Un nuevo protocolo llamado fasp-AIR promete descargas móviles más rápidas.
Las transferencias de grandes cantidades de datos por internet a los dispositivos móviles sufren un problema principal: El Protocolo de Control de Transmisiones (TCP) utilizado para enviar y recibir datos puede llegar a ser innecesariamente lento.
Una compañía llamada Aspera acaba de anunciar un protocolo alternativo diseñado para acelerar las velocidades de transferencia inalámbricas. Bajo el nombre de fasp-AIR, incluye una nueva forma diseñada por la compañía para solucionar aquellos problemas de transferencia de datos propios de las comunicaciones inalámbricas. El protocolo fasp original ya se usa en el actualidad para aumentar la velocidad de transferencia de internet. Se utilizó, por ejemplo, para aumentar la velocidad de transferencia de los archivos desde Nueva Zelanda hasta los EE.UU. durante la producción de la película Avatar.
El problema principal con el protocolo TCP, que se diseñó antes de que las conexiones inalámbricas a internet fueran tan comunes, es que no distingue la diferencia entre paquetes de datos perdidos debido a una congestión en la red y aquellos que se pierden debido a una señal inalámbrica de poca potencia. El TCP automáticamente restringe la velocidad de los datos cuando observa pérdidas de paquetes, para que la congestión no sobrecargue la red. Esto no resulta problemático cuando los paquetes se pierden debido a la congestión, pero cuando es problema viene dado por una señal débil, provoca una caída innecesaria de la velocidad de transferencia que puede hacer que las descargas y subidas se ralenticen en exceso.
Para algunas aplicaciones, tales como el streaming de video y la telefonía por internet, es posible utilizar una alternativa como la del Protocolo de Datagrama de Usuario (UDP), que no se preocupa por confirmar que todos los datos hayan llegado intactos. El precio a pagar por la velocidad del UDP es la pérdida de paquetes de datos—un resultado familiar para cualquiera que haya sufrido la degradación de la calidad del video o de una conversación telefónica cuando la cuota de una red inalámbrica está al límite.
El fasp-AIR consigue velocidades más altas que el TCP sin perder paquetes, lo que lo hace ideal para la transferencia de datos que deban llegar completos e intactos a su destino. “La caída en el rendimiento que observamos con fasp-AIR es casi linear,” afirma la directora general de Aspera Michelle Munson. “Por lo que un 10 por ciento de pérdida en el ancho de banda disponible significa que aún así conseguimos cuotas de transferencia que son un 90 por ciento de lo especificado.”
En un primer momento, fasp-AIR estará disponible como una aplicación para el iPhone que podrá utilizarse para acceder a servidores que puedan trabajar con este protocolo. Fasp-AIR requiere que tanto el cliente como el servidor ejecuten el software desarrollado por Aspera. En el futuro, Aspera espera que los desarrolladores incorporen fasp-AIR en sus aplicaciones directamente. Entre las compañías a las que Aspera ha otorgado su licencia están Amazon y varias otras grandes corporaciones de internet.
Fasp-AIR no es el único método novedoso utilizado para aumentar las velocidades de transferencia de datos inalámbricos. Jon Crowcroft, Profesor Marconi de Sistemas de Comunicaciones en la Universidad de Cambridge, afirma que algunos proveedores de telefonía móvil utilizan un servidor Proxy entre las redes alámbricas y las inalámbricas para adaptar de forma inteligente las condiciones cambiantes de la red. Esto soluciona el problema de si una alternativa al TCP como FaspAIR hace un uso desproporcionado o no del ancho de banda en una red congestionada.
Puesto que los algoritmos de Aspera son propiedad de la compañía, Crowcroft afirma que es imposible decir si fasp-AIR “es una gran victoria comparada con otras soluciones.” Sin embargo señala que si, tal y como afirman sus creadores, fasp-AIR incluye un algoritmo capaz de distinguir si los paquetes se pierden debido a una congestión en la red o simplemente porque la señal inalámbrica es floja, entonces fasp-AIR representa una solución que podría funcionar. “No sé cómo logran averiguar en qué situación están en cada momento,” afirma Crowcroft, “y eso es lo más brillante del asunto.”
La solución que el propio Crowcroft aporta al problema, implementada por primera vez con Vodafone hace casi una década, consistía en la configuración de los proxies que conectaban la red inalámbrica con la médula espinal de los datos y la voz alámbricos, para que pudieran hacer un seguimiento de todo el tráfico TCP. Esto permitía al proxy identificar los dispositivos individuales cuando se encontraban en una parte “con pérdidas” dentro del área de cobertura inalámbrica. “No es una solución general,” afirma Crowcroft. “Si Aspera posee una solución general, les deseo la mejor de las suertes.”
Otra compañía dedicada a las redes inalámbricas, Meraki, con sede en San Francisco, sigue un método similar, haciendo un mapa del uso y cuotas de pérdida de la red y después utilizando esa información para optimizarla al nivel de los routers inalámbricos individuales.
“Hemos descubierto que al aplicarla de forma apropiada, la tecnología 802.11n puede ser bastante rápida, incluso con un tráfico TCP estándar,” afirma Kiren Sekar, director de marketing de producto en Meraki. Sekar considera el método de Meraki como algo complementario a otros métodos como el fasp-AIR.
Un problema que fasp-AIR no resuelve es de la capacidad limitada de las redes existentes, un problema que ha afectado a partes de la red 3G de AT&T, en gran medida debido al enorme tráfico de datos del iPhone. “Las redes ya se encuentran sobreprovisionadas en la actualidad, incluso sin una buena utilización [como la que es posible conseguir con fasp-AIR],” señala Munson. “Cosas como el uso de fasp-AIR ejercerán presión sobre AT&T, y no sé a dónde nos van a llevar.”
Munson imagina que en el futuro, los proveedores de servicios inalámbricos podrían usar protocolos de transferencia de datos más sofisticados para cobrar más por la distribución más rápida de archivos de gran tamaño. Sin embargo esto podría violar los principios de la neutralidad de la Red, que dicta que todos los datos deberían ser tratados de igual manera por los proveedores de servicios de internet. BitTorrent ya se aprovecha de las debilidades del TCP mediante la apertura de varias conexiones al mismo tiempo, afirma Munson.
“Si una aplicación es avariciosa, entonces no hay forma de que usando el TCP podamos obligar a cumplir con los límites de ancho de banda para esa aplicación,” afirma Munson. “Al usar fasp-AIR, no obstante, se puede controlar el ancho de banda en base al flujo que se dé en cada momento, por lo que las aplicaciones no podrían saltarse los límites que se fijen.”