Tecnología y Sociedad
El éxodo a Bluesky marca el inicio de la era de las redes sociales descentralizadas
Bluesky ha ganado terreno como alternativa a X, especialmente tras las últimas elecciones en EE UU. Sin embargo, este fenómeno no refleja el ascenso de un servicio ni el declive de otro, sino una tendencia hacia la descentralización
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Es posible que hayas leído que esta ha sido una gran semana para Bluesky.
Si no la conoces, Bluesky es una plataforma similar a Twitter que permite realizar breves publicaciones. El número de usuarios ha aumentado de forma constante a lo largo de esta semana. Al comienzo, contaba con apenas dos millones. El miércoles, The Verge informó de que superó los 15 millones. El jueves, 16 millones. El viernes, 17 millones. La cifra sigue creciendo, y se ha convertido en la aplicación más descargada en la App Store de Apple.
El incremento de usuarios también llegó a Threads, la alternativa a Twitter desarrollada por Meta. Adam Mosseri, director de Instagram y supervisor de Threads, compartió en su perfil que en noviembre la aplicación sumó 15 millones de nuevos usuarios.
La explicación más probable es que muchos de estos perfiles proceden de X, la red social antes conocida como Twitter, especialmente después de las elecciones en EE UU. De hecho, según datos de Similarweb, más de 115.000 personas desactivaron sus cuentas en X al día siguiente de conocer los resultados electorales. Este gesto va más allá de dejar de usar la aplicación: implica renunciar a tu nombre de usuario y a tus seguidores. En otras palabras, se trata de eliminar la cuenta, no solo de ignorarla.
Gran parte de esta migración parece ser una reacción al apoyo de Elon Musk a Donald Trump, que incrementó el contenido ideológico favorable a la derecha en la plataforma. Desde que Musk asumió el control, X ha vuelto a habilitar varias cuentas que habían sido suspendidas, muchas de ellas vinculadas a la extrema derecha. Además, ha modificado el algoritmo para garantizar que sus publicaciones, que suelen ser favorables a Trump, reciban más visibilidad, según el libro Character Limit, de Kate Conger y Ryan Mac.
Quiero hacer dos observaciones. La primera es que la política y la tecnología están conectadas de manera estrecha. Sobre todo, debido al impacto que esta última ha tenido en la cultura y la economía. En la actualidad, todo se aborda desde una perspectiva tecnológica. Incluido, sobre todo, la política.
Por otro lado, la segunda observación se refiere a lo que considero un movimiento hacia la descentralización de las experiencias. Más allá de las personas que abandonan un servicio por su política, destaca la aparición de culturas únicas en X, Bluesky y Threads, así como en otros competidores más pequeños.
El año pasado, incluimos a los "asesinos de Twitter" en nuestra lista de 10 tecnologías revolucionarias. No obstante, el gran avance tecnológico no fue el auge de un servicio ni el declive de otro. Fue la descentralización, tal y como escribí entonces:
"Las redes sociales descentralizadas o federadas permiten la comunicación entre servidores o plataformas alojadas de forma independiente al utilizar protocolos de red como ActivityPub, AT Protocol o Nostr. Ofrecen una moderación más granular, mayor seguridad frente a los caprichos de un amo corporativo o un censor gubernamental, y la oportunidad de controlar tu gráfico social. Incluso es posible pasar de un servidor a otro y seguir a los mismos usuarios".
A largo plazo, las redes sociales masivas y centralizadas serán una excepción. Usaremos plataformas distintas para diferentes propósitos.
Por ejemplo, Bluesky es ideal para noticias de última hora, ya que no reduce la visibilidad de los enlaces y, por defecto, muestra las actualizaciones de las personas que sigues en orden cronológico. Además, cuenta con un feedde Discover y la opción de configurar otros basados en diferentes algoritmos —de lo cual hablaré más adelante—, aunque el valor predeterminado es la clásica línea de tiempo al estilo de Twitter.
Threads, cuya experiencia está más orientada al algoritmo, es ideal para destacar conversaciones interesantes de los últimos días. Con frecuencia encuentro publicaciones y comentarios relevantes de hace dos o tres días cuando me conecto. Sin embargo, esto lo hace poco adecuado para experiencias en tiempo real —al parecer de forma intencionada—, ya que reemplaza la clásica línea de tiempo de las personas que sigues por un feed "Para ti", generado por algoritmos.
Me atrevo a decir que, aunque Bluesky y Threads son bastante distintas, ninguna es mejor que la otra. Cada una aporta una perspectiva diferente sobre la evolución del producto y esa diversidad de experiencias es algo positivo.
No obstante, Bluesky ofrece una ventaja significativa: permite a los usuarios personalizar su experiencia. No se limita a las opciones predeterminadas de seguimiento y descubrimiento. Se puede crear un feed personalizado o seguir los que han diseñado otras personas. Esta flexibilidad implica que mi experiencia en Bluesky podría ser completamente distinta a la tuya.
Esto es posible porque Bluesky utiliza el protocolo AT, una tecnología abierta y accesible para cualquier usuario. La idea detrás de este enfoque es que las redes sociales tienen demasiado impacto como para estar bajo el control de una sola empresa o persona. Por eso, el protocolo permite que cualquiera pueda crear y gestionar su propia red, fomentando una gran diversidad de resultados y experiencias.
Tomemos como ejemplo la moderación. En el protocolo AT, la filosofía se basa en la idea de que todas las personas tienen derecho a expresarse, pero no necesariamente a alcanzar una audiencia amplia. Esto implica que el protocolo no prohíbe contenidos de forma general, aunque cada servicio que lo utilice puede definir sus propias normas.
Por otro lado, Bluesky tiene sus propias directrices comunitarias, pero estas no tienen por qué aplicarse a otros servicios que usan el mismo protocolo. Además, los usuarios tienen la opción de moderar los tipos de contenido que desean ver, con diferentes niveles según lo que quieren permitir. Todo esto, junto con la posibilidad de crear feedspersonalizados y de que diversos servicios operen bajo el mismo protocolo, abre la puerta a un futuro muy fragmentado.
Eso es solo Bluesky. También existe Nostr, que atrae principalmente a las comunidades de criptomonedas y tecnología, al menos por ahora. Mastodon, por su parte, agrupa a comunidades en distintos servidores. Todas estas plataformas están experimentando un crecimiento.
La era de la información centralizada está llegando a su fin. Lo que vendrá será más disperso, fragmentado y especializado. Las interacciones se darán a través de servicios descentralizados, así como en canales de WhatsApp, servidores de Discord y otras plataformas más pequeñas dentro del ecosistema de redes sociales. Esto supondrá nuevos retos y generará problemas diferentes a los actuales. Sin embargo, también es una gran oportunidad para que los usuarios tengan más control sobre sus experiencias.