La incorporación de un sistema de vigilancia del ritmo cardíaco podría ayudar a los adolescentes a practicar el auto control.
Los
chicos adolescentes, especialmente aquellos con problemas emocionales, no son
el grupo más receptivo a la hora de recibir terapia. Es por ese motivo que
Jason Kahn, investigador en el Hospital Infantil de Boston, junto a Peter
Ducharme, trabajador social clínico en el mismo hospital, han desarrollado un
video juego al estilo de Invasores del Espacio con el que esperan poder animar
a que los pacientes adolescentes reciban terapia. "Esto logra cambiar la
percepción de la terapia puesto que se trata de jugar juegos," afirmó Ducharme,
que presentó la investigación en la conferencia Future of Health Technology en
MIT a principios de esta semana.
El
juego, en el que los jugadores disparan a invasores alienígenas al tiempo que
evitan las naves amigas, está conectado a un sistema de seguimiento del ritmo
cardíaco que se coloca en el jugador. El pulso del jugador se eleva demasiado
alto durante el juego, la dificultad para controlar el juego aumenta. Como
respuesta, el jugador tiene que emplear las técnicas de relajación aprendidas
con anterioridad durante la terapia dentro del contexto del juego, disminuyendo
el ritmo cardíaco y logrando calmarse. "La idea es crear una situación
medianamente estresante en la que el jugador deba regular su respuesta," afirmó
Kahn. "Con suerte esa habilidad para ejercitar el control se acabará
expandiendo a otras situaciones."