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Biotecnología

Liberando la Investigación de las Células Madre

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Los científicos se preparan para el fin de las restricciones federales sobre la investigación de las células madre embriónicas.

  • por Emily Singer | traducido por Claudia Taurel
  • 10 Febrero, 2009

Tres años atrás, cuando Rene Rejo Pera estaba instalando un nuevo laboratorio en la University of California en San Francisco (UCSF), tuvo que asegurarse que tenía dos de cada cosa: un microscopio para su laboratorio, conseguido a través de fondos federales por ejemplo, y uno para su replica de al lado, conseguido con fondos privados. Debido a las restricciones sobre los fondos para la investigación de células madre impuesto por George W. Bush en el año 2001, esta situación se vivía en laboratorios de todo el país. El edicto específicamente limitaba los fondos federales para la investigación de células madre embriónicas a un número más pequeño de líneas de células que el que había, dejando a los científicos, quienes querían desarrollar investigaciones reveladoras a la deriva y buscando inversiones privadas.

Los científicos esperan entusiasmados el final del decreto. El Presidente Barack Obama prometió durante su campaña que acabaría con ese edicto, y todos esperan que el cambio llegue pronto. “El inminente cambio en la política literalmente nos permitirá extender estos límites e integrar los laboratorios, lo que significa que el trabajo se hará de manera más eficiente,” dice Arnold Kriegstein, director de la Broad Center of Regeneration Medicine y Stem Cell Research en la UCSF.

Se espera que la nueva política permita a los investigadores acceder ilimitadamente a células madre embriónicas más jóvenes y mejores, y lo cual impulsará el ritmo de investigación. Aún sin las restricciones sobre los fondos, los científicos que recibían capital del gobierno no podían utilizar ese dinero para generar nuevas líneas, lo que implicaba la destrucción de embriones. Kriegstein y otros esperan que el cambio traiga un nuevo sentido a la legitimidad dentro de un campo muy controversial, y que devuelva el rol de liderazgo en una de las áreas más prometedoras de investigación biomédica al National Institute of Health (NIH), la agencia de fondos para la biomedicina más importante del país. Mucha de la investigación se realiza ahora en institutos que reciben apoyo del Estado, tales como la California Institute for Regenerative Medicine, o de donantes privados. Además de limitar a los fondos, “la otra realidad de la política [de Bush] es toda la publicidad negativa que ha creado,” afirma Tim Kamp, co-director de la Stem Cell and Regenerative Medicine Center de la University of Wisconsin. “Francamente, creo que hizo más daño que la escasez de financiamiento, llevó a que muchos investigadores abandonaran su trabajo.”

A pesar de las restricciones, los científicos de los EEUU han empleado las células madre embriónicas dentro de un amplio rango de investigación. Debido a que las células pueden desarrollarse en cualquier tipo de tejido, los científicos se encuentran abocados a encontrar maneras de aplicarlas en tejidos cerebrales, coronarios células de corazón,  y otros tipos de células. Esto sería para poder comprender mejor las enfermedades que atacan estos tejidos y para potencialmente crear tejido de reemplazo para terapias. Sin embargo, la mayoría de las investigaciones más prometedoras se han ido al extranjero.

Una vez que se levanten las restricciones, se les permitirá a los laboratorios con fondos federales utilizar la mayoría de las estimadas 600 líneas de células madre que han sido creadas alrededor del mundo. Los investigadores ampliamente concuerdan que las líneas más nuevas, que fueron derivadas utilizando métodos más refinados, son superiores a las más antiguas. Utilizando solamente las líneas más antiguas es como “que se requiera que utilicemos Microsoft Word 1998,” dice Jeanne Loring, directora del Center for Regenerative Medicine en la Scripps Research Institute, en La Jolla, CA.

Además, las líneas tempranas fueron derivadas utilizando productos animales, haciéndolos, en gran medida, no aptos para uso terapéutico. “Existen cientos de líneas de células madre embriónicas allí afuera que han sido creadas bajo las mejores condiciones, y algunas se encuentran listas para ser probadas en pacientes,” dice John Gearhart, director del Institute for Regenerative Medicine de la University of Pennsylvania, en Filadelfia. “Ellos tienen una utilidad, desempeño y seguridad más grande que las líneas [aprobadas por Bush].”

Los científicos también podrán estudiar las líneas de células que están genéticamente codificadas para enfermedades específicas – que quizás sea uno de los usos a corto plazo más prometedores de las células madre embriónicas. (Ninguna de las líneas aprobadas por Bush posee estas cualidades). “Una de las claras oportunidades que no ha estado disponible son líneas generadas a partir de embriones que llevan mutaciones para la enfermedad de Huntington, amyotrophic lateral sclerosis (ALS), y fibrosis quística,” declara Story Landis, director de la National Institute for Neurological Disorders and Stroke, en Bethesda, MD, y presidente de la Stem Cell Task Force de la NIH. Estas células proveen acceso sin precedentes a los procesos moleculares que subyacen a las enfermedades: ellos pueden ser impulsados a desarrollarse en un tipo de célula afectada dentro de una enfermedad específica, tal como las neuronas en ALS, para que los científicos puedan ver como evoluciona la enfermedad a nivel celular. Estas células también pueden ser utilizadas para probar nuevas drogas.

Los científicos y los legisladores todavía están tratando de averiguar cuándo y cómo el Presidente Obama dará marcha atrás con las restricciones – si lo hará por decreto, o dejará que el Congreso decida la cuestión. Sin embargo, de acuerdo a los informes de prensa de la Casa Blanca de la semana pasada, el presidente prometió hacerlo por medio de decreto. Con anterioridad a la presidencia de Obama, el Congreso aprobó dos veces un proyecto de ley, la Stem Cell Research Enhancement Act, que revertía las restricciones, pero Bush la vetó las dos veces.

Todavía no está muy claro cuan rápidamente el campo podrá resurgir de la limitación de los fondos. Muchos científicos se sentían desalentados al estudiar las células madre embriónicas durante los últimos ocho años porque no podían asegurar el ingreso de fondos privados, o porque ellos o sus universidades no querían tener que lidiar con la contaduría extensivo que ello requería. “El efecto de las restricciones fue de crear unos pocos centros que progresaron, como el mío y como Harvard, Stanford y la UCSF, quienes teníamos acceso a fondos tanto privados como estatales,” dice Loring. “Ahora habrá mucho más lugar para que la gente se pueda involucrar, pero estarán ocho años atrasados.”

El campo se ha transformado de manera dramática desde el edicto del Presdiente Bush, especialmente en los últimos dos años, que podría restarle importancia a la nueva libertad de buscar fondos. Una nueva técnica recientemente desarrollada para crear células madre – llamada ´induced pluripotent stem (iPS) cell reprogramming´ -- no requiere de la destrucción de embriones humanos, y los científicos que anteriormente se mostraban renuentes a tratar con las células madre embriónicas ahora están volcándose en grandes números a este nuevo enfoque.

Los investigadores han podido desarrollar muchos de los mismos experimentos con estas células iPS que ellos han hecho con las células madre embriónicas. Sin embargo, ellos advierten que estas células han mostrado que no poseen todo el poder de las células embriónicas – por ejemplo, no pueden diferenciarse en muchos tipos de células. “Es muy importante que los laboratorios pueden realizar estos experimentos con ambos tipos de célula al mismo tiempo y en el mismo lugar,” declara Kriegstein. “Políticas presidenciales menos rigurosas harán que esto sea mucho más fácil de lograr.”

Un área de investigación que no cambiará con la remoción de las restricciones es la clonación terapéutica. En la clonación terapéutica (también denominada somatic cell nuclear transfer), los científicos transplantan ADN de una célula de piel de un adulto dentro de un huevo que ha tenido su ADN removido. Factores desconocidos en el huevo re-programan el ADN adulto para que se asemeje al ADN embrionario, y en teoría, la célula comienza a desarrollarse como un embrión normal. A los científicos les gustaría poder crear las células madre a partir de los embriones humanos clonados, tanto para investigación como, potencialmente, para terapia: las células serían genéticamente identificadas con sus donantes humanos y, por ende, podrían ser transplantados sin temor al rechazo. Sin embargo, nadie ha podido lograr esto con células y huevos humanos. La investigación que involucra la destrucción de embriones humanos, que incluye tanto a la clonación como la derivación de nuevas líneas de células madre, tiene prohibido recibir fondos federales a partir de la ley Dickey Amendment, un anexo a los proyectos de apropiaciones que han sido aprobados por el Congreso a lo largo de los últimos años. 

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