Tecnología y Sociedad
¿Quién regulará los alimentos probeta si ni la carne ni la leche son de vaca?
Algunos nuevos alimentos generados en laboratorio podrían compararse con fármacos y sujetarse a su regulación si las normas no se adaptan a esta revolución alimentaria marcada por la tecnología
Dentro de un par de años, debería ser posible encontrar una jugosa hamburguesa y un cremoso batido de carne y leche fabricados en un laboratorio. Pero antes de poder consumirlos, alguien tendrá que confirmar que es seguro comerlos.
Start-ups e investigadores universitarios están avanzando rápidamente hacia la producción de alimentos hechos en laboratorio, para producir productos de carne y lácteos sin animales que valgan. Un equipo de la Universidad Maastricht (Países Bajos) ya demostró una hamburguesa cultivada a partir de las células musculares de una vaca en 2013. (En las pruebas, se afirmaba que casi parecía auténtica, aunque "sorprendentemente crujiente").
Ahora, start-ups como Memphis Meats, SuperMeat y Mosa Meat están corriendo para conseguir crear carne artificial hecha a partir de células en 2021. Algunas empresas, como Beyond Meat e Impossible Foods, emplean proteínas de soja y otros sustitutos vegetales para fines similares. Y Perfect Day espera ofrecer leche libre de vacas, hecha de levadura, para finales del próximo año.
Crédito: Impossible Foods.
Pero, como señala la revista Science, las técnicas empleadas para crear estos productos podrían acabar en el punto de mira de las regulaciones existentes. En Estados Unidos, el Departamento de Agricultura (USDA, por sus siglas en inglés) regula la carne de procedencia animal, los productos lácteos y los huevos que consume la población. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) supervisa los aditivos alimentarios y productos hechos a partir de células humanas. Pero actualmente no existe ninguna supervisión regulada que apruebe la tecnología empleada para generar la mayoría de los alimentos hechos en laboratorio. Aunque la Casa Blanca y las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos están ya trabajando en ello.
Algunos alimentos lo tendrán más fácil que otros. La leche sintética, por ejemplo, podría hacerse a partir de proteínas que la FDA ya considera seguras. Dado que ya está aprobado el uso de muchas enzimas y proteínas como aditivos alimentarios sin que requieran ninguna aprobación de producto especial, las empresas podrían diseñar cuidadosamente los alimentos para evitar obstáculos regulatorios.
Crédito: Impossible Foods.
La carne cultivada a partir de células podría ser más complicada, sobre todo porque resulta difícil de clasificar. Podría acabar siendo considerada de muchas maneras distintas, desde un alimento hasta un producto basado en tejidos por lo que tendría que ser regulado como un fármaco. Está claro que esta última posibilidad dificultaría llevar nuevos productos a mercado mucho más de lo que les gustaría a las start-ups.
Está claro que los marcos regulatorios que gobiernan los alimentos cultivados en laboratorio tendrán que evolucionar con el paso del tiempo. Con la FDA, el USDA y la Casa Blanca estudiándolo, el proceso podría alargarse un poco. Esperemos que el resultado final no sea un caso de demasiadas manos en un plato hacen un garabato.
(Para saber más: Science, No es fácil crear carne artificial que parezca carne, Si se prohíbe la carne, esta hamburguesa vegetal la imita perfectamente)