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Biotecnología

Cuando a la dieta hay que ponerle una tirita

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Un nuevo “parche inteligente” es capaz de determinar la ingesta calórica y el gasto energético.

  • por Lauren Gravitz | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 01 Mayo, 2009

Podría convertirse en el mejor amigo o en la peor pesadilla de cualquier persona a dieta: un tipo de tecnología capaz de conocer que cantidad de comida acabamos de tomar, cuántas calorías hemos quemado, que nos ofrece sugerencias para mejorar y tener éxito, y no nos deja hacer trampas. Y todo esto se lleva a cabo desde un aparato de seguimiento pequeño y que se pega a la piel, de un tamaño menor al de una tirita grande.

El monitor de calorías, que está siendo desarrollado por el incubador de biotecnología PhiloMetron, utiliza una combinación de sensores, electrodos y acelerómetros que—unidos mediante un algoritmo único—miden el número de calorias que hemos ingerido, el número de calorías que hemos quemado, y la ganancia neta o pérdida a lo largo de un periodo de 24 horas. Este parche envía los datos a través de una conexión inalámbrica Bluetooth hasta el teléfono móvil del usuario, el cual posee una aplicación que hace  un seguimiento de los datos totales y nos hace sugerencias. “No ha cumplido el objetivo de hoy, pero puede contrarrestarlo si mañana pasea durante 15 minutos o se toma una ensalada para cenar,” podría ser un tipo de sugerencia.

El hecho de poder supervisar la ingesta calórica ha sido desde hace tiempo la pesadilla de los sistemas de dietas. Existen apartos, como el bodybugg, que miden el gasto de energía a través de una serie de acelerómetros, podómetros y sensores de temperatura y sudor. Sin embargo, la ingesta es mucho más complicada de medir y supervisar. En la actualidad, la forma más fiable de determinar la ingesta calórica es a través de anotaciones en un diario o mediante la ayuda de un profesional entrenado que pueda llevar la cuenta de las calorías.

“Yo diría que lo que están intentando conseguir es el santo grial de la salud y el bienestar,” afirma Don Jones, vicepresidente de desarrollo de negocios para salud y ciencias vitales en Qualcomm, compañía especializada en tecnologías inalámbricas. Al margen de los dos métodos mencionados más arriba, señala, que no se pueden fabricar a  otros tamaños y que no siempre son precisos, “no existen buenos métodos para calcular la ingesta calórica.”

PhiloMetron no ha hecho público el contenido interno específico de sus parches, pero la compañía afirma que consiste en un solo chip rodeado de numerosos sensores, electrodos y acelerómetros, incrustados en un parche de goma espuma adhesiva. El sistema, que está diseñado para ser reemplazado una vez a la semana, hace mediciones sobre una gran variedad de aspectos (temperatura, pulsaciones, ritmo respiratorio, conductividad de la piel, e incluso posiblemente la cantidad de fluidos en el cuerpo), después envía todos estos datos a un algoritmo que calcula el número de calorías que hemos consumido, el número que hemos quemado, y el resultado neto. Las mediciones de ingesta calórica son precisas hasta únicamente 500 calorias—como dos barras de chocolate y caramelo Snickers. No obstante, el director general de PhiloMetron, Darle Drinan, afirma que es mucho más preciso a la hora de determinar la ganancia o pérdida neta, y es mucho más útil para medir las tendencias a lo largo de la semana o del mes. De hecho, el sistema sólo ofrece a los usuarios con datos totales cada 24 horas, en vez de datos instantáneos.

Un número cada vez mayor de estudios concluyen que el éxito de una dieta o el fracaso depende de simplemente tomar menos calorias. Tanto la dieta Mediterránea, como la Atkins, la de Weight Watchers o la South Beach, lo que importa es el número de calorías.

“Una tendencia que se repite es un tipo de dato más valioso que una cifra en particular,” afirma Drinan. “Saber las tendencias nos ayuda a establecer nuestros patrones de comportamiento.” Señala que la compañía está trabajando con los fabricantes de dispositivos de mayor tamaño, las compañías farmacéuticas y de control de peso—“y nadie piensa que necesitemos una mayor sensibilidad dada la naturaleza a largo plazo del problema que subyace.”

Los proyectos anteriores de PhiloMetron incluyen el reciente lanzamiento de Corventis, que vende un parche con sensores que detecta el volumen de fluidos de las personas con insuficiencia cardiaca congestiva y les hacer saber cuándo es el momento de tomarse un diurético. PhiloMetron tiene planes de crear una compañía para explotar comercialmente el monitor de calorías, y pretende lanzar un producto al mercado de aquí a 18 meses. Drinan piensa que el producto se podría vender a través de los profesionales de la salud, o de los entrenadores personales en los gimnasios. Sin embargo este sistema tendrá un precio elevado: entre los 100 y los 400 dólares, vendido en forma de kit con varios parches incluidos.

“Hay mil seiscientos millones de personas en el mundo con sobrepeso, y aproximadamente 600 millones son obesos, por tanto existe un amplio rango de aplicaciones—para todo, desde el control de peso hasta programas de control de enfermedades, pasando por aplicaciones de fitness y bienestar  para los consumidores,” afirma Jones, empleado de Qualcomm.

Eric Topol, director del Instituto de Ciencia Translacional Scripps, en San Diego, así como cardiólogo en activo, tiene interés en el proyecto puesto que cree que puede ayudar a controlar a sus pacientes. Afirma que este tipo de tecnología no es una posibilidad, es una realidad: “La digestión y la actividad metabólica afectan a la conductancia de los tejidos, y todo esto es detectable gracias a un tipo de sensor específico que nos colocamos en la piel.”

Topol está interesado en crear unas pruebas clínicas aleatorias para ver si el aparato puede ayudar a combatir la diabetes de tipo 2, o prevenir la progresión de la enfermedad. “No digo que esto vaya a curar la epidemia de obesidad,” afirma. “Pero creo que tiene el suficiente potencial—si funciona y es validado—como para marcar una diferencia en el tratamiento de los problemas de salud pública más comunes hoy día.

Biotecnología

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