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Tecnología y Sociedad

Al plan de la NASA le faltan fondos

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¿Es capaz el sector comercial de rescatar al programa de vuelos espaciales con humanos de los EE.UU?

  • por Brittany Sauser | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 11 Septiembre, 2009

El martes, después de meses de deliberación, el comité independiente encargado de la revisión del futuro del programa espacial con humanos de los EE.UU. emitió un informe recopilatorio de sus hallazgos, un documento que servirá para tomar las decisiones a las que se enfrenta la administración de Obama.

Según el informe, la crisis actual a la que se enfrenta la NASA reside en su presupuesto, y no el problemas técnicos o de programación. “El informe señalaba claramente que el programa actual no es ejecutable o sostenible con el presupuesto que tenemos,” afirma Scott Pace, director del Instituto de Política Espacial en la Universidad George Washington, en DC.

El informe fue emitido por el panel Augustine, nombrado así en honor a su presidente, Norman Augustine, director y presidente retirado de Lockheed Martin. El informe recomienda extender el Trasbordador Espacial hasta 2011 para completar los vuelos pendientes y extender la vida de la Estación Espacial Internacional hasta 2020, con lo que se aseguraría que tanto los EE.UU. como los socios internacionales logran recuperar la inversión realizada. De forma crucial, el informe sugiere la utilización del sector comercial para misiones con y sin tripulación humana para así reducir los costes gubernamentales.

En el programa actual de la NASA, llamado Constellation, figura el envío de humanos a la EEI, la luna, Marte y distancias mayores. El plan incluye el desarrollo de un nuevo sistema de lanzamiento y un nuevo vehículo para la tripulación, llamados Ares y Orion respectivamente, que vendrían a reemplazar al cada vez más antiguo Trasbordador Espacial.

El informe del comité ofrece cinco alternativas a la exploración humana del sistema solar: continuar con el programa Constellation actual; frenar y alargar el programa Constellation; centrarse en la ampliación de la vida de la EEI hasta 2020, y desarrollar una versión más pequeña del cohete Ares V para las misiones a la luna; extender el Trasbordador Espacial hasta 2015 y la EEI hasta 2020 utilizando o bien servicios comerciales, una versión más ligera del Ares V o un concepto derivado del trasbordador; y el envío de astronautas a la luna, a los asteroides y a Marte en vuelos de reconocimiento.

El comité ha afirmado que Marte es “sin lugar a dudas el destino más interesante a nivel científico dentro del sistema solar… pero, con las tecnologías existentes y sin una inversión o recursos substanciales, no resultaría fácil como primer lugar a visitar.” Por tanto, recomienda que los EE.UU. viajen primero a la luna o que sigan una opción “flexible”—en otras palabras, que se embarquen en una serie de visitas al espacio profundo y misiones de reconocimiento antes de intentar aterrizar en Marte.

James Oberg, experto espacial y antiguo ingeniero de la NASA, afirma que la recomendación del informe para desarrollar el acceso orbital a escala comercial es de importancia esencial para algunas de las opciones. “Hay algunos vehículos orbitales de gran calidad que están siendo diseñados por el sector privado,” afirma.

“Si lo que queremos es un programa espacial con el propósito de enviar humanos más allá de la orbita baja terrestre, necesitamos más dinero,” señala John Logsdon, que trabajó en la Junta de Investigación de Accidentes del Columbia y es fundador y antiguo director del Instituto de Política Espacial. “Si el presupuesto no se incrementa, entonces tenemos que reducir nuestros objetivos, lo cual sería muy decepcionante para el comité,” afirma Logsdon.

Sin embargo, Logsdon está de acuerdo con Oberg, y añade que “los miembros del panel se han fijado en los competidores comerciales y han afirmado que creen que podrían encargarse del trabajo. El informe apoya las opciones comerciales.”

El presupuesto actual de la NASA para el año fiscal 2010 es de aproximadamente 18.600 millones de dólares, lo que supone un incremento respecto al año fiscal 2009, aunque el programa de exploración humana ha recibido 3.400 millones de dólares menos de lo que sugirió la anterior administración. Además, el perfil del presupuesto hasta 2020 es alrededor de 80.000 millones de dólares—28.000 millones menos de lo que se le dijo a la agencia que recibiría hace cuatro años, cuando desarrolló el programa Constellation.

“Si se suman los 3.000 millones para los años 2011, 12 y 13, y añades la inflacción prevista del 2,4 en vez del 1,36 por ciento, entonces nos podemos permitir todas las opciones de las que habla el comité Augustine,” señala Pace, que fue director asistente de aeronáutica y espacio en la Oficina de la Casa Blanca para Políticas de Ciencia y Tecnología, bajo el mandato del presidente George W. Bush.

Pace afirma que no ve ninguna alternativa que sea más atractiva que el actual programa Constellation. “Si al programa técnico no le pasa nada, entonces ¿lo que hay que hacer es cambiar las políticas, o hay que hacer cambios en el presupuesto? Yo opino que hay que cambiar el presupuesto.” Añade que la política actual está apoyada por dos tipo de congresos distintos, bajo la ley de autorización de la NASA en los años fiscales 2005 y 2008, y “es una de las políticas más sólidas a las que se puede aspirar.”

No obstante, el programa Constellation, que incluye el desarrollo del cohete Ares I para los vuelos a la EEI en 2016 y la construcción de la cápsula de tripulación Orion para volver a llevar a los humanos a la luna en 2020, ha generado críticas. Logsdon afirma que está claro que el comité no cree que el Ares I sea una buena idea y que la fecha más realista para los viajes a la luna seria a mediados de los años 20.

Pace argumenta que las críticas al Ares ensombrecen una serie de cuestiones más importantes. “¿Estamos dispuestos a depender de los rusos durante un periodo de tiempo más largo? ¿O estamos dispuestos a apostar por que las alternativas comerciales lleguen a tiempo?

Entre las otras opciones que señala el panel, Oberg afirma que la opción flexible es particularmente interesante. “Esta podría ser la vía de avance para desarrollar nuevas tecnologías para la exploración humana, al contrario que el método que en la actualidad tiene un favor más general y que podría denominarse como el ‘Apollo con esteroides’” afirma.

El panel también mencionó el uso de un vehículo de lanzamiento derivado del shuttle, aunque la mayoría de los expertos están de acuerdo en que esta opción, finalmente, sería más cara que el hecho de dejar a los EE.UU. sin un vehículo de lanzamiento pesado adecuado. Sólo sería viable si la administración de Obama decidiese no incrementar el presupuesto de la NASA.

El comité concluye que “ningún plan que sea compatible con el perfil del presupuesto para el año fiscal 2010 permite que la exploración humana continúe de forma significativa.” La cuestión que la administración de Obama tendrá que contestar, señala Pace, es “qué tipo de programa espacial queremos tener, y ¿qué estamos dispuestos a pagar?”

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