No obstante, el uso general sigue siendo bajo, y la seguridad es la principal preocupación.
Alrededor
de un siete por ciento de la población de los Estados Unidos ha utilizado un
historial médico personal, el doble del número de usuarios respecto al año
anterior, según una nueva encuesta con alrededor de 1.850 personas. Dicha
encuesta fue patrocinada por la Fundación de Cuidados de Salud de California,
una organización independiente sin fines de lucro con sede en Oakland. Sin
embargo, a alrededor de dos tercios de los consumidores les siguen preocupando
los temas de privacidad relacionados con esta tecnología, una cifra que se ha
mantenido estable desde una encuesta realizada en 2005.
La ley
de estímulo de 2009 aportó 2 mil millones de dólares a los historiales médicos
electrónicos (EMR, en sus siglas en inglés), en gran medida en forma de
incentivos para que los hospitales y las prácticas médicas adoptasen los
sistemas de ERM. Algunas compañías de seguros y sistemas de salud, tales como
Kaiser Permanente en California, han hecho que estos historiales estén al
alcance de los pacientes como registros personales de salud (PHRs, en inglés),
permitiéndoles concertar citas, pedir recetas, ver los resultados de pruebas, y
contactar con sus médicos electrónicamente. Google y Microsoft también han
creado programas de PHR libres, capaces de interactuar con un número de
farmacias y dispositivos médicos del hogar, tales como monitores de presión
arterial.
"Llevamos
a cabo esta encuesta para asegurarnos de que la voz de los consumidores se
escuchaba y era incorporada dentro del modo en que los legisladores y la
industria implementan la reforma de salud de forma más generalizada",
señaló Sam Karp, vicepresidente de programas de la Fundación de Cuidados de
Salud de California, durante una conferencia de prensa.
Según
la encuesta, que reunió algunos de los primeros datos sobre el uso de PHRs, los
consumidores con acceso por internet a la información aseguran saber más sobre
su salud y afirman cuidar mejor de sí mismos que cuando esta información estaba
disponible sólo en los registros en papel. Como era de esperar, el uso de PHRs
fue más frecuente entre los jóvenes, así como entre aquellos con mayores
ingresos y una educación universitaria. Sin embargo, la encuesta también
encontró que los pacientes con menor nivel educativo, ingresos más bajos, y los
enfermos crónicos reportaron un mayor valor del uso de PHRs, a pesar de su uso
menos frecuente en comparación con otros grupos.
California
cuenta con el mayor nivel de utilización de PHRs--un 15 por ciento--algo que
probablemente se deba a sistemas de salud grandes, como Kaiser, que ofrecen
PHRs a sus pacientes. Kate Christensen, médico y directora del portal de
pacientes de Kaiser, señaló en la conferencia de prensa que el 50 por ciento de
los miembros que reúnen los requisitos necesarios, unos 50 millones de
personas, se habían registrado en la página web. "Creo que es porque se trata
de una fuente en la que confían", afirmó. Según la encuesta, más de la
mitad de todos los adoptantes de PHRs utilizan un sistema proporcionado por sus
aseguradoras, y alrededor de una cuarta parte usan sistemas provenientes de sus
proveedores médicos.
El descubrimiento
de que las personas con menores ingresos y aquellos con enfermedades crónicas
son lo que más se benefician es una buena noticia, afirmó Steve Findlay,
analista senior de política sanitaria en la Unión de Consumidores, una
organización sin fines de lucro que publica Consumer Reports, durante la
conferencia de prensa. "La gran tarea en el futuro para las poblaciones
vulnerables será hacer que los PHRs y las herramientas IT de salud resulten
fáciles de usar para las personas con menos educación y para las personas
mayores", señala. "Estos grupos son más propensos a tener
enfermedades crónicas y están menos cómodos con el uso de ordenadores y
software."