Lo sentimos, tecnólogos petulantes, la biologia es mucho más engorrosa que el código peor optimizado
Randall Munroe, el erudito de la popular tira cómica de internet XKCD, aporta una visión realista dirigida a todos (yo incluido) los que son culpables de dar un bombo desproporcionado a la revolución de la biotecnología.
Ya conocemos la retórica: el ADN es tan solo el alfabeto de la vida, los genes son solo palabras. Y ahora que hemos aprendido el idioma, ¡ha llegado la hora de empezar a escribir la próxima gran novela biológica! O, si te van más los ceros y unos: "el ADN es el código fuente". El sustituto de Munroe afirma que un típico tecnólogo, algo petulante, está seguro de que "la biología está en gran parte resuelta ya" y de que podemos simplemente leerla y reescribirla como cualquier otro lenguaje de programación. Para el carro.
Para los neófitos de la programación como yo, acerquémonos un poco a la optimización; volvamos a las metáforas literarias. Pensemos en el ADN como un manuscrito en proceso de edición constante. Por lo general, la evolución se limita a trabajar desde el mismo documento con el que empezó. Puede añadir cosas, tachar cosas, recolocar las piezas, escribir apuntes en las márgenes, pero no existe un botón de "deshacer". (De vez en cuando la mutación introduce trozos de un material totalmente nuevo, pero es completamente aleatorio, como un gato que se pasea periódicamente por encima de un teclado).
Imaginemos un documento de Microsoft Word de miles de millones de páginas, editado por miles de millones de personas distintas a lo largo de miles de millones de años, y que cada una de ellas tuvo que dejar habilitado el control de cambios. Haría que La casa de hojas se pareciera a un libro infantil de Teo.
Al enfrentarnos con el carácter engorroso del ADN real, las metáforas que comparan la genética con un idioma (de programación o literario) podría ser una simplificación demasiado conveniente. Como mi amigo y antiguo editor de Proyectos Especiales de MIT Technology Review, Stephen Cass, lo expresó en Facebook: "La próxima vez que leas un titular que quita el hipo acerca de cómo nos encontramos (otra vez) en la cúspide de la revolución de la biotecnología, acuérdate la tira de XKCD de hoy".
En el mundo vertiginoso del periodismo de biotecnología, la falta de hipo nunca le ha hecho daño a nadie.