La ciencia de la felicidad atrae la atención de los psicólogos y de la sociedad en general cada vez más (ver Un 'felizómetro' y un reloj inteligente para medir y predecir la felicidad). Las preguntas principales en las que se basa esta disciplina son: ¿qué nos hace felices y qué factores son responsables de que la felicidad perdure en el tiempo?

Hay varios elementos que parecen jugar un papel importante. Los psicólogos opinan que el 50% de nuestra felicidad depende de nuestros genes. Todo indica que estamos preprogramados para un cierto nivel de felicidad. Sin embargo, creen que el entorno, es decir, las circunstancias de la vida que nos rodean, contribuye solo en un 10 % a nuestros niveles de felicidad.

Así que hay un 40 % de felicidad que podemos controlar y que depende de las decisiones que tomamos. Las relaciones a largo plazo, los empleos con impacto y el contacto son seres queridos son algunas de ellas.

De hecho, la psicología positiva, una disciplina relativamente nueva, ayuda a las personas a llevar a cabo ese tipo de comportamientos. Cada vez más aplicaciones contribuyen a tomar decisiones capaces de aumentar el nivel de felicidad.

No obstante, el estudio de estas elecciones y comportamientos todavía está en una fase muy inicial. La felicidad no es un estado constante que se pueda encender y apagar a voluntad. En lugar de eso, es un estado o conjunto de estados que pueden ser activados por una amplia variedad de condiciones y combinaciones de estas. Pero la naturaleza de dichas condiciones y en cómo surgen es algo que se ha investigado muy poco.

Esto está empezando a cambiar gracias al trabajo de la investigadora de la Universidad de Tokio Akari Asai  (Japón), y un equipo internacional de científicos. Entre todos han creado una base de datos de 100 000 momentos felices y se han lanzado a la desafiante tarea de extraer la información que contienen. El equipo ha publicado su base de datos, HappyDB, on line para que cualquiera pueda trabajar con ella.

Gráfico: muestra la distribución de los momentos felices en función del número de verbos presentes en la frase.

La base de datos fue fácil de crear. El equipo lanzó una tarea al servicio de colaboración abierta de Mechanical Turk de Amazon. Los voluntarios debían describir tres momentos felices que hubieran experimentado en las últimas 24 horas o en los últimos tres meses. El resultado fue un listado con descripciones de 100 000 momentos felices de hombres y mujeres por igual. Aunque todos los participantes residen en ee. uu. y tienen entre 20 y 40 años mayoritariamente.

Asai y su equipo limpiaron la base de datos siguiendo varios parámetros, como corregir errores obvios de ortografía. Era una tarea importante porque, por ejemplo, al principio, la base de datos contenía muchas más referencias a hijos que a hijas. La gente tiende a cometer más errores al escribir la palabra "hija" (que en inglés se escribe daughter) que "hijo" (que en inglés se dice son). Según Asai y su equipo, después de corregir los errores tipográficos, ambas palabras aparecían casi con la misma frecuencia.

Estos son algunos ejemplos de momentos felices incluidos en HappyDB:

"Salí con un amigo a comer algo y hablamos sobre la vida"

"Cené con mi esposo"

"Salí a correr esta tarde y el clima era agradable y sombrío"

"Estoy emocionadísimo con mi viaje a Florida del próximo mes. Sonrío solo de pensarlo"

"Besé a mi novia en el jacuzzi"

Ante estas descripciones, el equipo tuvo que decidir cuál era la mejor manera de analizar los datos. Empezaron aplicando una técnica de procesamiento del lenguaje natural. Así analizaron lo que ocurría en los momentos descritos, quiénes participaron en ellos y qué otros factores podrían intervenir.

El análisis resultó ser bastante complejo. Para Asai y su equipo, por ejemplo, la frase "cené con mi esposo" planea una pregunta: ¿qué es exactamente lo que hizo que ese momento fuera feliz? Las opciones podrían ser: cenar, estar con el marido o algo que no está explícitamente en el texto, como tener una cita nocturna sin los niños.

Así que para profundizar aún más en el análisis de estas frases utilizaron medidas estándar de valor sentimental y emocional. También clasificaron las frases en nueve categorías: logros personales, afecto o ejercicio, entre otras. La categoría "logros" incluye actividades que implican un esfuerzo extra para lograr un resultado mejor de lo esperado. Podría ser: terminar el trabajo o correr una maratón completa. La categoría "afecto" se refiere a actividades que incluyen a familiares, seres queridos y mascotas, como un abrazo o un beso. La categoría "ejercicio" hace referencia a actividades donde la intención es hacer ejercicio o entrenar: correr, montar en bicicleta o hacer yoga.

Finalmente, el equipo dividió las descripciones en función de si se referían a un momento feliz ocurrido en las últimas 24 horas o en los últimos tres meses. Esto permitió distinguir entre las actividades que aportan felicidad momentánea y las que proporcionan felicidad a largo plazo. 

Según Asai y su equipo, los resultados sugieren, que los momentos descritos en el período de 24 horas tienden a ser actividades que ocurren diariamente y están relacionadas con los alimentos y el descanso, por ejemplo. Los momentos detallados en el período de tres meses tienden a reflejar eventos poco frecuentes, como los sucedidos en días festivos o los eventos de la vida en general.

Por supuesto, los investigadores admiten que su análisis es solo el comienzo de lo que probablemente sea un complejo campo dentro del procesamiento del lenguaje natural. Sugieren añadir una amplia gama de preguntas. Por ejemplo:

¿Qué hechos se describen en un momento de felicidad?

¿Qué otros componentes, además de estos hechos, son importantes en un momento de felicidad?

¿Cuál de los aspectos mencionados anteriormente es más importante para describir un momento de felicidad?

¿Es posible describir las actividades que aparecen en los momentos de felicidad con una misma frase común?

Son preguntas ambiciosas que requerirán importantes avances en el procesamiento del lenguaje natural. También es importante analizar cómo los momentos felices varían según los grupos demográficos, las culturas y la geografía. "Todavía hay mucho oro que extraer de esta mina", afirma la investigación. El lanzamiento de esta base de datos de 100 000 momentos felices es un paso importante para comprender mejor la felicidad y para encontrar formas de ayudar a las personas a alcanzarla.