Un 'corazón sobre un chip' abre el camino hacia medicamentos cardiacos personalizados
Coste anual de las enfermedades del corazón en EEUU: 109.000 millones de dólares (82.000 millones de euros)
¿Qué pasaría si hubiera una forma de utilizar las propias células del paciente para comprobar su respuesta a un medicamento cardiaco antes de que se le administre? Para hacer precisamente eso, la profesora asistente de la Universidad del Sur de California (EEUU), Megan McCain, está desarrollando un 'corazón sobre un chip' de aproximadamente 2,5 centímetros.
Durante su postdoctorado en Harvard (EEUU), McCain comenzó a colaborar con cardiólogos del Hospital Infantil de Boston (EEUU). Sus colegas tomaron células de la piel de un paciente, las reprogramaron para convertirse en células madre y más tarde convirtieron las células madre en células del corazón. "Esas células del corazón deberían funcionar aproximadamente como lo hacen las células cardiacas nativas", asegura. "Tendrán la misma información genética". Después, McCain diseñó tejidos a partir de estas células del corazón y utilizó el sistema de 'corazón sobre un chip' para examinar las diferencias de estructura y función de los tejidos sanos en comparación con los tejidos enfermos. La colocación de células específicas del paciente sobre un chip ofrece una forma más exacta de predecir el modo en que responderá el corazón de una persona a un fármaco que, por ejemplo, las pruebas con animales de laboratorio.
McCain y su equipo han utilizado la tecnología para poner a prueba un tratamiento farmacológico para el síndrome de Barth, una enfermedad cardiaca rara causada por la mutación de un solo gen. Espera que algún día este chip sea utilizado de forma generalizada para probar tratamientos para enfermedades cardíacas provocadas por genes.
Hay otros investigadores que también han creado órganos simulados sobre chips, pero el corazón presenta retos específicos. "Es muy mecánico, y tiene una parte eléctrica", señala McCain. "Me gusta lo delicado, complejo e interesante que es el corazón".
—Alexandra Morris
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