Formalizar el retweet puede que cambie el comportamiento de los usuarios
El sitio de microblogging y red social Twitter despegó el año pasado y en junio ya contaba con más de 44,5 millones de usuarios en todo el mundo. Dentro del ecosistema limitado a 140 caracteres de Twitter, los usuarios han hecho evolucionar un lenguaje propio, buscando formas creativas para filtrar la a veces apabullante cantidad de publicaciones en Twitter. El sitio acaba de anunciar la incorporación formal de una técnica de comunicación generada por el usuario y llamada 'retweeting'—volver a publicar el mensaje de otra persona, algo similar a citar a alguien. Algunos expertos dicen que el método de Twitter dificultará el aspecto conversacional del hecho de hacer un retweeting; otros predicen que creará una nueva forma de comunicación.
Twitter ya ha incorporado otras herramientas lingüísticas creadas por los usuarios, como por ejemplo el uso del símbolo ‘#’ frente a una palabra para facilitar su búsqueda (como “#conference09”). Otra técnica común es teclear @ delante de un nombre de usuario para contestarle directamente (aunque de forma pública), algo que Twitter también formalizó después de que los usuarios lo adoptaran primero. Estas herramientas lingüísticas también se han extendido a otros entornos sociales, incluyendo YouTube, Flickr, Facebook y los blogs.
En la actualidad, no hay un formato fijo para el retweeting, que básicamente consiste en volver a publicar el tweet de alguien y acredirtarle por ello. El esquema más común para un retweet consiste en comenzar la publicación con las letras “RT,” después el símbolo @, y el nombre de usuario de la persona a la que estamos citando. El retweet envía la información a un nuevo número de seguidores, que ven el retweet y tienen la opción de hacer un retweet ellos mismos. De esta forma, las ideas, los vínculos y otro tipo de información se pueden distribuir—y analizar dicha distribución—de forma bastante fácil.
Sin embargo el formato de retweeting es mucho más inconsistente y complejo que el uso del nombre del usuario al que se cita y el símbolo ‘#’, según indica la científica de medios sociales de Microsoft Research Danah Boyd, que recientemente publicó un estudio sobre el comportamiento del retweeing. Las variaciones incluyen teclear la atribución al final usando la palabra “via,” “por,” o “retweet” en vez de “RT.” Es más, la gente a menudo añade sus propios comentarios antes o después de un retweet. Esto acaba siendo un problema debido al límite de 140 caracteres de Twitter, explica Boyd. Teclear “RT@nombredeusuario” se lleva muchos caracteres, y también lo hace el hecho de añadir un comentario. Para combatir esto, los usuarios parafrasean u omiten parte del texto original, lo que a menudo provoca que se publiquen citas erróneas.
La semana pasada, Twitter anunció que pronto implementará un botón que permitirá a los usuarios volver a publicar de forma automática el tweet de cualquier otra persona. Aunque esto hará que los usuarios hagan retweets de forma más rápida y fácil, la versión de prueba del nuevo botón no parece permitir a los usuarios editar el retweet, y con ello incorporar comentarios. En vez de eso, el botón de “retweet” añade la imagen y el nombre de la persona a quien se está citando en el tweet original y lo publica entre aquellos que son seguidores de quien haya hecho el retweet.
La nueva función de retweet “no va a satisfacer las necesidades de aquellos que hacen retweets de forma habitual. Al mismo tiempo, creo que va a extender el retweeting entre un grupo de población completamente nuevo,” afirma Boyd. “El añadir comentarios es un elemento importantísimo dentro del hecho de hacer un retweet.” En vez de únicamente responder de forma privada a una persona con una opinión, al hacer un retweet y añadir un comentario los usuarios se pueden dirigir a un público más amplio, compartiendo sus opiniones e invitando a otros a que hagan lo mismo, afirma.
Boyd descubrió que el porcentaje de usuarios de Twitter que hacen retweets es bastante pequeño, aunque espera que este número se vea incrementado una vez que el botón de retweet se incorpore. En su investigación, Boyd encontró que el 11 por ciento de los retweets examinados contenían comentarios. No obstante afirma que esa cantidad probablemente no hace justicia al fenómeno, puesto que sólo buscó comentarios al comienzo de los mensajes.
“El retweeting lo usan principalmente los geeks (locos de la informática) y aquellos que se dedican a las noticias,” afirma. “Lo que realmente está empezando a ser muy popular en Twitter… es todo aquello relacionado con la cultura popular.” Boyd espera que el botón de retweet extienda esta práctica entre los millones de usuarios que siguen a famosos, tales como los fanáticos de Twitter Ashton Kutcher y Oprah Winfrey, por ejemplo. “Vamos a ver cómo la información se extiende en poblaciones que hasta ese momento no se habían involucrado de esa forma. Veremos una evolución del comportamiento,” afirma Boyd. “Se volverá una forma de validar o estar de acuerdo con el contenido de un usuario.”
Los usuarios a menudo utilizan los retweets para dar contexto a una conversación, afirma Susan Herring, profesora de ciencias de la información y lingüística en la Universidad de Indiana y editora jefe de Language@Internet journal. “No puedo imaginar que [la nueva herramienta de Twitter] sea muy satisfactoria para aquellos que hacen retweets,” afirma Herring. “Un retweet junto a un comentario es una conversación. Un retweet por si sólo podría servir como apoyo, pero hacer faltar echarle mucha imaginación para considerar un intercambio de apoyos como una conversación.” Herring no está de acuerdo con que incrementará el retweeting y ampliará el rango de usuarios que se dediquen a hacer retweets.
Los retweets no son sólo de interés para los usuarios sino también son de gran valor para las compañías y los investigadores que se esfuerzan por analizar la forma en que las ideas se distribuyen entre la gente. Los retweets son “un mecanismo viral muy elegante,” afirma Dan Zarrella, desarrollador web dedicado al estudio del marketing viral en medios sociales. “La escala y los datos que se pueden extraer de los retweets nunca han sido posibles con otras formas de comunicación boca a boca virales,” afirma Zarrella, que dice poseer una base de datos de más de 30 millones de retweets.
“Creo que tener un botón un una estructura para hacer retweets es definitivamente una buena idea, pero no estoy de acuerdo con la implementación,” afirma Zarrella, y sugiere utilizar un formato como la herramienta de TweetDeck, desarrollada por terceros, y otras herramientas similares: al pulsar el botón de retweet se copiará automáticamente el vínculo antiguo con la sintaxis “RT,” aunque la herramienta seguirá permitiendo a la persona que haga el retweet que modifique el texto.
Al quitar “RT@nombredeusuario,” Twitter hace imposible que los usuarios busquen retweets por ellos mismos, afirma Zarrella. “Están limitando la capacidad de análisis de los retweets.” Zarrella especula con la idea de que el botón de retweet haya sido creado para que, en el futuro, Twitter puede cobrar por distintas características, como el análisis exhaustivo de la distribución de los retweets.
Además de mostrar la imagen del tweeter original, el nuevo botón de Twitter también mostrará los últimos 20 retweets de una publicación. “Si mostrasen el rastro de todos aquellos que hicieron un retweet, eso estaría bien,” afirma Steve Garfield, asesor de nuevos medios de varias grandes compañías y prolífico videoblogger. “Me gusta añadir valor a mis retweets mediante la inclusión de un comentario, para decirle a la gente por qué me gusta.” Si la nueva función no permite comentarios, Garfield afirma que los usuarios diseñarán una nueva forma de volver al método antiguo.
“La gente seguirá utilizando Twitter para satisfacer sus necesidades,” predice Herring. “No puedo imaginar que aquellos a los que les apasionan los retweets vayan a dejar de poner su afición en práctica.”