El epicentro de innovación no ha sido recreado en ninguna otra parte del mundo. Entre las causas, hay quien defiende su elevada proporción de personas con Asperger y dislexia
Se comprende que haya tantos lugares en el mundo que quieran recrear el motor económico que es Silicon Valley (California, EEUU), como escribió MIT Technology Review en su reciente business report. Pero crear otro epicentro de innovación como este será mucho más difícil de lo que nadie pueda imaginar. Esto es así porque el ecosistema de Silicon Valley es mucho más sofisticado que sus start-up de forma individual.
Para empezar, la zona cuenta con una masa crítica de compradores en serie, empezando por Oracle, Cisco, HP, Intel y Symantec, a los que se han unido en la última década empresas como Google, Salesforce.com, Facebook y LinkedIn. Hay un grupo importante de empresas en Silicon Valley con la contabilidad y la previsión necesarias para hacer grandes adquisiciones.
En segundo lugar, estas empresas están acostumbradas a transformar radicalmente las cosas. Apple y Google han cambiado la industria del móvil. Google y Facebook han cambiado la industria de la publicidad. Apple ha cambiado la industria musical. Square, Netflix, Airbnb, Uber y decenas de otras empiezan a chupar miles de millones de dólares de otras industrias.
Y por último, está la combinación perfecta de lo grande, lo global y lo curioso:
En el apartado grande, Silicon Valley tiene 400.000 trabajadores en el sector tecnológico. Si incluyes, además, la infraestructura de apoyo de los proveedores de servicios, esa cifra quizá sea el doble.
Esa fuerza de trabajo es global. Casi las dos terceras partes de las personas que trabajan en en la zona son "trabajadores extranjeros". La gente emigra al valle desde todas partes del mundo. Traen una serie de experiencias muy diversas sobre cómo funcionan las industrias en distintos países.
Y nos queda lo curioso. Hay quien defiende que es probable que en Silicon Valley la proporción de personas con síndrome de Asperger y personas con dislexia sea mucho mayor que en cualquier otro lugar y que esto contribuye de hecho a su éxito duradero.
Admiro y respeto las comunidades de start-up en todo el mundo y he trabajado con muchas de ellas. Deberían seguir haciendo lo que están haciendo. Hay sitio de sobra para crear nuevos negocios, y si se trata de un negocio transformador, de rápido crecimiento y estratégico, lo más probable es que lo compre una empresa de Silicon Valley. Ahora mismo hay demasiados ecosistemas industriales en el valle como para dejar que se les pasen por alto oportunidades de ese tipo.
Mark Zawacki es el fundador de 650 Labs, una consultora con sede en Silicon Valley.