El 41% de los pacientes ingresados en traumatología de su hospital general son víctimas de accidentes de mototaxis convencionales. SafeBoda ha hecho hincapié en la seguridad para evitarlo, y lo está consiguiendo
Crédito: Isaac Kasamani.
Si necesitaba ser convencido de la utilidad de SafeBoda, una app de viajes compartidos para taxis de moto en la capital de Uganda, Kampala, el accidente del que fui testigo durante mi primer viaje con el servicio más que sirvió. Una tarde de lunes en marzo, mientras viajaba de pasajero sobre una "boda boda", como se conocen las mototaxis aquí, de 110 caballo fabricada en la INdia, mi conductor, Abdallah Mawejje, frenó mientras al ralentizarse el tráfico en una de las calles más plagadas por gases de escape de la cuidad. En medio de una melé de peatones y vehículos en ralentí, un joven permanecía inmóvil sobre la calzada, con la cabeza sangrando, mientras un viandante intentaba arrastrarle hasta la acera.
"Es conductor de boda boda", confirmó Mawejje mientras lo esquivábamos, con un tono indiferente que sugería que había observado esto mismo muchas veces antes. "Por eso deberías evitar a estos tíos. Sobrepasan los límites de velocidad. Adelantan a vehículos cuando no deben. No tienen cuidado".
Mawajje, por supuesto, es conductor de boda boda también - uno de aproximadamente 80.000 en esta montañosa y abarrotada ciudad de 1,5 millones de personas. Pero, desde unirse a la flota de SafeBoda y colocarse los chalecos y cascos naranja que son la insignia de la empresa - hace casi un año, ha experimentado una transformación. Además de lograr clientes mediante una app del estilo de Uber, que permite a los clientes solicitar una recogida, pagar su viaje - a un coste similar al de los conductores boda boda convencionales - y puntuar al conductor desde un smartphone, sigue un estricto código de conducta, que incluye obedecer las reglas del tráfico y realizar un mantenimiento adecuado de su vehículo. Es un primer respondiente certificado por la Cruz Roja, ha recibido formaciones de seguridad en carretera como parte de un acuerdo con la policia de Uganda y lleva un casco de alta calidad para sus pasajeros.
Mientras que podría parecer que todo esto debería representar una práctica estándar, en Kampala, la seguridad típicamente representa algo que se deja para después. Las boda boda son populares aquí debido a su bajo coste y capacidad de atravesar el tráfico denso, pero tan sólo el 30% de los conductores llevan casco y casi ninguno se los ofrece a sus pasajeros. Muchos conductores ni siquiera tienen carné de conducir y las historias de conductores que atracan a los pasajeros no escasean. En Mulado, el hospital nacional de consulta, se calcula que el 41% de los pacientes ingresados en las unidades de trauma son víctimas de accidentes de boda boda.
SafeBoda; fundada por emprendedores de Reino Unido, Bélgica y Uganda; se ha centrado en desarrollar un fuerte historial de seguridad. Cuando visité sus oficinas en marzo, sus conductores llevaban 80 días sin sufrir un accidente. Desde su lanzamiento en 2014, no ha experimentado ningún fallecimiento de conductor ni pasajero. Mawejje, que había renunciado anteriormente a la profesión debido a su mala reputación, afirma sentirse más respetado ahora. La empresa, según los autóctonos, se ha establecido como una marca de confianza con conductores cuya profesionalidad supera con creces los estándares de Kampala.
Como negocio, no obstante, SafeBoda titubeó inicialmente. A pesar de superar un millón de dólares (unos 938.000 euros) en capital semilla, y reclutar más de 1.000 conductores, la tecnología de la empresa la limitaba. La captación de clientes se veía obstaculizada por apps de versión temprana que sus cofundadores reconocen que eran "de mala calidad", un servicio que se veía limitado a determinados barrios y la comodidad de subirse a una boda boda convencional, que están disponibles en casi cada esquina.
Hasta febrero, cuando SafeBoda lanzó una app totalmente nueva, diseñada bajo la discreción de un antiguo ingeniero de Lyft, sólo una diminuta fracción de los entre 15.000 y 20.000 viajes diarios fueron realizados mediante la plataforma móvil. En su lugar, la mayoría de los conductores simplemente captaban clientes como operadores de mototaxi tradicionales. No sólo hacía esto que el servicio resultara poco regular para los que realmente buscaban utilizar la app; también privó a la empresa de una fuente de ingresos crítica. Además de cobrar a los conductores una cuota única de 200.000 chelines ugandeses (unos 55 dólares, o unos 52 euros) para unirse, SafeBoda cobra un 15% de los viajes concertados vía la app.
Foto: Abdallah Mawejje lleva casi un año conduciendo para SafeBoda, recogiendo clientes que encargan un viaje mediante la 'app', y se ha sometido a formaciones de seguridad en carretera y de primera respuesta de la Cruz Roja. Crédito: Jon Rosen.
Tras esta actualización tecnológica, la principal tarea de la empresa ahora, según la coCEO Maxime Dieudonné, consiste en convertir tantos como sea posible de sus "conductores convencionales" en "conductores por app", con el objetivo inmediato de completar 1.000 viajes encargados por app al día para mediados de mayo. Hasta ahora, 100 conductores están disponibles mediante la nueva plataforma móvil; cada conductor recibe un móvil Samsung J2 a crédito, un dispositivo de carga personalizado y una formación de "mago tecnológico" de tres días de duración para familiarizarlos con el concepto de los viajes compartidos. "Muchos de ellos no estaban familiarizados con los smartphones", señala el antiguo conductor Moses Musinguzi que lidera la formación. Pero afirma que la mayoría se muestran entusiastas respecto al nuevo medio para conectarse con clientes.
La penetración de smartphones entre pasajeros de boda boda, que tienen a provenir de las clases medias de Uganda, es relativamente alta. Aun así, convencer a los clientes de utilizar la app sigue representando un reto. En teoría, la plataforma móvil debería convertir la experiencia de viajes en algo más cómodo y seguro: sin ella, no existen garantías de que los clientes se encuentre uno con de los conductores seguros y certificados de la empresa por la calle.
Con el coste de un viaje típico que oscila alrededor de un dólar (unos 94 céntimos de euro), los ingresos de SafeBoda seguirán siendo bajos durante el futuro previsible. Con el paso del tiempo, no obstante, si la empresa logra crecer, tanto en Kampala como en otras ciudades africanas que tiene en su radar, el concepto es financieramente viable, insiste Dieudonné.
Volver más seguros los viajes también llevará tiempo. Hoy, más del 60% de los pasajeros rehusan llevar los cascos que proporciona SafeBoda, por ejemplo, algunos por preocupaciones de higiene, otros, especialmente mujeres, porque no quieren estropearse el peinado.
Tras observar el lado feo de las carreteras de Kampala de cerca, sin embargo, me aseguré de colocarme bien el mío.