El presidente de la Universidad de Stanford, John Hennessy, cuestiona si el aprendizaje 'online' puede igualar la instrucción tradicional a la hora de motivar a los estudiantes
El presidente de la Universidad de Stanford (EEUU), John Hennessy, tiene una trayectoria que facilita que se le pudiera considerar como el mejor amigo de los insurgentes de la educación en línea. Se unió a Stanford en 1977 como profesor de ingeniería eléctrica. Ha cofundado su propia empresa informática y sigue muy involucrado en la actividad de Silicon Valley, donde también ostenta el puesto de director en Google.
Sin embargo, Hennessy resulta ser sorprendentemente cauteloso acerca de la educación en línea en general y los cursos en línea masivos y abiertos (MOOC, por sus siglas en inglés) en particular. La enseñanza tradicional dispone de algunos fuertes difíciles de replicar, como señaló en una entrevista con el editor contribuyente George Anders. Entre ellos: la capacidad de un profesor de aula a inspirar a los estudiantes y medir hasta qué punto han dominado la materia.
¿Cómo crees que el aprendizaje online se compara con los métodos tradicionales?
La ventaja es la desventaja. Los MOOC te permiten llegar hasta un público muy grande que está muy distribuido en cuanto a sus capacidades de dominar el material. Eso representa una característica inherente de un curso que pretenda ser masivo y abierto. Y allí está la dificultad. Si existe una gran variedad entre los estudiantes, entonces una proporción muy grande sentirá que todo avanza demasiado de prisa. Muchos sentirán que va demasiado lento. Dista esto mucho de la clásica aula de Stanford.
Dos de las plataformas de MOOC más conocidas, Coursera y Udacity, fueron fundadas por profesores de la Universidad de Stanford en 2012. ¿Qué consejos les diste?
Les animé a que lo intentaran, porque creía que había varias cosas que solo se podrían aprender sacando rápidamente la tecnología al mercado. Primero, el tipo de inversión que se necesitaría para crear una plataforma de alta calidad. Segundo, dónde emergería el mercado. De hecho, resulta que gran parte del mercado está enfocado a la formación profesional. Eso está fuera del tradicional espacio al que sirven las universidades. Puedes encaminar a una empresa en esa dirección. Es más difícil para una universidad irse en una dirección que no es coherente con sus objetivos y su misión.
¿Cuál es tu perspectiva sobre la mezcla de herramientas online y la enseñanza cara a cara? Escuchamos hablar mucho últimamente sobre "el aula invertida" en la que los estudiantes reciben la clase online y utilizan el tiempo de aula para la resolución de problemas.
Necesitamos hacer muchos más experimentos. Necesitamos que la gente pruebe cosas nuevas y las mida. Existe un experimento muy bueno con un curso online de estadística de la Universidad de Carnegie Mellon. Demostró muy claramente que el aula invertida puede dar un rendimiento comparable con el que se consigue con la instrucción tradicional, en menos tiempo. Si se pudiera reducir el tiempo que necesitan los estudiantes para aprenderse la materia – y estar seguros de que no aprendan menos – entonces habríamos dado con algo valioso.
El aprendizaje a distancia existe desde hace mucho tiempo. ¿Cómo hemos dejado atrás unos comienzos muy torpes?
El aprendizaje activo. La verdad es que ver un video parlante durante una hora en absoluto es más motivador – quizás incluso sea menos motivador – que sentarse en un gran aula durante una hora. Necesitas una experiencia más interactiva que requiera que prestes atención y completes una prueba antes de empezar la siguiente sección. Eso les da algo de confianza a los estudiantes.
Los profesores de las universidades de primer nivel son almas ambiciosas. ¿Se ha convertido la creación de MOOCs en una medalla de gloria en algunas disciplinas?
Para nosotros, se trata más de una contribución al bienestar común. Quiero decir, se producen algunas acciones de consolidación de marca, pero sobre todo representa un modo de compartir contenidos con gente que de otra manera no tendrían acceso a ellos.
¿Cómo podrían hacerse más útiles los métodos de aprendizaje online?
Intentamos construir analíticas para que podamos mostrar los resultados al profesorado. En una clase tradicional de ciencias o ingeniería, no sabes hasta el examen de mitad de semestre si existe algún tema que es un desastre en cuanto a que no lo entienden los estudiantes. En línea, esta evaluación está mucho más disponible. Incluso podrías recibir esta información antes del término de una clase, pudiendo así ponerle remedio durante la propia clase. Nos gustaría incorporar esto, para que podamos desarrollar una enseñanza que mejore progresivamente.
¿Podemos medir si los estudiantes en línea realmente dominan la materia?
Aún estamos dando tumbos, buscando la mezcla idónea de corrección automatizada, la calificación por compañeros y algún tipo de papel para los estudiantes de postgrados u otros educadores formados. Existen algunas cosas que sencillamente no se pueden puntuar de forma automática. Y en situaciones de alta importancia, la calificación por compañeros pone a todos nerviosos. La motivación y el contacto personal son temas críticos en educación. Simplemente no creo que proyectar un MOOC al dormitorio de alguien vaya a crear ese tipo de experiencia envolvente que se necesita para tener éxito en los estudios. La tecnología mejorará, pero llevará algún tiempo.
¿Te gusta lo que existe en el mercado ahora?
Existe una amplia variedad de problemas que tenemos que resolver. Con ánimo de lucro o sin él; los consorcios o las instituciones que se meten por su cuenta. ¿Quién imparte realmente la enseñanza? ¿Quién proporciona las acreditaciones? Todavía se están resolviendo estos temas en tiempo real.
¿Has probado algún MOOC tú mismo, como alumno?
Empecé un curso de poesía estadounidense de la Universidad de Pennsylvania (EEUU). La materia estaba bien presentada. Para un individuo automotivado esto funciona muy bien. El MOOC proporciona una comunidad de aprendizaje que realmente es el equivalente moderno de un club de lectura. No sé cuánto se podría cobrar por el – pero es un entorno de aprendizaje interesante.