Las redes neuronales disponibles en los cerebros de los voluntarios se reducen en presencia del fármaco y vuelven a su estado normal cuando están despiertos
Aunque los médicos llevan más de 150 años administrando anestesia general a sus pacientes, el mecanismo por el cuál duerme a la gente sigue siendo un misterio médico. Desentrañar ese mecanismo podría arrojar luz sobre otro gran enigma: cómo funciona la consciencia.
Unos investigadores han dado un paso en esa dirección al emplear imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI, por sus siglas en inglés) para observar lo que sucede dentro del cerebro mientras pasa del estado despierto a la inconsciencia después de recibir un potente anestésico. Los investigadores utilizaron propofol, un fármaco empleado con frecuencia en la medicina para inducir un estado inconsciente, pero altamente peligroso en entornos no controlados y famoso por haber causado la muerte a Michael Jackson.
El neurocientífico y físico del Instituto de Psicología Médica de Kiel (Alemania) Enzo Tagliazucchi afirmó en la revista Science que puede que la única diferencia sea cómo el cerebro "explora el espacio de sus propias configuraciones posibles".
Cuando los cerebros de los participantes se encontraban en su estado habitual y despierto, su actividad registraba "un frenesí de actividad cambiante" en un amplio conjunto de redes neuronales. El propofol, según parece, obligó al cerebro a limitarse a un estrecho subconjunto de esas sendas.
Como explica David Shultz de Science: Esto podría significar que la consciencia depende, de alguna manera, del número de diferentes sendas disponibles para ser exploradas por el cerebro, y que la consciencia puede surgir cuando el número de configuraciones posibles alcance un "punto crítico", según Tagliazucchi.
Habrá que realizar más investigaciones para confirmar esta interpretación. Pero los investigadores argumentan que este tipo de investigación podría abrir paso a nuevas maneras de evaluar objetivamente los "niveles de consciencia".
(Fuente: Science)