Los embarazos de alto riesgo requieren controles médicos más frecuentes y son un problema para los hospitales con pocos recursos, que no pueden ingresar a las madres por falta de camas. Cuando la paciente llega al centro médico puede encontrarse con que su bebé ha fallecido o sufrido daños irreversibles. Con el objetivo de reducir estos riesgos, investigadores del Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (CIDESI), uno de los 27 centros públicos de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), han desarrollado un programa de vigilancia materno-fetal que incluye el diseño de un monitor fetal remoto  y un software para el centro de monitorización obstétrico. Esta tecnología permite que la propia paciente pueda monitorizarse desde su casa, y envía atención médica inmediata si fuera necesario.

Pie de foto: El tamaño del dispositivo es similar al de un teléfono móvil. Crédito: CIDESI.

El dispositivo electrónico tiene el tamaño de un móvil y se entrega a las madres de bajos recursos con un embarazo de alto riesgo, que no pueden permitirse un hospital privado. La paciente se encarga de monitorizar la frecuencia cardíaca del bebé y la actividad uterina, información que llega automáticamente a una central de monitoreo. Si es necesario se envía una ambulancia, ya que el aparato tiene un GPS que ubica a la madre en todo momento. De este modo, el monitor fetal remoto no solo evita fallecimientos, también problemas derivados de una atención sanitaria tardía.

El director de Electrónica Aplicada de CIDESI, Sadot Arciniega, explica que la tecnología se desarrolló por petición del Hospital del Niño y de la Mujer de Santiago de Querétaro (México), donde “cuatro de cada diez mujeres” tienen este tipo de embarazos, una proporción muy alta si se tiene en cuenta que allí nacen unos 30 bebés cada día. El experto espera que su tecnología logre reducir las muertes perinatales en un 50%.

El hospital mexicano comenzó a facilitar el monitor a madres con bajos recursos y Arciniega asegura que la experiencia de todas con el dispositivo tuvo resultados satisfactorios. El investigador también aclara que no hay ningún motivo para que no pueda utilizarlo cualquier paciente y que ya hay centros privados interesados en la tecnología. “¿A qué señora no le gustaría ser monitorizada desde la comodidad de su casa?”, se pregunta.

Arciniega destaca que su utilización “es muy fácil”, y que el mismo aparato recuerda a las madres que no han enviado los datos en caso de que se olviden de hacer alguno de los dos estudios diarios necesarios. Por ello, subraya que es un “sistema bidireccional”, en el que paciente y médico se mantienen en contacto mutuo. También incluye un sistema de audio para que la madre escuche el latido del bebé y así se mantenga en contacto con su hijo.

Además de mejorar la atención médica de madres y bebés, el monitor también supone ventajas económicas. Arciniega afirma que la falta de atención a tiempo de un bebé “le cuesta al hospital casi 4.000 euros diarios”, ya que el niño debe permanecer ingresado hasta 40 días. Por otra parte, el dispositivo se entrega durante las semanas en las que existe peligro, entre la 30 y la 33, por lo que se evita tener ingresada a la madre un par de semanas, lo que también supondría un gasto importante.

Innovación 100% mexicana

“No existe un producto similar en el mercado”, asegura Arciniega, quien aclara que “no se trata solo de un monitor a distancia, sino de todo el software e infraestructura que lo soporta”. El investigador explica que el desarrollo se llevó a cabo exclusivamente en México para “evitar las dependencias tecnológicas del extranjero”.

Ahora el dispositivo se transferirá a una empresa que lo comercializará a nivel nacional e incluso en Sudamérica y el resto del mundo. Arciniega espera que se pueda introducir en todos los hospitales de México a partir de octubre. Además, el monitor generará una base de datos que servirá para estudios futuros sobre la relación entre la falta de atención a tiempo y el desarrollo de problemas a posteriori.