Unos implantes cerebrales permiten a los primerates controlar un brazo izquierdo y un brazo derecho
¿Qué grado de destreza será capaz de proporcionar la neurotecnología a los pacientes que no se pueden mover? Un estudio llevado a cabo con monos sugiere que las tareas en las que intervienen ambos brazos serán posibles dentro de relativamente poco tiempo.
En el último año, han salido a la luz investigaciones que revelan capacidades increíbles en los pacientes para realizar tareas en el mundo real a través de un brazo robótico. Los sujetos controlan el brazo con la ayuda de implantes cerebrales que registran sus intenciones de movimiento. Una paciente pudo beber un café por sí misma a pesar de llevar 15 años paralítica (ver "Un chip cerebral ayuda a personas tetrapléjicas a mover un brazo robótico"). Otra, paralítica del cuello para abajo, pudo darse a sí misma un trozo de chocolate (ver "Una mujer paralítica es capaz de mover un brazo robótico con una flexibilidad sin precedentes").
Ahora, un estudio hecho realizado en primates, cuyos resultados se han publicado en la revista Science Translational Medicine, sugiere que, en el futuro, los pacientes quizá puedan usar interfaces cerebro-máquina para controlar dos brazos.
El neurocientífico del Centro Médico de la Universidad de Duke (EEUU) Miguel Nicolelis y su equipo implantaron una serie de microelectrodos en varias zonas de los cerebros de dos monos. Dichos electrodos eran capaces de registrar unas 500 neuronas en cada uno de los primates, lo que representa la mayor cifra de neuronas registradas de forma simultánea hasta la fecha. Mediante estos implantes, los monos pudieron controlar brazos virtuales que aparecían en una pantalla negra para tocar círculos y cuadrados bancos en tareas que se veían recompensadas con zumos de frutas.
Cuando los monos movían las dos manos, los investigadores observaron patrones de actividad neuronal distintos a los que se presentaban cuando movían cada mano por separado. A través de este tipo de investigación en interfaces cerebro-máquina, los científicos pueden desarrollar no sólo importantes dispositivos médicos para personas con problemas de movilidad, sino aprender sobre los complejos circuitos neuronales que controlan el comportamiento. Comprender la actividad de los circuitos neuronales completos es uno de los principales objetivos de la iniciativa BRAIN del gobierno de Estados Unidos (ver "La importancia del proyecto de mapeo del cerebro impulsado por Obama").
"Simplemente sumar la actividad neuronal correlacionada con los movimientos del brazo izquierdo y derecho no permite predecir qué harán las mismas neuronas individuales o poblaciones de neuronas cuando ambos brazos se veían involucrados en una tarea con ambas manos", explica Nicolelis en una nota de prensa prensa. "Este hallazgo señala la existencia de una propiedad cerebral emergente -una suma no lineal- cuando ambas manos trabajan a la vez".