigen en la actualidad tipos diferentes de tarjetas a secciones demográficas particulares, y usan programas de remuneración para atraer a nuevos negocios y fomentar un uso intensivo de sus productos. Las tarjetas con inteligencia computacional en su interior podrían permitir más operaciones de este tipo, afirma Mullen. Por ejemplo, una tarjeta de crédito que de repente pueda actuar como tarjeta de fidelidad podría animar a los clientes a utilizar un programa que de otro modo no utilizarían.
"Las tarjetas con esta tecnología se han utilizado en un gran número de ensayos secretos en los EE.UU. desde principios de este año", afirma Mullen, quien agrega que los socios dentro la banca comenzarán a hablar sobre sus planes para esta tecnología en los próximos meses. Un atractivo muy particular para los bancos, señala, es que las tarjetas son compatibles con la infraestructura existente, a diferencia de los pagos sin contacto basados en chips de RFID.
"Existen 16 millones de lectores de banda magnética en el mundo", afirma. "Es difícil cambiar algo así, pero es fácil actualizar las propias tarjetas sin construir nuevas infraestructuras".
Dynamics también está trabajando en tarjetas que incluyan pantallas de tipo E Ink que permanezcan encendidas durante períodos más largos, y la compañía también está investigando una tarjeta que pueda transferir más datos. Por lo general, sólo un tercio de la banda magnética de una tarjeta posee los detalles de la tarjeta, asegura Mullen. "Podríamos enviar mensajes entre la tarjeta y el lector con el resto de ese área".