Bill Gates va a duplicar su inversión para investigar un proyecto capaz de extinguir a los mosquitos transmisores de enfermedades. Muchos conservacionistas ya se han mostrado en contra
La Fundación Bill y Melinda Gates planea duplicar la cifra que destina al desarrollo de una tecnología diseñada para erradicar mosquitos mediante la herramienta de edición genética CRISPR.
La técnica, denominada como genes dirigidos, permite propagar características en poblaciones silvestres de animales. Pero su capacidad de alterar la naturaleza está atrayendo oposición de algunos grupos medioambientales.
El proyecto financiado por los Gates, llamado Objetivo Malaria, depende del Colegio Imperial de Londres (Reino Unido) e intenta añadir instrucciones al ADN de los mosquitos de la malaria que los volvería estériles. Si se liberan al entorno natural, los genes dirigidos podrían extinguir la especie.
El portavoz Bryan Callahan afirma que la Fundación Gates destinará otros 31 millones de euros a Objetivo Malaria, por lo que la inversión total de los Gates ascenderá a unos unos 67 millones de euros. Se trata de la mayor suma destinada jamás a una tecnología de genes dirigidos.
Los científicos del Colegio Imperial de Londres lograron instalar genes dirigidos en mosquitos por primera vez el año pasado. Aunque se hizo solo dentro de los muros del laboratorio de investigación, desencadenó un debate global sobre la seguridad de esta tecnología.
Foto: Bill Gates. Crédito: Dave Thompson (Getty Images).
Los nuevos fondos ayudarán a Objetivo Malaria a "explorar el desarrollo potencial de otras construcciones, además de empezar a mapear los próximos pasos para la bioseguridad, la bioética, la participación ciudadana y las directrices regulatorias", explica Callahan. La Fundación Gates considera que la tecnología tiene pocas probabilidades de funcionar, pero en caso de hacerlo podría acabar definitivamente con la malaria.
La organización había dicho anteriormente que planea obtener los primeros genes dirigidos aprobados para usarse en el campo para 2029 en algún lugar de África. Pero Gates, el fundador de Microsoft, ofreció unos pronósticos más entusiastas en comentarios realizados este verano, al decir que la tecnología podría estar lista en tan sólo dos años.
Los genes dirigidos propagan instrucciones genéticas durante la reproducción de los animales. Por ejemplo, si unos genes dirigidos provocan que sólo nazcan machos, la población se derrumbaría rápidamente al quedarse sin hembras. También podría ser posible modificar los mosquitos para que sean incapaces de transmitir la malaria, una importante causa de muertes infantil en la África subsahariana.
En un informe publicado este año, las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina radicadas en Washington D.C. (EEUU), afirmaron que los genes dirigidos aún no están listos para liberarse al entorno natural, pero definieron los pasos que han de seguirse para probarlos de forma segura, unas recomendaciones que la Fundación Gates afirma que respetará.
La división de los conservacionistas
Las técnicas genéticas para el "biocontrol" también han atraído la atención de conservacionistas como forma de eliminar especies invasoras, incluidos los mosquitos, ratas, sapos o peces que dominan los ecosistemas y pueden llevar a otras especies locales a la extinción.
Hace dos fines de semanas, durante el congreso mundial de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza en Hawaii (EEUU), la organización sin ánimo de lucro Island Conservation anunció que ha lanzado un proyecto de ingeniería genética que alterará los ratones de para sólo produzcan machos.
El grupo cree que los genes dirigidos pueden eliminar los roedores invasores de las islas y los archipiélagos, donde se ceban de pájaros y lagartos. Otros investigadores esperan erradicar los mosquitos de Hawaii para salvar a los pájaros autóctonos de la isla que quedan, ya que están sucumbiendo ante la forma aviar de la malaria.
Pero otros grupos conservacionistas hicieron circular una petición en la reunión en Hawaii para pedir una moratoria sobre esta tecnología. Les preocupa que promocionar los genes dirigidos como herramientas de conservación pueda dar paso al uso comercial de genes dirigidos, por ejemplo para gestionar plagas agrícolas. "Las tecnologías de extinción genética representan una solución falsa y peligrosa para el problema de la pérdida de biodiversidad", dijo el presidente de Friends of the Earth, Erich Pica, en un comunicado firmado por integrantes de la campaña anti-OMG que calificaron a la tecnología de temeraria.
El portavoz de Island Conservation, Heath Packard, afirmó que su grupo está dispuesto a considerar la tecnología porque el 90% de las cadenas de islas del mundo están infestadas por roedores. Anteriormente han sido erradicadas las ratas en algunas islas, incluidas las Galápagos (Ecuador), con el uso de cebos envenenados. Pero los esfuerzos de envenenar ratas son caros, difíciles de ejecutar en islas más grandes y pueden presentar riesgos para otros animales.
Packard asegura que el proyecto en ratones está siendo ejecutado en colaboración con la Universidad de Tejas A&M, la Universidad Estatal de Carolina del Norte y el Departamento de Agricultura (todos de Estados Unidos). Mientras que los ratones no presentan un problema tan grave como las ratas, han infestado las Islas Midway del Océano Pacífico. Y los vídeos publicados en internet de los ratones comiendo crías de albatros han polarizado a los amantes de pájaros. Cree que la organización sin ánimo de lucro espera presentar una propuesta a los reguladores para un ensayo sobre el terreno dentro de cuatro años.
El debate sobre otros genes dirigidos podría llegar al nivel del debate sobre los OMG en términos de intensidad y consecuencias globales, porque al igual que las plantas OMG, los genes dirigidos afectarían a nuestro entorno compartido.
Pero los conservacionistas y los integrantes de campañas de salud pública divisan una oportunidad única para resolver grandes problemas, y no es probable que cesen en sus intentos por perfeccionar la tecnología en el laboratorio. "Necesitamos algunas transformativas tecnologías centradas en los resultados finales, y esta es una de ellas", afirma Callahan.