Una investigación revela que un tipo de trabajador tiene más probabilidad de propagar una enfermedad que el resto
Ahora mismo existe muchísimo interés por entender cómo se propagan las enfermedades en la sociedad, sobre todo por la reciente epidemia de ébola y los últimos sustos que han dado distintas cepas de gripe aviar. Se espera que comprender mejor este proceso sirva para encontrar métodos de vacunación más eficaces además de eficientes en términos de costes.
En este sentido, hemos analizado un estudio de este tipo sobre los contactos interpersonales en las escuelas que sugería que una forma eficaz de impedir una epidemia sería cerrar una única clase y no toda la escuela.
Ahora, Mathieu Genois de la Universidad de Toulon (Francia) y varios compañeros han estudiado el patrón que siguen los contactos cara a cara en un edificio de oficinas, y afirman que su estudio también sugiere una estrategia de vacunación novedosa que ahorraría costes.
El equipo estudió las interacciones cara a cara entre los trabajadores de un edificio de oficinas durante dos semanas. El edificio pertenecía al Instituto Francés de Vigilancia de la Salud Pública (InVS por sus siglas en francés) cerca de París. El edificio alberga tres departamentos científicos distintos además de un departamento de recursos humanos y uno de logística.
A los trabajadores del edificio se les colocaron sensores que detectan la proximidad de otros. Como el cuerpo funciona como escudo contra las frecuencias de radio que usan los sensores, los dispositivos sólo detectan contactos cuando una persona está frente a otra a distancias menores de 150 centímetros. En total el equipo distribuyó 100 de estos sensores a los dos tercios del personal que aceptaron formar parte del estudio.
El equipo estudió la naturaleza de los contactos dibujando una red en la que cada individuo es un nodo y las líneas entre cada nodo representan al menos un contacto durante el periodo de recogida de datos (ver arriba).
El aspecto más sorprendente de esta red es que los individuos se suelen agrupar según el departamento en el que trabajan. Es decir, la mayoría de la gente tiene un número mayor de contactos con los colegas de su propio departamento. Es más, de media tienen contacto con otros 15 individuos, una fracción muy pequeña del global de la población de la oficina.
Sin embargo, existen algunas excepciones. Un pequeño número de individuos tiene la mayoría de sus contactos con otros departamentos. El equipo denomina a estas personas "errantes". Se podría imaginar que a la hora de difundir una enfermedad los errantes tienen especial importancia. Pero en realidad no es así porque aunque tienen más contactos fuera de su departamento, estos se limitan a pequeños grupos de otras personas.
Los investigadores afirman que hay un grupo de personas mucho más importantes a los que llaman "enlaces". Los enlaces son las personas que tienen aproximadamente la mitad de sus contactos dentro de su propio departamento y la mitad fuera. "Los enlaces funcionan como puentes en la red", explican y por lo tanto son los que más probabilidad tienen de propagar una enfermedad.
Así, el equipo simula la difusión de una enfermedad a través de modelos estándar de infección y demuestra cómo los enlaces tienen un papel clave.
Esto apunta a una estrategia interesante. En vez de vacunar a todo el mundo o vacunar a la gente al azar, una forma eficaz y barata de impedir la propagación de la enfermedad es vacunar sólo a quienes se pueden clasificar como "enlaces". Una estrategia de vacunación dirigida a los enlaces impediría eficazmente grandes epidemias", concluyen.
Uno de los posibles problemas que podrían surgir sería el de identificar a los enlaces, algo que se puede hacer haciendo el mismo tipo de análisis de redes que estos investigadores, pero cuesta mucho tiempo y dinero.
Una forma mucho más fácil es identificar a enlaces mediante la descripción de su puesto. Por ejemplo, la persona que empuja el carrito de los sándwiches o el del correo de un departamento a otro podría ser un objetivo evidente. "Este resultado podría ayudar a diseñar estrategias de vacunación eficaces y baratas", afirman.
También sugieren mecanismos mediante los cuales los individuos pueden usarse a sí mismos para prevenir la infección. Si sabes quiénes son los enlaces en tu oficina, una estrategia para evitar coger la gripe este invierno sería evitarlos. La denominada estrategia de distanciamiento social.
Es un trabajo interesante que proporciona un información fascinante sobre la microestructura de los contactos sociales dentro de los edificios de oficinas. En concreto, revela que uno de los factores más importantes es la organización de las oficinas en departamentos. Algo que contrasta mucho con otras situaciones sociales, y desde luego con la suposición que se hace a veces en la simulación de epidemias de que los contactos dentro de los edificios son homogéneos.
Aunque este tipo de trabajo parezca muy académico, la verdad es que después del primer diagnóstico de ébola contagiado fuera de África, las estrategias para evitar infecciones en el trabajo pueden convertirse en una parte necesaria de la vida laboral.
Ref: arxiv.org/abs/1409.7017 : Datos sobre contactos cara a cara en un edificio de oficina sugieren una estrategia de vacunación barata basada en los enlaces comunitarios.