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Tecnología y Sociedad

Willow Garage ya no investigará, pero sí venderá robots

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Este laboratorio desarrolló tecnologías clave que han servido para hacer avanzar la robótica personal, pero su forma de financiación no era sostenible.

  • por Jessica Leber | traducido por Lía Moya (Opinno)
  • 15 Febrero, 2013

Willow Garage, un laboratorio privado que creó un popular sistema operativo para robots, así como el PR2, un hábil robot para uso en investigación, se está reseteando. En una entrada de blog publicada este lunes, el director ejecutivo de la empresa Steve Cousins afirmó que van a abandonar el desarrollo de nuevas tecnologías de investigación para "entrar en el mundo de las oportunidades comerciales"

Fundado en 2006 por Scott Hassan, uno de los primeros ingenieros de Google, con el objetivo de avanzar las fronteras de la robótica, del laboratorio de Menlo Park, California (EE.UU.) han surgido varias empresas y ha creado software y hardware que ya se usa en todo el mundo.

Como las instalaciones eran independientes y tenían muy poca presión para desarrollar productos a corto plazo, una de sus contribuciones clave al campo ha sido facilitar a los investigadores en robótica la posibilidad de compartir y aportar su trabajo a la investigación de otros. Sin embargo, su propio modelo de financiación a largo plazo -más allá de las aportaciones personales de Hassan- nunca estuvo claro (un PR2 con un brazo se vende por 285. 000 dólares -unos 210.000 euros- y en la actualidad hay menos de 50 en laboratorios externos).

Para el año pasado, Hassan se había convertido en el director ejecutivo de Suitable Technologies, una spinout de Willow Garage que está construyendo robots de telepresencia para trabajadores de oficina que trabajan desde casa (ver "Acude al trabajo en un cuerpo bajo control remoto"). Ahora Willow Garage intentará convertirse en una empresa autofinanciada. "Es un cambio importante para nuestro modelo de financiación", escribió Cousins.

Para algunos, Willow Garage ha tenido un sentido de la oportunidad perfecto si lo que quiere es cumplir su objetivo de tener un impacto importante en el campo de la robótica, aunque probablemente se enfrente a retos de financiación a corto plazo para sostener a su fantástico grupo de investigadores y robotistas (ver los "35 innovadores menores de 35" de MIT Technology Review Leila Takayama y Brian Gerkey). Los robots autónomos han avanzado en los laboratorios hasta el punto de que el PR2 ya es capaz de doblar la colada e ir a por un refresco, y los robots industriales pueden trabajar mano a mano con los trabajadores humanos en las fábricas. Pero el coste de estos robots avanzados sigue siendo relativamente alto, y las utilidades son torpes.

"Creo que Willow Garage tiene mucha tecnología de calidad... ha llegado el momento de hacer negocio. Estamos muy cerca del punto en que estábamos con los ordenadores personales cuando el mundo dio el paso de los carísimos ordenadores centrales al ordenador personal", afirma Dmitry Grishin, fundador de Grishin Robotics, un fondo de inversión neoyorquino de 25 millones de dólares (unos 18,5 millones de euros) para empresas de robots personales. "Si quieres hacer que una tecnología crezca, tienes que sacarla al mercado", añade Grishin, que es además cofundador y presidente del gigante de Internet ruso Mail.Ru Group.

Sin embargo, la decisión  de Willow Garage de apartarse de la creación de herramientas de I+D abiertas supone una decepción para los investigadores en robótica y las empresas que usan su software.

El Instituto de Tecnología de Georgia (EE.UU.), por ejemplo, está usando su PR2 para desarrollar software e interfaces de usuario para robots que ayuden a personas ancianas que viven en sus casas. "Han sido un facilitador clave de la infraestructura colaborativa en robótica", afirma  Henrik Christensen, director de robótica en Georgia Tech. "Tenemos que pensar cómo se puede continuar esto".

Willow Garage ha escrito que "no reducirá" su apoyo para los cerca de 50 PR2s que están en uso en la actualidad y ya estaba en proceso de traspasar la vigilancia de su Sistema Operativo Robótico a la Fundación de Robótica de Código Abierto.

Lo que no se sabe es cómo se convertirá Willow Garage en un negocio capaz de mantenerse por sí mismo, ni tampoco cuánto tiempo seguirá Hassan apoyando la iniciativa. Un portavoz no quiso comentar sobre sus planes más allá de la información publicada en el blog, solo hizo hincapié en que no se cerraba. Entre las spinoffs de Willow Garage se encuentran Suitable Technologies y una empresa llamada Industrial Perception, que desarrolla robots capaces de cargar y descargar  palés y contenedores de transporte de forma autónoma. Su lema: "Proporcionar a los robots las habilidades que necesitarán para tener éxito en la economía de mañana".

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