¿Cuál nos permitirá cerrar el círculo de nuestras cadenas de producción?
Los procesos lineales del tipo "coger, hacer, desechar" que caracterizan la producción actual de bienes, comida, agua fresca y energía han provocado importantes problemas medioambientales, económicos y sociales, como el cambio climático, la escasez de recursos y la contaminación.
Por ahora, el papel de la tecnología ha sido principalmente mejorar la eficiencia de estos procesos de producción lineales, aumentando significativamente las unidades de output respecto a las unidades de input, como por ejemplo las mejoras del motor de combustión interna o la creación de transistores más rápidos.
Mientas que se espera que los avances técnicos sigan dando lugar a mejoras en la eficiencia, el verdadero reto reside en pasar de una economía lineal a una economía circular en la que los 'residuos' se reintroduzcan en la cadena de producción, limitando en gran medida nuestra necesidad de recursos y nuestro impacto sobre el medio ambiente. Cerrar el bucle ya no es una opción sino una necesidad urgente puesto que nuestra demanda de recursos naturales, minerales estratégicos y energía está creciendo de forma drástica.
Reducir las facturas de consumo de agua, energía y materias primas tiene todo el sentido. Entonces, ¿por qué la economía circular no es ya una realidad? En algunos casos lo es. Todos usamos papel, latas, botellas, componentes de coche e incluso agua reciclados. Reciclar tiene sentido económico -ya que reduce costes y maximiza la producción- sobre todo si tenemos en cuenta todo el ciclo de vida. Es más, los productos reciclados son especialmente populares entre los consumidores con alto poder adquisitivo, como saben muy bien tantas empresas que aprovechan la tendencia.
Las tecnologías emergentes son claves para permitir la creación de ciclos de producción cerrados rompedores. Por ejemplo, ¿por qué seguimos dependiendo del petróleo, un proceso lineal que empieza con la perforación y acaba con el aumento de nuestros niveles de CO2? Porque los procesos circulares alternativos no tienen sentido económico. Y aquí es donde las tecnologías avanzadas pueden tener un papel clave para permitir la creación de un ciclo cerrado. Por ejemplo, crear hidrógeno abundante y limpio -dividiendo moléculas de agua gracias a la luz solar- que se pueda usar a continuación como combustible cuyo único residuo sea agua, con lo cual se cierra el círculo.
Sin embargo, las tecnologías emergentes, como cualquier otra cosa que permita lograr avances, son difíciles de predecir. Nadie sabe realmente cuál nos permitirá cerrar el círculo de nuestras cadenas de producción, pero entre las prioridades del Consejo de Tecnologías Emergentes del Foro Económico Mundial, que hoy presenta sus 10 tecnologías emergentes más importantes para 2013, sin duda están aquellas que podrían hacer nuestros sistemas de producción más sostenibles, al mismo tiempo que satisfacen las demandas de la población mundial.
Javier García Martínez es miembro del Consejo de Tecnologías Emergentes del Foro Económico Mundial, director del Laboratorio de Nanotecnología Molecular de la Universidad de Alicante y fundador de Rive Technology. Premio TR35.