Los investigadores están trabajando para combatir la gripe pandémica mediante el reclutamiento de las propias células inmunes del paciente.
Los virus se multiplican de forma increíblemente rápida una vez que infectan a sus víctimas—tan rápido que los medicamentos antivirales como Tamiflu sólo son efectivos si se administran durante los primeros días de la infección. Después de ese momento, la carga viral es simplemente demasiado grande para que un único medicamento combata contra ella. Sin embargo los investigadores están trabajando en un tratamiento contra el virus H1N1 (o gripe porcina) que utiliza un enfoque distinto. En vez de inhabilitar al virus con un medicamento, están creando una vacuna capaz de activar y dirigir las propias células inmunes del paciente para atacar al invasor.
Los científicos de Cel-Sci, con sede en Vienna, Virginia, han creado una plataforma de filtrado, llamadas LEAPS (Ligand Epitope Antigen Presentation System, o Sistema de Presentación del Antígeno por el Epítopo del Ligando) capaz de identificar epítopos--las pequeñas piezas del virus que pueden ser utilizadas para provocar reacciones inmunes muy específicas. Los segmentos de ADN que componen epítopos son tan cortos—de sólo ocho a 30 aminoácidos de largo—que se pueden recrear en el laboratorio. Después los investigadores de Cel-Sci toman esos segmentos y los unen a otra pequeña molécula—un ligando con capacidad de vincularse a una célula inmune y que guía al complejo directamente hasta las células inmunes encargadas de iniciar y dirigir la reacción inmune.
El epítopo vinculado a un ligando es guiado directamente hacia las células dendríticas inmaduras, así llamadas por los pequeños tentáculos que salen en todas direcciones desde el cuerpo principal de la célula. Las células dendríticas son las conductoras del sistema inmune, responsables del inicio y guía de la lucha contra invasores como el virus de la gripe. Las células dendríticas inmaduras son impulsadas a madurar gracias a la presencia de estos invasores; más tarde las células dendríticas maduras activan las células T, que a cambio estimulan un tipo de inmunidad contra el virus muy específica.
“Es como la vacuna contra un virus—y más efectiva—pero sin usar el virus vivo,” afirma Kenneth Rosenthal, inmunólogo en las Facultades de Medicina y Farmacia de la Universidades de Northeastern Ohio y que colaboró con el equipo de Cel-Sci.
Hasta ahora la compañía ha puesto a prueba el sistema LEAPS en ratones con herpes y artritis, y ha descubierto que el método tiene éxito a la hora de modular las respuestas inmunes de los roedores.
La tecnología LEAPS te permite dirigir una respuesta inmune a una dirección concreta,” afirma el director general de Cel-Sci, Geert Kersten. “Se trata de modular una respuesta inmune. Eso es importante puesto que también es posible promover una mayor actividad del sistema inmune y no sufrir ningún efecto en absoluto.”
Ahora la compañía ha centrado su atención alrededor del H1N1. En una investigación acelerada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU., Cel-Sci ha creado un péptido que se cree podrá hacer que el sistema inmune humano luche contra el virus directamente. En colaboración con médicos de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, los investigadores están recolectando sangre de 20 pacientes hospitalizados con H1N1, y 20 controles sanos, para después estimular la sangre con el péptido y ver si es capaz de iniciar las respuestas inmunes apropiadas.
“Necesitamos encontrar los tipos de respuestas que comúnmente se han asociado con un resultado finalmente positivo,” afirma Kersten. “Si vemos esos tipos de respuestas, entonces, y en base a una serie de discusiones con la FDA, esperamos ser capaces de llevar a cabo unas pruebas clínicas aleatorias.” El grupo espera poder continuar su trabajo tan pronto como los resultados estén disponibles.
Kersten es optimista. “Tenemos métodos, al menos con otras enfermedades, de dirigir la respuesta inmune celular sin producir citoquinas pro-inflamatorias,” afirma, refiriéndose a las moléculas de señalización capaces de incitar inflamaciones no deseadas. Las citoquinas son producidas por las propias células inmunes del cuerpo, aunque cuando su producción deja de controlarse y aumenta a niveles demasiado altos, pueden provocar que el cuerpo sobreactúe ante el virus. El método de Cel-Sci evita respuestas de este tipo.
Cel-Sci crea su péptido utilizando epítopos a partir de los pequeños segmentos del virus de la gripe que no mutan, y que por tanto podrían usarse para tratar el H1N1 incluso si cambia a lo largo del año—un método como este también podría ser efectivo contra otras cepas de la gripe, como por ejemplo la aviar (H5N1) e incluso la pandemia de 1918.
El uso de células dendríticas para dirigir una respuesta inmune es un mecanismo de gran atractivo, afirma Noel Rose, director del Centro de Investigación de Enfermedades Autoinmunes en la Escuela Bloomberg de Salud Pública de Johns Hopkins. “Esto tendría aplicaciones más allá del virus H1N1,” afirma. “Sería una buena forma de hacer que una persona fabricase su propia vacuna.”
Rose no estuvo involucrado en las pruebas, pero su laboratorio analizará los resultados de las citoquinas. “No tengo ni idea de lo que esperar, porque no sabemos qué tipos de citoquinas van a ser producidas.” Incluso así, afirma, “Creo que podría ser muy interesante.”