J&J financia pequeñas 'start-ups' de riesgo a través de RedScript Ventures, un programa acelerador de empresas que ya ha cumplido dos años.
Una inmensa empresa de productos para el cuidado de la salud como Johnson & Johnson necesita un flujo continuo de innovación, pero lograrlo resulta cada vez más difícil. Así que la empresa, que ya ha cumplido 125 años, está siendo más agresiva a la hora de encontrar ideas externas. Ahora busca empresas de muy reciente creación, que anteriormente hubiera considerado proyectos demasiado arriesgados, y pone su dinero, sus consejos o ambas cosas a disposición de los mismos para hacer avanzar ideas que no se han probado aún.
En 2009 lanzó su programa acelerador para pequeñas start-ups de alto riesgo, llamado RedScript Ventures en honor al logo rojo de J&J. Si la empresa ha invertido en una start-up o está pensando comprarla, RedScript intenta acelerar sus progresos ofreciendo su servicio de consultoría sobre lo que necesite, desde los ensayos clínicos a la economía de los aparatos médicos.
RedScript es el último paso en la aplicación de la filosofía que sigue J&J desde la década de 1960, la de invertir en innovación con la idea de comprar las empresas innovadoras a la larga. En la actualidad J&J es un conglomerado que opera en 60 países, con 250 empresas que venden desde medicamentos hasta talco para bebés, pasando por prótesis de caderas. “Hagas lo que hagas con la I+D interna, el resto del mundo está haciendo algo más”, afirma Ry Davis, que sigue muy de cerca los negocios de RedScript, como presidente del departamento de inversiones más importante de la empresa, Johnson & Johnson Development.
Aunque el mundo exterior esté probando muchas ideas, J&J cree que estas quizá necesiten de su ayuda para poder ver los frutos. Davis explica que RedScript busca trabajos de vanguardia en medicina regenerativa, aquella que busca la forma de reparar tejidos y órganos dañados, y en neuromodulación, un campo de gran crecimiento que desarrolla aparatos para tratar el dolor crónico y los desórdenes del sistema nervioso como la epilepsia. RedScript también anda en busca de empresas que estén trabajando sobre tratamientos para la apnea del sueño y la diabetes. Este año, dos empresas tuteladas por RedScript se han integrado en empresas de Johnson & Johnson, si bien la casa madre no especifica a qué se dedican.
Además de buscar fuera, RedScript sirve de incubadora para el emprendimiento interno, marcando hitos para los proyectos y decidiendo si merecen más financiación o no.
Hasta que lanzó RedScript, J&J había invertido en start-ups pequeñas y de reciente creación solo de forma ocasional, según Davis. ¿Qué es lo que ha cambiado? J&J tuvo unas ventas de 62.000 millones de dólares (unos 49.000 millones de euros) en 2010, pero que cifras tan inmensas como esta sigan creciendo resulta un reto cada vez mayor. El aumento de los ingresos se ha estancado en los últimos tres años porque a J&J, igual que a otras farmacéuticas, le está costando encontrar nuevos tratamientos y soluciones. “La fruta que está al alcance de la mano ya la han recolectado”, afirma Linda Bannister, analista de negocios de salud en Edward Jones & Co. En este sentido, resulta revelador saber que J&J ha seguido gastando mucho dinero en comprar otras empresas. Las cifras se acercan a los 1.200 millones de dólares en 2008, 2.500 millones en 2009 y 1.300 millones el año pasado (unos 927, 1.930 y 1.000 millones de euros respectivamente), incluso aunque el gasto global en I+D haya disminuido, de 7.600 millones de dólares en 2008 a 6.100 millones de dólares en 2010 (unos 5.875 y 4.715 millones de euros respectivamente). “Una empresa grande como J&J es agnóstica respecto a de dónde le viene la innovación”, afirma Glen Novarro, analista de RBC Capital Markets.
Resulta difícil medir el impacto de RedScript. Pocos analistas de Wall Street han oído hablar de ella. Muchos capitalistas de riesgo no paran de hablar sobre sus inversiones, pero no es el caso de Davis. Es reservado respecto a las start-ups e ideas con las que trabaja RedScript, salvo para afirmar que tiene suficiente capacidad para alcanzar su objetivo de dar a J&J al menos una nueva empresa lista para integrar en la estructura cada año.
Algunos expertos sostienen que la relación de J&J con la innovación es el modelo adecuado para una empresa grande. “Deja que el mercado haga lo que mejor hace, es decir, permitir una explosión de distintas empresas en distintos campos”, sostiene Richard Foster, director de Innosight, una consultora que ha trabajado para J&J. “Estas empresas necesitarán grandes dosis de capital o una cadena de distribución global. En ese punto J&J les dice: somos muy eficaces a la hora de sacar adelante innovaciones, muy rápidamente y con una gran eficiencia de costes”.