HealthVault de Microsoft nos ayuda a vigilar nuestros signos vitales.
Los equipos de supervisión médica caseros, como los que se usan para medir la presión sanguínea, se han convertido en una presencia habitual dentro de nuestros arsenales de productos médicos. Pero al igual que con los aparatos de ejercicio, mucha gente acaba no utilizándolos. La implantación de nuevos métodos para hacer un seguimiento de la información que proporcionan estos aparatos y almacenarla a través de internet, podría facilitar que muchas personas revisaran y compartieran los resultados de sus pruebas, y quizá con ello cambiaría la forma en que muchas enfermedades crónicas son tratadas.
“Este tipo de tecnología va a suponer una transformación fundamental de la definición de la práctica médica. Los datos no sólo se podrán obtener en la clínica o en la cama del hospital, sino allí donde el paciente se encuentre en un determinado momento,” señala Martin Harris, director de información en la Clínica Cleveland, en Ohio.
Una de las opciones para hacer el seguimiento de las pruebas médicas en casa es el HealthVault, de Microsoft, un servicio de registro de historiales médicos a través de internet que además es compatible con un número cada vez más alto de apartos de supervisión médica caseros. Los datos de estos aparatos se pueden subir directamente al registro de HealthVault de cada paciente, lo que permite a los usuarios crear útiles gráficos que representen su presión sanguínea, peso, azúcar en la sangre, o cualquier otro tipo de información, así como compartir estos datos con sus doctores y familiares.
Yo soy el candidato ideal—casi nunca me acuerdo de tomarme la presión sanguínea en casa, y menos aún de llevarle un papel al doctor con los resultados de la medición—así que me decidí a probar el sistema. Después de abrirme una cuenta gratis de HealthVault, compré algunos de los aparatos que aparecen como compatibles en la lista de Microsoft e instalé el HealthVault Connection Center, que se encarga de controlar todos los aparatos y de subir los datos directamente a tu historial médico.
La presión sanguínea es uno de las mediciones médicas más comunes—y más importantes—que se pueden tomar en casa. “La mayor parte de la gente no controla bien su presión sanguínea,” señala Eric Topol, cardiólogo y director del Instituto Scripps de Ciencia Translacional, en La Jolla, California. “Y realmente es necesario tomar varias mediciones a lo largo del día para poder entender los patrones de presión sanguínea de un individuo.” Según Topol, no soy el único que es poco estricto con sus hábitos de registro médico. “La mayoría de las veces, cuando les pido a los pacientes que se tomen la presión sanguínea, con suerte me traen sólo una cuantas lecturas,” señala.
Realmente voy a impresionar a mi doctor cuando tenga mi cita anual con él, gracias al medidor de presión de la marca Omron que puse a prueba, con un precio de 129.99 dólares. (Aunque el precio es siginificativamente mayor que el del aparato de 50 dólares de la farmacia que tengo en casa, los resultados de mis pruebas fueron tan satisfactorios que realmente estoy pensando comprar uno para mi uso personal.) Funciona como cualquier otro brazalete para medir la presión, con la diferencia de que almacena los resultados, junto a la hora y el día, y es capaz de hacer un seguimiento de la información de dos usuarios. Se conecta al ordenador a través del puerto USB, y con sólo hacer un clic sube todos los datos de las nuevas mediciones de presión sanguínea. Los datos se muestran en mi historial de HealthVault en modo listado o en un gráfico, y me indica la fecha, el ritmo cardiaco, así como las mediciones sistólica y diastólica.
Ser capaz de supervisar nuestra propia salud es importantísimo, aunque los doctores insisten en que lo que realmente podría transformar los cuidados de salud es la integración de nuestro propio hogar con la clínica del doctor, lo que permitiría al personal médico supervisar el estado de algunas enfermedades a distancia. “Normalmente, le pido a los pacientes que vuelvan a las seis semanas o seis meses para ver si la medicación ha surtido efecto,” comenta Philip Hagen, doctor de la Clínica Mayo. “No obstante, una vez que nos aseguramos de que el paciente posee un aparato de medida de calidad y que sabe usarlo apropiadamente, podemos llevar gran parte de nuestras tareas a distancia. Esto podría evitarles una visita en persona al doctor.” La Clínica Mayo lanzó un tipo de software gratuito esta semana, disponible para todo el mundo, que funciona con HealthVault, integrando el historial médico con los datos de los aparatos de medición y supervisión, y que nos recuerda fechas en las que tenemos que vacunarnos, así como otras medidas de prevención. (Desafortunadamente, el sistema de historial médico electrónico que usa el despacho de mi doctor no es actualmente compatible con HealthVault, así que tengo que imprimir el gráfico y llevarlo conmigo, o entrar en HealthVault desde la oficina de la doctora.)
La Clínica Cleveland empezó un programa piloto el otoño pasado, usando HealthVault en combinación con una serie de distintos aparatos para el tratamiento de tres enfermedades crónicas, incluyendo la diabetes, fallos cardiacos e hipertensión. (Otro tipo de aparatos compatibles son los medidores de azúcar en la sangre, los medidores de flujo espiatorio máximo, que se utilizan para medir la capacidad de aquellos pacientes con asma para expulsar aire de los pulmones; los monitores de ritmo cardiaco; las balanzas para medir el peso; los oxímetros de pulso, que se usan para medir la oxigenación en la sangre.) Los científicos tomarán nota de la eficacia del sistema a la hora de transformar los resultados de los tratamientos y de los pacientes en si. “Queremos reunir información prácticamente en tiempo real y, más importante aún, actuar en función de esos resultados de forma más continuada,” señala Harris. “El objetivo es tener un mejor control sobre la presión sanguínea y la diabetes.”
Aquellos pacientes motivados pero que no tengan acceso a este tipo de programa, pueden usar un número de aplicaciones disponibles a través de HealthVault para el tratamiento de varias enfermedades distintas, tales como una herramienta de la American Heart Association que permite a los pacientes controlar la presión sanguínea, la glucosa en la sangre, el colesterol, el peso, la nutrición y la actividad física. Aunque muchas de estas herramientas están disponibles en HealthVault, Sean Nolan, arquitecto jefe de Microsoft Health Solutions Group, señala que, a largo plazo, HealthVault funcionará más como una base de datos para almacenar aplicaciones, mientras que serán estas aplicaciones desarrolladas por terceros las que ayuden a los pacientes a organizarse y a tomar decisiones.
Aunque me parece interesantísima esta nueva forma de controlar mi presión sanguínea, no está claro si soy un buen representante de lo que sería un paciente medio. El equipo de Topol está colaborando con HealthVault en un proyecto de genómica en Scripps mediante el que los 4.000 pacientes participantes en el estudio se abrieron una cuenta en HealthVault. Después introdujeron todos sus datos médicos en un historial con la ayuda de sus doctores, aunque Topol afirma que fueron pocos los que siguieron introduciendo sus datos de presión sanguínea u otro tipo de información. “No es fácil hacer que la gente utilice HealthVault de forma religiosa,” comenta Topol. “Mucha gente lo pone en marcha, pero luego se les da mal eso de introducir los datos y mantenerlo al día.”
Topol señala que este tipo de herramientas para la supervisión médica casera son un paso en la dirección apropiada, pero que sólo con eso no es suficiente. “Al final todo depende de que el paciente se suba en la balanza o se coloque el aparato para tomarse la tensión,” señala. En el futuro, comenta, unos sensores en la piel con apariencia de tirita podrían ayudarnos a medir la presión sanguínea y el ritmo cardiaco de forma continuada. “No tienes que hacer nada para que se tome la medición—eso sería un salto cuantitativo,” afirma.