Los electrodos implantados en su corteza sensorial transmiten los impulsos eléctricos de la extremidad electrónica al paciente, que recuperó la sensación de que sus dedos fueran tocados
Un nuevo estudio ha permitido a devuelto el sentido del tacto a un hombre paralizado mediante señales eléctricas procedentes de un brazo robótico inyectadas en la corteza sensorial de su cerebro.
El uso de implantes dentro del cerebro para detectar señales y para mover una prótesis no es novedoso. Tampoco lo es la idea de recrear el sentido del tacto mediante señales eléctricas. Este estudio se diferencia de los demás porque se aprovecha de la corteza sensorial, la parte del cerebro responsable de la sensación, para estimular un sentido del tacto directamente dentro del cerebro.
El paciente que participó en el estudio, Nathan Copeland, ha sido incapaz de mover manos y piernas desde que se rompió el cuello. Se le implantó un total de cuatro electrodos en el cerebro, según el Verge. Dos se situaron en la corteza motora para permitirle mover un brazo robótico, y los otros dos en la corteza sensorial, para transferirle las sensaciones de dicho miembro.
Foto: Se prueba el sentido del tacto de Nathan Copeland (sentado) mediante un brazo robótico. Crédito: DARPA.
En sesiones de formación durante el transcurso de seis meses, esos electrodos fueron conectados a sensores colocados en una mano robótica que suministra señales eléctricas al detectar una presión. Copeland no sentía nada al principio, porque las señales se mantuvieron débiles de forma intencionada. Pero con el tiempo fueron aumentando, y empezó a sentir algo. En un vídeo producido por el Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh (EEUU) afirma: "Parecía que mis dedos eran tocados o empujados" .
Recrear la sensación para gente con prótesis no es un objetivo frívolo. El tacto proporciona la información necesaria para que ejecutemos tareas delicadas como tender la ropa o doblar una hoja de papel. Sin él, incluso las tareas cotidianas pueden resultar difíciles.
Al escribir sobre los resultados en Science Translational Medicine, los investigadores explican que el enfoque "podría ser empleado para transmitir datos sobre ubicación y presión, necesarios para que las manos protésicas interactúen con los objetos". Pero aún queda más por hacer antes de que el enfoque sea pueda usar ampliamente. El brazo robótico aún no está conectado a Copeland, y toda la configuración requiere grandes cantidades de hardware. Pero sí sugiere que las prótesis podrían llegar a proporcionar una experiencia más realista a los usuarios.
(Para saber más: Science Translational Medicine, The Verge, Los primeros JJOO para cíborgs pondrán a prueba las prótesis robóticas, Un parapléjico logra mover el brazo con la mente, An Artificial Hand with Real Feeling)